JORGE RUBIO. El alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, se comprometió ante el pleno del Ayuntamiento a que el colegio público San Pío de Majadahonda comenzaría a arreglarse este martes sin más dilación, aunque precisó: “son humedades, no goteras”. Tras una denuncia de los profesores y padres cursada en el registro municipal y cuya copia fue entregada a MJD Magazin, fueron varios los ediles que se manifestaron en favor de estas obras con carácter urgente. Mariene Moreno (Ciudadanos) se interesó por las obras de los colegios, y especialmente, por las relacionadas con estas humedades del San Pío X. Y no fue la única:
“Con 16 millones de superávit me daría verguenza salir a la calle y encontrarme con la directora del Colegio San Pío o con los padres de los alumnos”, añadió el socialista Zacarías Martínez Maíllo. Patricio Mackey (Somos) dijo que esta situación “afecta al Colegio San Pío y a muchos otros”, al tiempo que se quejó de la falta de oferta pública de espacios deportivos y culturales gratuitos: “la juventud no tiene nada que hacer salvo ir al centro comercial porque ya no se puede ni jugar al fútbol en los parques”.
El debate del Cementerio. Dos facturas atrasadas que debe pagar el Ayuntamiento no sirvieron para realizar un debate de altura sobre el futuro camposanto de la ciudad, algo que hubiera sido oportuno abordar. El lugar, coste, indemnización a los usuarios que pagaron por un nicho en el actual, etc… eran esperados por numerosos vecinos que se habían dirigido a MJD Magazin para ver qué ocurría con sus lápidas, cuya amortización ya ha sido comunicada por el Ayuntamiento. Fue el concejal de Urbanismo, Ricardo Riquelme (PP), quien tuvo que imponer la paz de los cementerios al afirmar que la legislación europea había cambiado. La centrista Mercedes Pedreira había tachado de “chapuza” la actual situación legal de la contrata pública: “como los muertos no se quejan, no pasa nada” afirmó irónicamente. Riquelme le cogió la palabra textual: “Si quiere cerramos el cementerio porque como los muertos no se pueden quejar… aunque eso sí: quienes se quejan son sus familiares. Y si no se paga el servicio, no se presta”.