El caché de «Lori Meyers» (136.000 €) como ocurrió con el «Taburetazo» (162.000 €) ha escandalizado a muchos vecinos de Majadahonda

ANDRES PIMENTEL. Como vecino de Majadahonda me quiero sumar a la respuesta vecinal de reprobación del programa de Fiestas Patronales 2022 elaborado por el concejal de Festejos, Eduardo González Camino, con la autorización del alcalde y el beneplácito del resto del gobierno PP-Vox. Resulta indignante que tras 2 años de cancelación y una dotación presupuestaria de 1 millón de euros, la programación ofertada no cubra las expectativas de calidad y variedad que se esperaba deberían tener. Todo apunta una vez más a la falta de previsión que conlleva al habitual despilfarro al que nos tienen acostumbrados estos concejales en la presente legislatura. Bajo una sencilla temática habitual de la que se compone la elaboración de un programa de festejos que tan solo se realizan una vez al año, su principal centro de atención son las actuaciones musicales dirigidas a un público claramente diferenciado por edades; niños, jóvenes y adultos. Pero una vez más, como hizo estas Navidades, el alcalde, su concejal y sus socios de Gobierno nos sorprenden con un desembolso fuera de lo normal en un solo grupo musical, gratuito para vecinos y visitantes pero carente de un recinto que controle el aforo, para que sepamos en cuantos solo unos reciben la mayor parte de los cuartos de todos.


Los jóvenes han dado la espalda a la Concejalía

A ello se le suma una segunda actuación que ya tuvo lugar en 2017 y de la que puedo asegurar que entonces no entusiasmó a los asistentes, dando mucho que hablar en que estado subió el cantante al escenario. Este 2022 destaca también la ausencia del Día del Niño, que solía tener lugar el último domingo de fiestas, jornada en la que la Gran Vía se llenaba de hinchables y juegos para los más pequeños en horario de mañana y tarde. O el concierto de promesas que desde la Concejalía de Juventud, dirigida ahora por Vox, posibilitaba a los jóvenes talentos musicales de Majadahonda mostrar sus dotes al público. Debe ser que el concejal no ha sabido captar ni la atención ni las necesidades juveniles. Y si los jóvenes de Majadahonda no ven sus expectativas reflejadas en la programación de estas fiestas, esperamos que al menos tomen en consideración su habitual y tan cacareado lema: “Gracias a Vox”. Próximo capítulo: los bares de la Fiesta de la Tapa y la gestión del Círculo de Comerciantes y Empresarios

Majadahonda Magazin