Juan Carlos Barrasús Herrero, filósofo y vecino de Majadahonda

MIGUEL SANCHIZ. Juan Carlos Barrasús Herrero es protagonista de la sección «Gente Maja que se Moja» de este sábado 11 de junio (2022) como licenciado en Filosofía con estudios de Grado en Geografía e Historia y estudios predoctorales también en Filosofía. Asimismo ha estudiado idiomas en Alemania y ha disfrutado de una beca de investigación predoctoral en Nueva York. Ha publicado artículos como autor y coeditado una breve monografía de carácter interdisciplinar en revistas nacionales e internacionales. También ha participado en el movimiento de “Jóvenes filósofos y Resistencia». Y como majariego ¿qué es lo que más y menos le gusta de su ciudad?: «Cuando yo nací mis padres vivían en Majadahonda y posteriormente he pasado mucho tiempo durante mi adolescencia en esta pequeña ciudad. Desde hace ya más de 10 años vivo en este municipio. Tengo muy buenos recuerdos de estos tres periodos de mi vida. A mí, personalmente, me gusta especialmente el carácter internacional de este bello lugar. Por ejemplo, la posibilidad que la ciudad ofrece de poder, por ejemplo, acercarse a la variedad de comercios, cafeterías y restaurantes existentes. También me gusta el diseño urbanístico del centro de la ciudad: las avenidas arboladas y la zona peatonal. También disfruto, como mi ex-mujer (soy divorciado), de la compañía de plantas existentes en las avenidas, como, por ejemplo, las petunias y algunos árboles también de carácter internacional. Los servicios públicos e instalaciones no dejan de facilitar la vida. Estos son sólo algunos de los ejemplos de las cosas que me gustan de la ciudad y en general debo decir que me gusta mucho vivir en la ciudad que me vio nacer.


Miguel Sanchiz en su sección de entrevistas

Usted ha escrito un artículo sobre las relaciones de poder existentes entre hombres de letras y hombres políticos en la Antigua Roma, ¿Qué podría decirnos al respecto? –Mis conocimientos al respecto no son muy extensos ni, pienso yo, muy relevantes u originales. El mío fue un estudio parcial sobre algunos textos pertenecientes a dos momentos históricos bien distintos de la Historia de Roma. Por un lado pude leer algunos escritos pertenecientes al período final de la República de Roma, por otro lado conozco también, un poco por encima, algunas obras posteriores de la primera centuria del Principado romano. No pretendí fijarme en cuestiones biográficas de estos hombres de letras, como por ejemplo, la relación real que estos pudieran haber tenido con los hombres que en ese momento podrían haber detentado poder político sino más bien en las relaciones de poder implícitas, como creo que apuntó Michel Foucault en alguno de sus textos. Escribí sobre algunas piezas de oratoria, escritos historiográficos o de carácter más filosófico de autores como Cicerón o Séneca entre otros. Me interesaba ver si en la práctica de estas disciplinas se había ejercido siempre una tarea de distanciamiento o crítica respecto del poder político o si esto no había sido así. No lo escribí pensando que el texto resultante pudiera ser nada similar a un trabajo ni remotamente acabado ni menos aún definitivo sobre un tema tan amplio como éste.

¿Se puede aprender algo que sirva para hoy del mundo romano y antiguo en general? –Sospecho que, aunque el mundo antiguo en general y el mundo romano antiguo en particular, sean tan distintos de mundos históricos posteriores como el nuestro, algunos tipos de relaciones implícitas de poder no tienen porque haber variado tanto desde el punto de vista socioeconómico o cultural. Y, por tanto, conocer este tipo de relaciones de poder del pasado podría permitirnos conocer lo que se ha hecho en mundos históricos posteriores e incluso, de una mejor manera, con una luz y perspectiva más adecuada, lo que se hace o se puede hacer en otros momentos históricos o incluso en nuestro mundo de hoy. Hipótesis ésta que debería ser confirmada o descartada. Encontré algunas relaciones de poder que podríamos calificar, siguiendo a E. De la Boétie, como de servidumbre voluntaria, algún ejemplo de confrontación oratoria y algún otro ejemplo de camino intermedio entre la confrontación abierta y la servidumbre. En cualquier caso, escribí algo que pensé que podría ser el inicio de un estudio que podría ser posteriormente ampliado.

¿Qué papel desempeña hoy la filosofía? –Yo no soy la persona más adecuada para responder a esta pregunta. Pienso que la filosofía, en su dimensión histórica, debería permitir entender no sólo cuáles han sido los problemas y las preguntas filosóficas que han existido o existen y las soluciones o respuestas que a éstos se han dado en el pasado, sino sobre todo las razones por las que han aparecido tales problemas y respuestas. Conocer la génesis de los problemas filosóficos del pasado facilita también poder plantear con una perspectiva más adecuada los problemas y preguntas del tiempo presente. También permite familiarizarse con los problemas y debates filosóficos que aún están vigentes en el presente y que no parecen ser absolutamente reducibles a problemas estrictamente científicos, técnicos o similares. Incluso reflexionar sobre problemas que surgen de actividades como la búsqueda del conocimiento en general, la actividad científica, la vida religiosa o la actividad artística entre otros. También parece que puede haber problemas filosóficos vinculados con la vida o existencia humana en general y no necesariamente con problemáticas históricas concretas. Por ejemplo, si Dios existe o no es un problema que cobra especial sentido en sociedades organizadas política y socialmente en torno a la figura de Dios, lo cual no impide que este problema pueda ser planteado por individuos o grupos que viven en sociedades en las que la figura de Dios ya ha perdido cierta relevancia.

 

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