SERVIMEDIA. La Audiencia Provincial de Madrid (C/ Santiago de Compostela, 96) juzga este lunes 3 de junio de 2019 a partir de las 10.00 de la mañana a 13 jóvenes acusados de participar en una pelea en las fiestas de Majadahonda durante la madrugada del 22 de septiembre de 2013, por lo que la Fiscalía pide que sean condenados a penas de 1 a 2 años de prisión. La Fiscalía Provincial de Madrid pide esas penas por el delito de desórdenes públicos y se les reclama un año para cada uno y para siete de ellos se añade una petición de penas que oscilan entre tres meses de prisión por un delito leve de lesiones a un año por un delito de atentado contra agentes de la autoridad. El escrito de acusación recuerda que, sobre las cinco de la madrugada del 22 de septiembre de 2013, una gran cantidad de personas “en su mayoría jóvenes” estaban concentrados en el recinto ferial y zonas aledañas donde se celebraban las fiestas patronales de Majadahonda. “Sin que conste el motivo concreto, en un momento dado comenzó una reyerta tumultuaria en la que participaron activamente varios jóvenes con un comportamiento violento, llegando a agredir a otros, por lo que fue activado el grupo de guardias civiles de paisano para proteger la seguridad de las personas”, señala la Fiscalía. Todas las detenciones se practicaron entre las 4.30 y las 5.15 horas. En la primera de ellas un agente resultó herido tras recibir un golpe con un objeto contundente propinado por Raúl Alonso Casasola mientras que otros dos acusados, Rodrigo Sánchez Elvira y Christopher Alexander Granda González, intentaron agredir a otros dos agentes cuando iban a ser detenidos.


Los agentes observaron cómo un grupo de alguno de los participantes en la reyerta estaban utilizando medios o instrumentos “peligrosos para la vida o integridad física” como botellas de cristal “creando un grave riesgo para la seguridad de los asistentes”. A raíz de practicar las primeras detenciones y de que fueran trasladados los detenidos a una zona de seguridad un grupo de 70 personas “aproximadamente” rodeó dicha zona y comenzó a lanzarles piedras y botellas de vidrio. Al resto de los jóvenes que se sentarán en el banquillo de los acusados, como los tres y citados, se les imputa un delito de desórdenes públicos a los que en algunos casos se les añade el de atentado contra la autoridad (los que intentaron agredir al grupo de guardias civiles) o el de lesiones (a los que provocaron heridas a los agentes).

LA CRÓNICA DE ÁNGEL CALLEJA EN «20 MINUTOS«. La fiesta acabó mal en Majadahonda. Este domingo, las celebraciones en honor al Santísimo Cristo de los Remedios tocaban a su fin, un grupo de 200 jóvenes se enfrentó a pedradas y botellazos con los agentes de la autoridad en el recinto ferial de la localidad. El resultado fue de 16 chavales detenidos y 17 agentes heridos, ninguno grave. La reyerta comenzó a las 5.30 horas, cuando agentes municipales de paisano rescataron de una pelea a un chico que sangraba abundantemente por la nariz. En medio de la confusión, los acompañantes del herido pensaron que se trataba de una detención, por lo que comenzaron a increpar a los policías. De los insultos se pasó a las amenazas y a los lanzamientos de piedras, latas o botellas de cristal contra los policías locales y los guardias civiles que conformaban el dispositivo de seguridad, explicaron a 20minutos testigos presenciales. Algunos de los espectadores llegaron a grabar los incidentes con sus teléfonos móviles. Al verse «rodeados» y «desbordados», según fuentes del Instituto Armado, los uniformados solicitaron la intervención de una unidad de 18 personas de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, la sección antidisturbios de la Benemérita, que cargó hasta disolver la trifulca.

José Antonio Carnevali

Los 16 detenidos fueron acusados de alteración del orden público y atentado a la autoridad. Cinco guardias civiles y una docena de policías sufrieron heridas de diversa consideración, aunque ninguno tuvo que ser ingresado. Exigen explicaciones: Los grupos municipales de la oposición mantuvieron este lunes una reunión urgente con el concejal de Seguridad, José Antonio Carnevali, para pedir explicaciones sobre lo sucedido, ya que el Ayuntamiento no informó públicamente de los incidentes. Según el equipo de gobierno, la reunión fue «cordial» y en ella se certificó el apoyo a la actuación policial. De cara a las fiestas, el Consistorio anunció un dispositivo especial para el recinto ferial. En el participarían 250 miembros de la Policía Local y la Guardia Civil que se organizarían en tres anillos de seguridad. El primero consistiría en controles en las carreteras y calles de acceso que actuarían como «filtro de contención para personas o grupos susceptibles de alterar el orden público». El segundo se colocaría a las puertas del recinto, donde se repartirían 10.000 envases de plástico y se impediría la entrada de vidrio. El tercero lo conformarían 40 agentes de paisano «para detectar y neutralizar a aquellos individuos sospechosos de generar violencia» en el interior.

La entonces cúpula del PP con Carnevali (2013)

«El primer control atascó los accesos y, sorprendentemente, no levantó ni un acta de intervención de armas u objetos peligrosos. El segundo no sirvió para nada, porque se introdujeron botellas de cristal a través del parking y de los agujeros en la valla del recinto. Y dentro solo había 18 policías locales y un sargento a la hora de los hechos. A pesar de haber miles de personas reunidas, ningún mando de rango medio o alto estaba presente para tomar la decisiones. Ni el alcalde [Narciso de Foxa, PP] ni el concejal de seguridad se personaron después», relato un portavoz del sindicato policial CPPM. La central solicita la dimisión de Carnevali, al que responsabiliza de lo ocurrido por decidir unilateralmente sobre el dispositivo. Para el Consistorio, sin embargo, la petición no se sustenta: «Gracias a que el dispositivo ha funcionado con eficacia, no ha habido males mayores y se ha conseguido evitar situaciones más peligrosas».

