Esta semana comparecen en la Audiencia Nacional los 11 testigos del saqueo del Ayuntamiento de Majadahonda que está siendo investigado en el «caso Gürtel» y la prensa se ha fijado en dos protagonistas del mismo: Gema Matamoros, esposa del ex alcalde Guillermo Ortega, y José Luis Peñas, conocido como «Pepe Peñas», «arrepentido» y confesor del robo. “En España, durante los últimos años ha habido mucha confusión con todo. Gema Matamoros, la mujer del alcalde de Majadahonda confundió un día a su esposo con un bolso de Loewe de 3.000 euros que le regaló Correa. Se fue y se lo colgó en bandolera creyendo que era a su marido al que llevaba asido al cuello. Le ocurrió algo parecido a Isabel Pantoja. Un día se despidió de Julián Muñoz en su despacho y se llevó las llaves de un apartamento en Guadalpín pensando que se llevaba al amor de su vida. Una confusión que tuvo también Maite Zaldívar con el propio Muñoz. Igual no es verdad, pero cuentan que fue a su despacho y, al despedirse, en vez de un sombrero se puso una papelera en la cabeza, pensando que la bolsa de basura de su interior era idéntica a las que Muñoz solía llevar a su casa. Y esta es la historia del señor P que les quería contar hoy. No la de los desórdenes cerebrales, sino la de los estereotipos machistas y de sumisión. Esos desordenes que provocan que, miles de años después de una dura lucha por la igualdad de género, haya mujeres que se feliciten porque sus parejas las confundieron un día con un florero. Y la Justicia, lo consideró luego probado”.


La declaración judicial de la esposa de Willy Ortega ha dado la vuelta a España y José Manuel Atencia la comenta en Diario de Sevilla a propósito del señor P., uno de los protagonistas del libro del neurólogo americano Olivar Sacks “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”: “No es la primera vez que me refiero a este ensayo, una recopilación de historias de pacientes con desórdenes cerebrales que se convirtió en un libro de éxito y que catapultó a la fama a su autor. El señor P. era un músico que tenía problemas para identificar las cosas, incluido a sus propios familiares, por lo que a menudo se dirigía hacia los objetos para entablar una conversación. Su mujer llegó a contar que una vez sorprendió a su marido intentando comunicarse con el picaporte de una puerta. El primer día que fue a la consulta, tras concluir la visita, el señor P. se dirigía a la salida para ponerse su sombrero y, ante la mirada incrédula del médico, agarró a su mujer para colocársela en la cabeza. Su cerebro no era capaz de ver la totalidad de las cosas, sólo identificaba detalles. De ahí que nunca relacionara la imagen con un todo”.

Y es que el caso traspasa fronteras. Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo) en la web «El Ciudadano» de Chile alude también a Majadahonda usando igualmente tintes históricos y literarios: «En todos los grandes escándalos, protagonizados por los poderosos plutócratas de la tierra, hay un personaje insignificante a los ojos de la sociedad que ha servido para exploten ante la opinión pública, mostrando la miseria de los ricos y poderosos. Sin Jeanne de Valois, jamás se hubiera producido el escándalo del collar de la reina, obsequiado por el cardenal de Rohan, que fue decisivo en el aumento del desprestigio de María Antonieta, que marcó derrotero en su camino a la guillotina. Gracias a la confesión de un funcionario, en un asilo de ancianos fue posible conocer el derrumbe del sistema político en Italia, desapareciendo la Democracia y el Partido Socialista. Si no hubiera sido por José Luis Peñas, ex concejal del pueblo de Majadahonda, que denunció las malas prácticas de su amigo, Francisco Correa, el caso Gurtel jamás habría sido investigado, (y Correa y Bigote, por ejemplo, seguirían haciendo de las suyas).
Fuentes:

El Diario de Sevilla

El Ciudadano de Chile

Majadahonda Magazin