Carmen Perujo en su estudio de Majadahonda: «Fue de la mano del matrimonio de escultores, Arcadio Blasco y Carmen Perujo, lo que le permitió participar en numerosas exposiciones, tanto individuales como colectivas en España y en el extranjero», escribe el periódico «20 Minutos» a propósito del fallecimiento de su alumna Nadia Consolani, viuda del escritor Fernando Quiñones.

LIDIA GARCIA. La escultora y ceramista Carmen Perujo (Majadahonda) cumplió 95 años este 7 de marzo de 2025 y tan solo 5 días después era noticia nacional a propósito del fallecimiento de la ceramista y poeta valenciana Nadia Consolani, viuda del escritor gaditano Fernando Quiñones. El periódico «20 Minutos» recordaba que la artista valenciana era «gran difusora de la obra de su marido, tenía 86 años y a partir de un viaje a Latinoamérica junto a su marido, conoció la cerámica precolombina y sus ansias artísticas y creativas se orientaron hacia esta disciplina y la escultura. Fue de la mano del matrimonio de escultores, Arcadio Blasco y Carmen Perujo, lo que le permitió participar en numerosas exposiciones, tanto individuales como colectivas en España y en el extranjero». La ceramista, traductora y poeta Nadia Consolani Mauro (Mestre, Venecia, 1939), viuda del escritor gaditano Fernando Quiñones, murió en Madrid tras una larga enfermedad. Su fallecimiento fue confirmado en un comunicado por el Ayuntamiento de Chiclana, de donde era natural su marido, fallecido en 1998, y donde está la sede de la Fundación en memoria del escritor, de la que ella era presidenta honorífica. Hace dos meses, Consolani se trasladó a Madrid para seguir un tratamiento médico en la capital, pero durante las últimas décadas mantuvo su residencia en la capital gaditana.

La escultura «Paloma de la paz» de Carmen Perujo es la referencia artística de la Plaza de Colón de Majadahonda

Lidia García con Carmen Perujo en su estudio de Majadahonda

«Tras su temprano matrimonio en Milán con el escritor Fernando Quiñones -con el poeta sevillano Aquilino Duque como padrino de bodas-, llegó a España en 1959, se estableció en Madrid y allí conoció a la intelectualidad del momento. Al mismo tiempo, su creación plástica fue completándose con la poesía, enlazando sus raíces venecianas con la realidad inmediata en que se desenvuelve. La poesía de Nadia Consolani, publicada por Peripecia Libros, recorrió su universo vital a través de más de 30 años de producción lírica, desde el íntimo «Once poemas», publicado en 1989, hasta su última participación con muchas de sus amistades literarias italianas en el libro colectivo «VenezianaMente», de 2006, pasando por su participación en la antología «Ecos de Agua», de 2004. Fue colaboradora activa de la Asociación de Amigos de Fernando Quiñones, entidad que inauguró recientemente una biblioteca social que lleva su nombre. En 2019, la Fundación Fernando Quiñones exhibió en el Museo de la Ciudad de Chiclana la exposición Las miradas de Nadia Consolani, comisariada por Jesús Carrasco«, concluye 20 Minutos.

 

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