Instituto de Colmenarejo donde se produjo el suceso

LIDIA GARCIA. «Su madre la encontró en su habitación, “llorando y adormilada”. La trasladaron al Hospital General Universitario de Villalba y de ahí al Puerta de Hierro de Majadahonda. Ahora tendrá que acudir cada semana a revisiones y tomar medicación para controlar la ansiedad. El caso de la niña de 13 años que era acosada desde las redes sociales por compañeras de clase que le afeaban su sobrepeso ha causado conmoción en la comunidad educativa madrileña. Ya tuvo que cambiarse antes de colegio y los profesores fueron incapaces de darse cuenta de lo que ocurría, mientras que la dirección del centro tampoco hizo nada. La Inspección Educativa ha acudido este martes (2 de marzo 2021) al Instituto Gregorio Peces Barba de Colmenarejo para recopilar información y conocer de primera mano si se tiene constancia del presunto acoso sufrido por una alumna que intentó suicidarse tomando 16 pastillas de diazepam. «Hasta la localidad también se han desplazado varias patrullas de la Guardia Civil para tomar declaración a profesores y alumnos después de que la madre interpusiese una denuncia», adelanta la cadena Cope. Y es que, según ha informado este lunes el diario ‘El Mundo’, una niña de 13 años se tomó el pasado jueves 16 pastillas de diazepam para intentar quitarse la vida tras ser víctima de acoso escolar por varias compañeras de su instituto. Llevaba años así. Un grupo de siete niñas se metían con ella desde que estaba en el colegio porque entonces tenía sobrepeso, situación que ha continuado en el instituto, pese a que no existe ningún expediente abierto al respecto.


El peligroso medicamento casi acaba con su vida

CUATRO AÑOS DE ACOSO ESCOLAR Y NADIE HIZO NADA. «La niña de 13 años se tomó el pasado jueves 16 pastillas de diazepam para intentar quitarse la vida tras ser víctima de acoso escolar por varias compañeras de su instituto del municipio de Colmenarejo (Madrid). La pequeña empezó a encontrarse mal en su habitación. Una prima suya dio la voz de alarma al acudir a visitarla. Cuando su madre subió a su estancia la niña estaba en la cama llorando y medio adormilada. No podía levantarse. Fue trasladada por sus familiares al Hospital de Villalba donde al llegar confesó que había tomado muchos comprimidos de un bote de medicamentos de su madre. Enseguida fue sometida a un tratamiento de carbón activado para disminuir la absorción del tóxico. Al día siguiente fue trasladada al Hospital Puerta de Hierro (Majadahonda). La menor ingresó en la Unidad de Psiquiatría debido a su estado de ansiedad. En un primer momento los especialistas recomendaron su ingreso al menos tres meses en esta unidad, pero finalmente ha regresado a su casa. Semanalmente deberá acudir al hospital para ser examinada y tendrá que medicarse a diario», señala El Mundo, diario que levantó la noticia.

LOS PROFESORES NO ACTIVARON LOS PROTOCOLOS PESE A CONOCER LA SITUACION. «Querían que no tuviese contacto con el exterior y que no pudiese manejar aparatos electrónicos, pero al final ella se ha mostrado arrepentida y ha reconocido sus errores», explica Charo, su madre. La pequeña llevaba al menos cuatro años sufriendo acoso escolar por parte un grupo de entre cinco y siete compañeras. Ha sido vejada por las alumnas en las redes sociales y amenazada y agredida en la puerta del centro. Las estudiantes tenían como principal pasatiempo menoscabarla y divulgar las ofensas en redes. El instituto Gregorio Peces Barba de Colmenarejo conocía la situación de la menor y había adoptado algunas acciones de prevención y de apoyo a la niña sin llegar a activar al protocolo por acoso. De momento, no se ha tomado ninguna medida disciplinaria contra las agresoras», indica el diario.

AGRESIONES Y ACOSO CRUEL DE SUS COMPAÑERAS DE CLASE. Y añade: «Desde los últimos cursos de primaria la menor sufrió las agresiones y el acoso cruel de varias compañeras en el colegio Las Veredas de Colmenarejo. En aquella época la niña tenía sobrepeso. Luego al pasar al instituto Gregorio Peces Barba del mismo municipio siguió el hostigamiento. En el recreo era insultada y humillada. A la salida del colegio se repetía la burla y las palabras despectivas contra la chica. La menor le contó a su madre sus problemas sin relatar todos los detalles más perversos. La madre lo trasladó a la dirección sin saber toda la gravedad del caso. El tutor, explica su madre, habló con las supuestas acosadoras, pero estas no cesaron en su asedio».

FALLAN LOS CONTROLES: RESPONSABILIDADES DE LA CONSEJERIA, DIRECTOR DE COLEGIO Y MAESTROS. «Para tratar de evitar conflictos su madre empezó a acompañarla al colegio. «El detonante que le llevó a intentar quitarse la vida es que estaba harta. Que no aguantaba más», dice su madre. «Estaba cansada de ser insultada, de que se riesen de ella por los pasillos y que en los grupos del instituto se mofaran de ella», agrega. El pasado viernes la madre de la niña se reunió con la dirección del centro. Señalaron que ellos desconocían que el acoso eran tan prolongado en el tiempo y que había un seguimiento de la niña. «Me dijeron que la veían alegre, que era un encanto y que incluso recordaban como traía galletitas y otras cosas por Navidad. Ellos no veían que estaba tan mal», se queja su madre. «Pero ya el otro día ante los psiquiatras contó todo lo que pasaba y como las alumnas la humillaban diciéndola: ‘díselo a tu mamá’», añade la mujer. Su progenitora asegura que ahora la niña se siente mal con ella misma. «Dice que debería haber pedido ayuda, pero tiene miedo de encontrarse con las chicas por la calle o por el instituto», dice la madre. Desde la Consejería de Educación desconocían el caso de esta niña. El equipo contra el acoso escolar relató que no hay ningún protocolo abierto por acoso sobre esta niña», concluye la crónica.

 

 

Majadahonda Magazin