JOSÉ Mª ROJAS CABAÑEROS. «La insoportable levedad municipal (II): El Gobierno». ¿Por qué una persona elige entrar en política activa y presentarse a un cargo en unas elecciones?. Es una cuestión que siempre me ha inquietado, pues intuyo que son más los inconvenientes que las potenciales ventajas. Obviamente, alguien pensará cómo planteo esa pregunta, habiendo militado durante 6 años en una formación política. Lo que ocurre es que sólo estuve en las bambalinas, colaborando en distintos aspectos del terreno de las ideas, y cuando participé en alguna lista electoral únicamente fue a modo testimonial y en puestos que garantizaban que jamás saldría elegido (últimas posiciones). Sin ninguna ironía, manifiesto mi admiración por todos aquellos que asumen cargos electivos, dada la responsabilidad, visibilidad y desgaste que conlleva. Tal vez, el tema económico (en algunos casos un sueldo y/o dietas por cuatro años) lo justifique o la erótica del poder, pero no lo creo: en mi opinión es el deseo de contribuir a una mejora social, siguiendo determinadas ideologías de actuación, lo que impulsa a salir del anonimato. Por eso, siento una profunda nostalgia de lo que pudo ser y no ha sido, cuando las ejecutorias no se corresponden a lo que debería haberse realizado. Y eso es lo que ha pasado con el gobierno PP-Vox en el Ayuntamiento de Majadahonda.
La realidad es más compleja que cualquier simplificación con la que pretendemos definirla y cada día estoy más alejado de la dicotomía de buenos y malos, por eso es mejor centrarse en los hechos. Siguiendo la metodología de la falsabilidad de Karl Popper, en la que traslada a la política la detección temprana del error (para limitar sus consecuencias) como fundamento esencial de las democracias liberales (únicas democracias reales), la ejecutoria PP-Vox en Majadahonda ha consistido en una reiteración contumaz de disparates a cual más grave, aquí va una muestra: 1- No saber calcular el área de un campo de rugby. 2- Ser considerados por una asociación independiente como el gobierno con el peor concejal de urbanismo de España. 3- Ausencia de ayudas efectivas para la reactivación económica después de la pandemia. 4- Impedir el democrático derecho de ruegos y preguntas de los vecinos en los plenos, 5- Cierre de la piscina de Huerta Vieja.
6- Abandono de aceras, además de las infraestructuras de muchos colegios. 7- La chapuza del olvido (“limbo”) en la renovación del contrato del Servicio de Estacionamiento Regulado y especialmente el escándalo en las facturas por las máquinas quitanieves tras la tormenta Filomena (ya por sí dudosa de entender la adjudicación a una empresa con experiencia en vinos, pero no en estos menesteres, teniendo que subcontratar el 100% de la prestación del servicio) con duplicidades a Majadahonda y Las Rozas, llegando a facturar por teóricos trabajos de más de 24 horas al día (quizás siguiendo la relatividad espacio-tiempo), etc.
Lo más grave del escándalo Filomena ha sido el obstruccionismo informativo del equipo PP-Vox de Majadahonda, oponiéndose a cualquier comisión de investigación y totalmente diferentes a sus correligionarios de Las Rozas. Además, la actitud hacia Ciudadanos (Cs), el principal grupo de la oposición, rayó en el matonismo al intentar amedrentarles al declarar el alcalde que «existía la posibilidad de que fuesen demandados en el futuro por las indagaciones y comentarios que habían hecho durante la sesión plenaria”, algo que al final ocurrió por una de las empresas y que judicialmente terminó favorable al grupo municipal de Cs. Vox ha perdido en Majadahonda la posibilidad de regenerar la vida pública en este municipio y es muy difícil que el partido conservador no pague las consecuencias en los comicios de la próxima primavera: sinceramente, pienso que los 3 ediles son personas bienintencionadas, pero en su cometido han parecido figurantes de la película jamás filmada de Paco Martínez Soria («La política no es para mí»). Lo mejor es que se centren en su labor profesional y dejen estos años para el olvido.
Respecto al grupo municipal del PP, sólo decir que su comportamiento en Majadahonda –en especial el del actual alcalde– es un ejemplo de ese PP inane y desnortado de Pablo Casado y Teodoro García Egea que estuvo a punto de destruir el centro-derecha español: es de esperar que Ayuso les lapide políticamente, pero siempre hay un roto para un descosido y los enjuagues de equilibrio dentro de los partidos pueden producir monstruos que la razón no entiende. Varias décadas de regidores del PP en Majadahonda y la vacuidad se repite como el día de la marmota. (Continuará)
Buen análisis Sr. Rojas, sobre los despropositos de PP y VOX durante estos cuatro últimos años en el Ayuntamiento de Majadahonda.
Espero que efectivamente Ayuso los defenestre, sería muy malo para Majadahonda que estos politiquillos repitieran.
Y cada vez que logramos refutar una teoría de este tipo, hacemos un nuevo descubrimiento importante. Porque estas falsificaciones son las más importantes. —Karl Popper
Karl Popper ha entrado al chat
Adam Smith, John Stuart Mill, John Locke, Milton Friedman, FA Hayek, Karl Popper. Bloque Ost y Unión Soviética de ayer; Venezuela, Nicaragua, Cuba y Corea del Norte hoy, frente a Occidente y el Sudeste Asiático. El estatismo-socialismo falla, en todas partes y siempre, frente a los mercados libres y el poder adquisitivo social.
Gran artículo de D. José María Rojas sobre este estatismo anacrónico de PP y Vox en Majadahonda, tomamos nota.
D. Jose Maria, no solo en politica ocurren estas cosas, por ejemplo nuestra amadisima presidenta local de Cruz Roja de Majadahonda (que por cierto no es de Majadahonda, y su llegada me ha recordado mucho a los alcaldes paracaidistas) tiene una sola ambición….seguir perteneciendo al Comité Autonomico de Cruz Roja. Y para lograrlo sacrificará lo que sea necesario, no por el bien del municipio, sino por su carrera «politica» en la institución.
Desgraciadamente Cruz Roja se parece más de lo que pensamos a un partido politico en la eleccion de cargos, camarillas, grupusculos etc.
Pero gracias a los voluntarios y no a la dirección, sigue dando el servicio social y publico que le ha dado su prestigio.
Afortunadamente, cada paso que daban era conocido de inmediato en Madrid.
El viejo Goya lo decía: «El sueño de la razón produce monstruos», y yo le agrego (tenemos confianza), «y el silencio los alimenta». Gracias por tu buen hacer.