JULIA SÁEZ-ANGULO. A 250 kilómetros de Majadahonda (Madrid) en dirección a Puerto Lápice y a solo 40 kilómetros de Valdepeñas encontramos primero Santa Cruz de Mudela y atravesando Almuradiel se encuentra una de las joyas arquitectónicas del Renacimiento italiano en España: el pueblo Viso del Marqués (Ciudad Real), que bien merece una visita guiada por sus salones y escalinatas. Hoy, Día de la Virgen del Carmen, el Museo Don Álvaro de Bazán, archivo de la Marina, celebra una fiesta especial, por ser la patrona del cuerpo. Desde hace una semana cuelgan los grandes reposteros en sus balaustradas, algo que no deja de sorprender a los visitantes que se preguntan por su conservación ante un sol de 40 grados en La Mancha durante siete días.


Julia Sáenz-Angulo

Todos en la zona conocen el dicho: «El marqués de Santa Cruz se hizo un palacio en El Viso, porque pudo y porque quiso». Ciertamente es un dispendio de arquitectura y frescos, para lo que el marqués trajo de Italia a los mejores artistas en la segunda mitad del XVI (1564–1586). Las trazas del edificio son propias del “cinquecento” y está inspirados en las del palacio de Andrea Doria en Génova. Juan Bautista Castelló, «el Bergamasco«, fue su principal artífice y como pintores trajo a la familia Péroli con todos sus integrantes. La desidia del tiempo y la incuria de los responsables públicos y privados hicieron que el palacio se degradara hasta que lo tomó la Marina Española y estableció dentro el Archivo-Museo en 1949, por medio de un alquiler simbólico con los herederos hasta los 90 años por una peseta pagadera a año vencido.

El Archivo-Museo Don Álvaro de Bazán conserva hoy los legajos de la Marina Española y su historia, bien conservados y dispuestos para los investigadores. El clima seco de la meseta, oportunamente controlado, es bien adecuado para su conservación en los sótanos del palacio, donde los controles de humedad y sequedad se observan de manera constante. El nombre de don Álvaro de Bazán, gran marino, merece un reconocimiento mayor, histórico, popular y literario, junto a Jorge Juan y Blas de Lezo, grandes marinos de España.

A 300 km de Madrid una joya del renacimiento italiano

 

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