Isabel Winkels es socia fundadora y secretaria de la Plataforma Familia y Derecho

LIDIA GARCIA. «¿Por qué hay tan pocos juzgados especializados de Familia?», le pregunta la periodista María Marañón a Isabel Winkels (Madrid, 1964), abogada especializada en derecho de familia que hace 10 años fundó la sección de Familia en el Colegio de Abogados de Madrid. Luego, constituyó con otro grupo de jueces, abogados y amigos la Plataforma Familia y Derecho, cuyo objetivo es lograr la especialización de todos los Juzgados de Familia ya que el mayor tipo de procedimiento judicial en España es el de Familia. Y ella responde: «Realmente no lo sé, porque hay fórmulas para que todos los ciudadanos puedan tener acceso a un juez especializado en materia de Familia. Es que, de facto, tenemos ciudadanos de primera y de segunda. De primera, quienes viven, por ejemplo, en Madrid capital donde hay 14 juzgados especializados en familia, con un fiscal adscrito que está en todas las vistas y con un equipo técnico adscrito compuesto por un psicólogo y un trabajador social. La media de resolución de los conflictos contenciosos está entre 6 y 8 meses. Pero si vives en Majadahonda, te toca un juzgado mixto donde el juez, además de dirimir las medidas inherentes a tu ruptura, levanta el cadáver de un accidente de tráfico, un robo con fuerza, un desahucio por falta de pago, una negligencia médica… Hay colapso de los juzgados, y gordo. En unos sectores más que en otros. En laboral es tremebundo. Y en familia también. En Madrid son más ágiles, pero en los juzgados no especializados se acaba produciendo el colapso perfecto y la familia queda empantanada».


María Marañón

Isabel Winkels está actualmente recogiendo firmas para promover y crear la especialización de Juzgados de Familia en todo el territorio nacional. Por eso declara este 2 noviembre (2022) en «El Español«: «Una mala custodia afecta al desarrollo del menor», ya que en 2021, hubo un 12,5% más de divorcios (86.851) que en 2020, la custodia compartida aumentó ligeramente hasta un 43.1% y en el 53.1% de los casos se otorgó a la madre. ¿Cómo interpreta estos datos?. –Creo que está empezando a haber conciencia, aunque todavía no es suficiente. Lo cierto es que el Tribunal Supremo (TS) es uno de los principales igualadores en cuestión de corresponsabilidad y de coparentalidad entre hombres y mujeres, contradiciendo el propio código civil. El TS dice que quien quiera esa custodia compartida tiene que acreditar una implicación previa, porque la custodia debe pilotar sobre el bienestar de los hijos. Y eso cómo se demuestra: manteniendo los criterios pasados de cara al futuro. A mí me vienen muchas veces parejas jóvenes que quieren saber, inteligentemente, cómo se regula esto. Un 56% de las parejas entran en crisis. A él le digo: desde el minuto 1, ponte las pilas. Si hay que llevarlo al médico o pedir una baja porque el niño está enfermo, os turnáis. De igual modo os turnáis con las tutorías, las actividades… Cuando hay esa corresponsabilidad, no hay mujer que se oponga a la custodia compartida.

Hay quejas recurrentes de que los jueces no se leen los informes en un juicio por divorcio o separación y de que la resolución queda al albur. –En los juzgados de familia especializados, los jueces normalmente entran en sala con los informes leídos o estudiados. En un juzgado mixto hay una falta de tiempo absoluta. Antes de la vista, el juez ha podido tener una guardia de detenidos. Si encima tienen las competencias de violencia de género, ni te cuento. Las materias de familia son cada vez más complejas. Existen distintos tipos de familia, gestaciones subrogadas… Muchos temas internacionales -como adopciones y sustracciones internacionales- son cada vez más frecuentes. Todo eso tiene una mecánica. La conoces y la resuelves rápido, o bien se corre un riesgo de tener resoluciones que son auténticos disparates.

¿Qué se puede hacer cuando un progenitor manipula a los hijos contra el otro?. –Es dificilísimo. Ahí, los juzgados, con el equipo psicosocial que atiende al niño, tienen la capacidad -advirtiéndolo- de hacer un cambio de custodia, porque la prioridad es preservar al niño de una manipulación… No es fácil. Además, acabas encontrándote niños bomba. Que un progenitor contra el otro, el otro contra el uno… ¿Y sabes al final muchas veces lo que pasa?. Que ninguno de los dos acaba queriendo su custodia, porque han conseguido convertirlo en un niño malcriado, odioso, impertinente, que insulta… Al final, el niño explota, empieza a hacer pellas en el colegio…

Hay unos 90.000 divorcios o separaciones al año, más todos los casos que recurren... –El mayor tipo de procedimiento judicial es el de familia. Es el que más afecta a la ciudadanía y en muchas ocasiones se resuelve sin especialistas. Si tuviéramos unos buenos procedimientos, disminuiría la violencia de género. ¿Cuándo se llega a los momentos de agresividad dentro de las familias? Cuando los procedimientos se cronifican con resoluciones nada pacíficas y muy dilatadas en el tiempo. Una mala custodia afecta al desarrollo del niño que, en ocasiones, acaba convirtiéndose en niño bomba, o cuyos padres acaban pidiendo órdenes de alejamiento para sus hijos. No siempre, pero en muchos casos se debe a resoluciones mal adoptadas y procedimientos infinitos de familia. Todos tenemos esos expedientes en los que casi ves crecer a los niños. Un horror. Otro de los puntos de nuestro programa es seguir promoviendo la especialización, intentar incidir en las reformas legislativas necesarias para que esto finalmente sea contemplado por el legislador. Además, se comprometieron a ello.

 

Majadahonda Magazin