FEDERICO UTRERA. *Doctor en Comunicación Audiovisual, editor, escritor y periodista. Prosigue la conversación entre el científico José María Rojas Cabañeros, vecino de Majadahonda que trabaja además en el Instituto Carlos III ubicado en esta misma ciudad y que en este mes de marzo (2023) concluye en su apartado sobre Educación y Cultura. En próximos capítulos entrará de lleno en la actualidad política local, regional y nacional, pero antes abordamos el alto índice de paro entre los licenciados universitarios y le comento que «existe un baremo que se intentó implantar, pero una resistencia feroz de algunas universidades, unas menos que otras, lo impidió: es el “criterio de empleabilidad” en el área en el que te has formado. Saber cuántos licenciados en derecho terminan vendiendo seguros y quizás siendo más prósperos, pero no ejerciendo la profesión sobre la que se han formado. A ese “índice de empleabilidad” algunas universidades le tienen pánico. Y él responde: «Sí, medir por ejemplo cuantos odontólogos acaban poniendo su clínica odontológica o trabajando para otros. Para saber eso tenía que existir una Agencia Estatal que lo comprobase y cambiar la forma de designación de los Rectores…».
Federico Utrera: En efecto, la designación de los Rectores por los propios profesores que luego son elegidos por el Rector para ejercer sus altos cargos. O el sistema de votación estamental, más propio del Medievo, que todavía pervive hasta en su propia nomenclatura académica. Pasa lo mismo con la industria alimentaria, que el Estado ha abandonado por completo su labor de control... José Mª Rojas: –Sí, por eso hay gente que ha huido de la enseñanza, es un sistema que es muy de macuto. La enseñanza previa, incluido el bachillerato, sigue siendo muy caótica y luego está el tema del pedagogismo, que son estas personas que nunca han dado clase, no saben de tu materia y te quieren decir como debes impartir tú esa materia. Muchos modelos teóricos no funcionan en la práctica. Y ya para acabar, decir que los estudios no se plantean de acuerdo con el conocimiento científico del cerebro. El sistema nervioso no es un ente fijo, sino que está desarrollándose y acaba su formación completa en la corteza prefrontal entre los 23 y 25 años, periodo de madurez.
¿Y que influencia tiene en la Educación? –Es esa última parte la que se desarrolla con las funciones de empatía y socialización, control personal y saber aplazar el premio de un acto, concepto de sacrificio que impide irte de copas para obtener placer o distracción y dejar lo que estás haciendo… Los anglosajones están barajando ahora el criterio neurológico. De hecho lo aplican desde antiguo, tal vez por serendipia: los primeros estudios en los Colleges americanos se usan para obtener un título muy generalista, como por ejemplo en Business y es el que utilizan luego algunos deportistas para colocarse en el ámbito profesional. Otros lo que hacen es realizar estos cursos, trabajar (que siempre ayuda a madurar), pedir un préstamo y «aplicar» (pedir la admisión) luego a las universidades norteamericanas importantes. Lo hacen con una edad y un bagaje personal en el que ya sabes lo que quieres. El estudiante de bachillerato está peor formado en Estados Unidos que en España, pero el estudiante norteamericano de universidad de élite está mejor formado que el español.
Pues aquí termina la primera parte de la entrevista, que hemos dedicado sobre todo a la Educación, qué es a lo que más tiempo debemos dedicarle, y también a la Cultura. Le hemos prestado muy poco tiempo a la Literatura y a la Poesía, que son nuestras dos debilidades, pero para no aburrir o acabar con la paciencia de nuestros lectores de MJD Magazin ahora es el turno de la política. Y a eso quiero dedicarle la próxima parte de esta interesante y didáctica conversación, porque ese era el motivo inicial de la misma. (Continuará).