Jaime Gona es hijo del célebre productor de cine Juan Gona

LIDIA GARCIA. Jaime Gona es uno de los responsables de los Cines Zoco Majadahonda, asociación cultural sin ánimo de lucro compuesta por los vecinos de la zona Oeste de Madrid. «Actualmente cuentan con unos mil socios y, a efectos prácticos, funcionan como un cine normal y corriente. Tienen cuatro salas. La sala 1 tiene 195 butacas, la dos 168. Las salas tres y cuatro, 55 butacas cada una. “Ahora mismo estamos valorando todas las opciones” explica Jaime a Santiago Alverú, periodista del suplemento «Cinemanía» del diario «20 Minutos». “Nuestra idea es abrir cuando el resto de los exhibidores abran, conservando la normalidad y la coherencia con el resto de la industria, con la que mantenemos el contacto. Pero, al mismo tiempo, estamos evaluando todos los gastos: alquileres, electricidad, material de seguridad, etc. Y, por supuesto, hablando con los trabajadores, que ahora mismo se encuentran en un ERTE. Digamos que nos enfrentamos al diseño de un plan de negocio para las próximas semanas”. La viabilidad es importante, pero inspira ver que no es el único criterio. “Al ser una asociación cultural sin ánimo de lucro, también proponemos abrir por cumplir una función que creemos necesaria, la de ofrecer actividades culturales a aquellos que estén interesados”. Otra de las preocupaciones de las salas es ofrecer seguridad e higiene a los espectadores. Esta es la entrevista:


Jaime Gona comenzaría con «invisibles» de Gracia Querejeta

¿Se pueden unificar medidas? -Es muy difícil porque la distribución y estructura de cada cine es única. Al final el criterio es el sentido común. Igual que las peluquerías abren y desinfectan entre corte de pelo y corte de pelo, en el cine pasará igual. Habrá que reforzar limpieza, espaciar sesiones, etc”. La programación de las salas hasta que el flujo de estrenos vuelva a la normalidad es otra gran incógnita. ¿Veremos reposiciones, clásicos, películas que estaban en cartelera hace dos meses? Imagino que lo normal será empezar con películas que ya estaban en cartelera y luego, poco a poco, empezar con algún estreno que vaya llegando. Por poner un ejemplo: «Invisibles», de Gracia Querejeta, estaba teniendo una progresión muy buena hasta el parón. Si hemos confiado en esta película, lo lógico es seguir haciéndolo después y apoyar al distribuidor que ha confiado en tu sala. Por último, ¿cómo creen que reaccionará el espectador?La incertidumbre es grande. No sabemos cómo va a comportarse la gente, igual que no lo saben otros negocios. No queda más remedio que abrir, ver cómo funciona todo e ir superando fases y etapas hasta llegar a la normalidad. Nosotros tenemos suerte, somos un cine pequeño con mucho trato con nuestros espectadores. Muchos nos han pedido que abramos pronto, echan de menos ir a las salas. Somos optimistas”, concluye.

 

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