Hablamos del modelo de ciudad con el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, en la tercera y última parte de la entrevista con MJD Magazin con motivo del ecuador de la legislatura: su célebre «modelo de ciudad«, del que presume y que según las estadísticas del INE, ha logrado ser en España la 2ª localidad en renta y la 5ª en empleo. También hablamos del deporte ensamblado en ese modelo. Y el primer edil lo explica: “Es que esto es la segunda cosa que más me ha llenado en mi mandato: haber conseguido que Majadahonda tenga el mismo modelo de ciudad que cuando yo empecé como alcalde. Esto no se ha desviado ni un milímetro de este concepto, cosa que sí ha ocurrido en algunas otras ciudades. Y hay que hacer muchos esfuerzos porque la verdad es que hay muchas presiones para que esto de alguna forma cambie. La gente que vino a vivir a Majadahonda, en su mayoría, hemos venido de fuera. Vinimos por algo, por un modelo de ciudad que no se ha desviado ni un milímetro de cuando yo empecé. Espero dejarla como es, y ya no hay tiempo para grandes cambios”.


Julia Bachiller. Corríjame si me equivoco, en Majadahonda yo veo tres tipos de majariegos: los nacidos en Majadahonda, los que vinimos hace 20-30 años y los que llevan 10 años o menos. ¿es diferente el entendimiento con los intereses de cada uno de ellos?. Narciso de Foxá: Es verdad que son distintos, los más antiguos nos creemos que tenemos trienios, más derechos que los demás, y aún más los que son oriundos. Yo me acuerdo de los oriundos cuando vine sobre los años 70, Majadahonda era muy pequeña y tenía mucha fuerza el casco urbano. Eso ya se ha diluido mucho. Antes el equipo de Gobierno tenía que tener dos o tres miembros oriundos del pueblo, y ahora no solo no los tiene sino que ni siquiera todo el mundo es de Majadahonda. Todo ha cambiado muchísimo. Y creo que hay una distinción muy clara: hay 70.000 ciudadanos en Majadahonda que viven en las urbanizaciones. Muchos de ellos no saben ni quien gobierna en Majadahonda pero tienen sus problemas. Y luego hay 3.000 o 4.000 ciudadanos que viven más en el casco urbano y que a mí me trasmiten en general los problemas que tienen.

Jorge Rubio: ¿Y como se resuelve esa diversidad de intereses? N. Foxá: Yo tengo que atenderlos a todos y se lo digo a los concejales: todo eso lo tienen que medir mucho porque hay que solucionarles sus asuntos. Son problemas que muchas veces vienen de grupos de presión que en muchas ocasiones tienen un origen político, disimulado y sin que se note, y otras muchas veces son colectivos muy pequeños. Yo que he hecho algunas encuestas en Majadahonda sobre sus problemas, el principal que expresa el ciudadano de Majadahonda es sobre las conexiones con Madrid, porque todo el mundo pierde una hora y pico bajando y otra hora subiendo. A mí me ha pasado porque he estado así 20 años. Estaba encantado de vivir en Majadahonda, pero el principal problema era ese. Mi sueño, que lo he cumplido al final, era trabajar y vivir en Majadahonda. Y eso a mí nadie me lo trasmite en ningún pleno. Yo noto diferencia entre los ciudadanos de los alrededores y los que me rodean, que actúan mucho en la vida político-social de Majadahonda.

F. Utrera: yo también percibo un cambio en los últimos dos o tres años: se ha pasado de lo que los propios vecinos denominaban “pueblo” a ser ya una “ciudad”. Hay quien dice incluso una “gran ciudad” porque más de 70.000 habitantes ya se considera gran ciudad. También percibo una mayor vertebración de la sociedad civil: cuando llegué a Majadahonda solo existían tres asociaciones, la de Comerciantes, la de Urbanizaciones y la de Vecinos. Hoy tenemos más de un centenar de Asociaciones de todo tipo. El tercer cambio ha sido pasar de una sociedad analógica a digital, tanto en términos tecnológicos como económicos o de opinión pública, con grupos multimedia profesionales como el nuestro o redes sociales abiertas, públicas y transparentes. Quisiera una reflexión suya sobre esto?