El Colectivo Profesional de Policía Municipal de Majadahonda emitió este comunicado explicando su actuación en los disturbios de ese «sábado negro» de 2013 en las fiestas de Majadahonda. Y aunque hoy, 6 años después, la mayoría de sus peticiones de seguridad ya se cumplen a rajatabla (vallado del recinto, cacheos para detección de armas blancas, prohibición de vidrios, etc…), debe quedar como recuerdo de ese «sábado negro» en el que falló gravemente el dispositivo de seguridad y unos jóvenes delincuentes camparon a sus anchas burlándolo: «Sobre las 5:30 horas del domingo, en plena hora punta para la seguridad de las fiestas, un inicio de reyerta hizo intervenir a los agentes que se encontraban de paisano en el recinto ferial, momento en el que unos 200 jóvenes comenzaron a lanzarles piedras y botellas. La situación llegó a tales extremos de peligro para la seguridad, que se hizo necesaria la intervención de la unidad antidisturbios de la Guardia Civil». El balance, unos 20 agentes heridos entre policías locales y guardia civiles y unos 18 detenidos por atentado a agentes de la autoridad y grave alteración del orden público, con el consecuente riesgo para los ciudadanos.


José Antonio Carnevali, Narciso de Foxá y el entonces jefe de la Policía Local, Estanislao Gil Sacristán.

«Los hechos se produjeron en plena hora punta de riesgo para la seguridad durante las fiestas, la madrugada del sábado al domingo, lo que sorprende a estas secciones sindicales es que tan solo un sargento se encontrase de servicio. Los suboficiales, el oficial jefe (Estanislao Gil), el concejal de seguridad (Carnevali) y el alcalde (Foxá) ya no estaban y pese a la gravedad de lo sucedido, ni el concejal de seguridad ni el alcalde se personaron en el lugar para interesarse o tomar decisiones por lo sucedido. El dispositivo de seguridad diseñado por el concejal de seguridad antes de las fiestas, consistente en 3 anillos de seguridad, falló estrepitosamente, los controles preventivos se convirtieron en desvíos de tráfico en las glorietas que colapsaron los accesos al municipio, prueba de ello es que no se hizo ningún acta de intervención de ningún arma u objeto peligroso».

José Antonio Carnevali en una imagen reciente

«El control de acceso al recinto para prevenir la entrada de botellas, fracasó como se comprobó desgraciadamente con la lluvia de botellas que sufrieron los agentes, por no haber vallado eficazmente el ayuntamiento el recinto. Y el control en el interior del recinto, el dispositivo de paisano no llegó el sábado hasta las 03:00 ya que estuvieron en el casco, lo que conllevó una total descoordinación con guardia civil. Mientras los recortes y la nefasta política de seguridad del ayuntamiento pone en peligro la seguridad de los vecinos, eso sí, durante todas las fiestas, el alcalde ha seguido disponiendo de sus 4 escoltas y su chofer para su seguridad y comodidad». «Antes de las fiestas, estas secciones sindicales ya registraron un escrito dirigido al alcalde, en el que avisaban que la política de seguridad de cara a estas fiestas ponía en peligro la seguridad de los ciudadanos y de los propios policías, haciendo caso omiso el alcalde y asumiendo de forma unilateral el concejal la decisión de seguir adelante. Por tanto, estas secciones sindicales, se reunirán con los portavoces de los grupos municipales del pleno, para analizar estos graves hechos y exigir la responsabilidad del concejal de Seguridad mediante su dimisión«, concluía el comunicado.

EL COMUNICADO OFICIAL DEL CONCEJAL CARNEVALI: «El Ayuntamiento de Majadahonda, a través de la Concejalía de Seguridad, ha organizado un dispositivo especial, compuesto por 250 agentes de Policía Local y Guardia Civil, para garantizar la seguridad en las Fiestas Patronales (13 al 22 de septiembre) que incluye otras medidas de demostrada eficacia, como la sustitución de los envases de vidrio por otros de plásticos en el recinto ferial. Como en citas anteriores, el trabajo se realizará con la máxima colaboración entre la Policía Local, la Guardia Civil, Cruz Roja y Protección Civil que aunarán esfuerzos para que los ciudadanos puedan disfrutar de los festejos con tranquilidad. Las Fuerzas de Seguridad montarán conjuntamente tres cinturones de seguridad en torno al recinto ferial y en los días más conflictivos contarán con perros detectores de sustancias estupefacientes. El primer anillo de actuación consistirá en controles en las carreteras y calles de acceso al circuito que actuarán como filtro de contención para personas o grupos susceptibles de alterar el orden público. La Guardia Civil y la Policía Local se turnarán para mantener el cordón policial en el transcurso de la noche. La segunda intervención se realizará en las puertas del recinto donde se repartirán hasta 10.000 envases de plástico para reemplazar el vidrio ya que está prohibido el acceso con botes de cristal o metálicos. El resultado de esta medida, que se adoptó por primera vez el año pasado, fue la ausencia total de incidentes con vidrio durante las fiestas. Por último, se destinarán 40 agentes de paisano, divididos en dos o tres grupos».

Majadahonda Magazin