«El que fue primer ejecutivo de la constructora DICO asegura que uno de los municipios donde más cohechos se pagaron es Majadahonda: “Ahí han cobrado el actual alcalde, Narciso de Foxá, y sus dos antecesores, Guillermo Ortega y Ricardo Romero de Tejada”, todos ellos del Partido Popular. Ortega está imputado en el sumario de la operación Gürtel (correa, en alemán), que instruye el juez Baltasar Garzón, lo que le costó su dimisión como gerente del Mercado Puerta de Toledo. “La operación de quitar a ‘Willy’ y poner a Narciso de Foxá la hicimos nosotros en la finca. A ‘Willy’ le pusieron un sueldo porque quería contarlo todo”. Así lo escribió el periodista de la revista «Interviú», Javier Chicote, familia del hoy popular «masterchief», cuando obtuvo la confesión de David Merino, ex-director general de DICO, la empresa constructora con «fuerte implantación en Majadahonda», según la denuncia que se llevó luego a la Fiscalía. Seis años después explotó la trama mafiosa en la hoy conocida como «Operación Púnica». Este fue el reportaje que profetizó lo que iba a pasar:
«Francisco Granados es el tío más sucio del mundo, a ése le he dado yo el dinero directamente”. David Merino, que fue director general de Operaciones y Estrategia de la constructora DICO-DHO, en la que trabajó entre 1997 y 2007, habla con rotundidad de la etapa en la que Francisco Granados fue alcalde de Valdemoro, entre 1999 y 2003. Merino era el máximo ejecutivo de la constructora; sólo recibía órdenes de los dueños. Hoy DICO es una de las grandes urbanizadoras españolas que integran la larga lista de empresas en suspensión de pagos. Merino dejó la compañía antes de su ruina y declaró hace 6 años a la revista «Interviú» lo que ahora ha estallado como «Operación Púnica»: “Pagábamos en todos los sitios donde construíamos. Hemos ‘actuado’ en Las Rozas, Majadahonda, Boadilla, Coslada, San Fernando de Henares, Villanueva del Pardillo… y muchísimo en Valdemoro cuando era alcalde Francisco Granados»
“En Coslada, otro Granados [se refiere al alcalde socialista Juan Granados, que gobernó entre 1999 y 2003] también cobraba”. Los intentos de esta revista para obtener la versión de Juan Granados han sido infructuosos. David Merino se calla cuándo, cómo o cuánto dinero dio a sus sobornados: “Eso se lo diré al juez o al fiscal”. DICO-DHO ganó en Boadilla, perla del urbanismo madrileño, las licitaciones para la construcción de un centro de formación municipal (7,45 millones de euros), un pabellón deportivo (7,5 millones), una residencia-centro de día para mayores (5,5 millones) y un centro empresarial (2,8 millones). “Arturo no sólo cobró dinero, también le invitamos a varias cacerías en las fincas ‘La Parrilla’ (en Los Yébenes, Toledo) y ‘Los Berrocales’ (en Almadén, Ciudad Real)”. En esas monterías a las que invitaban a políticos no faltaba de nada: “Son a todo lujo, las mejores fincas de España, venados a casca porrillo, los que quiera matar cada uno, las comidas, los cartuchos, los hoteles… absolutamente todo pagado por la constructora, hasta las putas”. Según el relato de Merino, el alcalde que así lo pedía disfrutaba de los servicios de las prostitutas en la finca, en el hotel en el que se alojaba o en clubes cercanos, adonde iban de madrugada».
«La Fiscalía tiene noticia de delitos en casi todos los municipios mencionados, y en Ciudad Real, Toledo y Cádiz, aunque en las actas notariales la lista es más reducida. Merino prefiere no revelar las cantidades satisfechas ni las obras por las que pagaron: “Yo con quien tengo que hablar es con un juez”. Sí ha relatado a interviú cómo se hacían las entregas del dinero: “El alcalde o el funcionario de turno viene un rato a la oficina, vas tú al ayuntamiento, o a su casa, o quedas en una rotonda, en un bar de caza… a comer o en un bar de putas. Pero si pagas ahí, alguno se deja un trozo del sobre”. Algunas escenas que describe son de película de Berlanga: “Yo he tenido que pagar una cuenta de 42.000 euros en el Vive Madrid [un exclusivo club de alterne] donde tuvimos a un concejal y varios constructores tres días sin salir de allí, en un reservado con jacuzzi y putas por todas partes. Allí unos tíos desnudos negociaban la construcción de un parquin. La comida la traía un camarero con pajarita del cáterin de José Luis. Y yo me pregunto: «¿Esto no se puede hacer en una puta oficina? ¡Hay que negociar un parquin en un burdel!»”.
«Merino se frustra porque el proceso no va como a él le gustaría. Dice que teme por su familia, y espera que las autoridades judiciales le brinden protección. “Yo no me he hecho millonario. Los que se llevaron la pasta fueron los dueños de la constructora”. Nadie de DHO ha contestado las llamadas de esta revista en el intento de recabar las versiones de Julián Giménez de los Galanes y Francisco Colado, los propietarios del grupo constructor. Foxá aseguró que todo es mentira y manifestó su intención de enviar un requerimiento notarial para que el constructor reafirme sus acusaciones. Los intentos de obtener la versión de Ortega y la de Romero de Tejada no han dado resultado», concluye Javier Chicote.
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