N. Foxá: Que Majadahonda ha evolucionado de ser un pueblo a una ciudad no tengo ninguna duda. Muchas de las cosas que he dicho en esta entrevista son consecuencia de eso. Cuando yo llegué, el poder de esos 3.000 vecinos que vivían en el centro del pueblo era enorme, era la gran mayoría de Majadahonda. En una ciudad sus problemas son de ciudad, no de pueblo. Y en eso es muy importante la personalidad del alcalde, eso hace que se le vote o no. Cuando una ciudad es más grande tienen mucho que ver las marcas, la marca PP, la marca PSOE… Eso influye en las elecciones, no cabe duda. En cuanto a las asociaciones, es un tema muy complicado: es verdad que hay más asociaciones pero ¿a cuantos representan?. Yo tengo grandes asociaciones en Majadahonda, como son la de Comerciantes o la de Urbanizaciones, pero hay otras que no lo sé. Cuando esas asociaciones son en defensa de los ciudadanos o colectivos para mejorar ciertas condiciones, pues está muy bien, pero cuando esas asociaciones lo que esconden son motivaciones políticas y de desgaste, yo no estoy nada de acuerdo.

La PAH prometió a los vecinos afectados parar el desahucio en Majadahonda

J. Bachiller: ¿A qué se refiere? N. Foxá: A que se revisten de un aura y de una legitimidad que no tienen, porque a lo mejor son 14 los que están detrás y además de los cuales 12 vienen de Madrid. Y voy a decir nombres: a mí se me presentó aquí la Plataforma Antidesahucios cuando no casi nadie era de Majadahonda y tienen una intencionalidad política. Decían que iban a defender a los de las Casas Rojas… No… iban a hacer una actividad política. Hasta los de las Casas Rojas les tuvieron que decir: “Mire, no, deje de defendernos porque lo que nos están haciendo es complicarnos la vida, vamos a salir de aquí y buscar soluciones”. Todo esto hay que medirlo muy bien. La Asociación de Vecinos de Majadahonda es una agrupación que yo no comulgo con sus ideas, porque hasta ahora ha tenido hasta presidentes integrando las listas de Izquierda Unida. Pero me parece muy bien, siempre que representen a un colectivo y sus motivaciones sean la defensa de los vecinos. Yo soy el alcalde de todos y tengo que serlo, pero hay otras asociaciones que a mí no me engañan, y espero que a los ciudadanos tampoco. Y esas asociaciones están promovidas por partidos que no tienen mayoría para intentar gobernar en Majadahonda. Eso yo no lo acepto y hay que desenmascarar todos esos movimientos.

Narciso de Foxá en el Gimnasio Físico

F. Utrera: Estos dos años han sido muy fructíferos para Majadahonda en materia deportiva, tenemos figuras en varias categorías ¿esto es gracias a los deportistas a los clubes deportivos o al modelo de gestión que los impulsa? N. Foxá: Creo que es el modelo de lo que tiene que ser la política deportiva del Ayuntamiento. Primero tiene que haber muchas instalaciones deportivas: a mí me critican mucho porque no hay suficientes, pero tengo que decir que un informe nos daba como el segundo o tercer municipio con mayores instalaciones deportivas de toda España. A lo mejor ya no lo somos pero que estamos entre los 20 primeros seguro. Y además con una variedad de instalaciones deportivas que seguro no tiene nadie a nivel municipal en la Comunidad de Madrid: campos de golf, gimnasios de 7000 socios con las últimas tecnologías, campo de rugby de hierba natural, pista de hielo, polideportivos… ¿Cómo es esa política municipal de deportes? Vamos mucho a que todo se agrupe con escuelas deportivas, que una determinada actividad la gestione una escuela que enseñe a los niños y a los jóvenes a practicar un deporte. Eso ha recibido críticas porque muchas veces hay muy poco espacio para el deporte libre.


Gol por la escuadra: más campos de fútbol para jugar al fútbol, pero por libre o con clubes nuevos

J. Rubio: En fútbol, por ejemplo. N. Foxá: Sí, en futbol. Nosotros tenemos cientos de niños practicando en la escuela deportiva del Rayo Majadahonda y estamos teniendo grandes éxitos, pero faltan campos de futbol para la gente joven que quiera practicarlo por su cuenta, que también tiene derecho. No me parecen bien las instalaciones deportivas en la calle, he tenido que cerrar una pista polideportiva por presión de los vecinos porque allí se hacía de todo menos deporte. Estoy muy convencido que no se puede hacer deporte sin cierto control de la instalación y porque se deteriora en cuestión de minutos. Pero también creo que van a hacer falta algunas instalaciones más, sobre todo en futbol, para la gente que quiera practicarlo por libre. Eso quiero arreglarlo en la segunda parte de esta legislatura: abriremos algunos campos de futbol para este tipo de público, y en resumen y para finalizar creo que los éxitos tienen que ver por la manera que estamos enfocando el deporte en Majadahonda.

 

Majadahonda Magazin