Theo y Lucas con su madre

MANU RAMOS. Acaba la temporada 20/21: Theo (Italia) y Lucas (Alemania), acaso los dos futbolistas más internacionales que han salido del Rayo Majadahonda, con permiso de Rodri (Inglaterra), Munir (España y Marruecos), Arribas (Mexico) y otros tantos que han jugado fuera de nuestras fronteras, han sido noticia. En La Gazzetta italiana contactaron con su descubridor, Manu González, «que fue el primer entrenador tanto de Theo como de su hermano Lucas en en Rayo Majadahonda. El ahora técnico de la Gimnástica Segoviana se rinde al lateral: «Es el mejor lateral izquierdo que hay. Fuerza física, velocidad y regate. Ya era así cuando era un niño. No entiendo por qué Francia no le llama». Los números le respaldan, pero Deschamps aún no ha contado con él», señala el diario AS.


Manu González (Gimnástica Segoviana)

Por su parte, Laurence Py, madre de Theo y Lucas Hernández, ahora en las filas de Bayern y Milan respectivamente, ha concedido una entrevista al diario L’Equipe en la que repasa aspectos de la vida personal, de la trayectoria de sus hijos. “Nunca presioné para que fueran profesionales. Necesitaba que hicieran alguna actividad. Rápidamente me convertí en una madre soltera (el padre, Jean-François Hernández, exfutbolista de Atlético de Madrid y Rayo Vallecano, los abandonó) que trabajaba y necesitaba cuidarlos. Encontré el Rayo Majadahonda, que por ubicación me permitía salir rápidamente del trabajo e ir a verlos”.

Y concluye: «Su padre ya había dejado la casa a principios de la década de los 2000. Pero seguimos viviendo en una hermosa casa, en una zona residencial, los tres. Cada uno tenía su propia habitación y había una piscina. Entonces, una mañana, suena el timbre. Un juez vino acompañado por agentes de policía. Me dijo que el padre tenía grandes deudas, que ya no podía pagar nada e incautaron todo. Nos dio ese día para irnos y cargar el coche con todo lo que pudiera. Lo llené al máximo, con las cosas de los niños. Y busqué un pequeño hotel. No nos quedaba casi nada. Los tres vivimos en una habitación durante largas semanas”.

Ahora los dos son millonarios pero les costó lo suyo empezar y llegar: “El Atlético había invitado a Theo a hacer las pruebas, no a Lucas. Pero no tenía a nadie que cuidara de Lucas, así que vino con nosotros y se quedó jugando al lado del campo donde Theo estaba haciendo las pruebas. Vino un entrenador y me preguntó si él también era mi hijo y sugirió que se apuntase a jugar. ¡Y los cogieron a ambos! Solo les pedí que estuvieran en el mismo equipo al principio. Están separados por 15 meses y para mi organización personal era mejor. Fui a todos sus partidos y casi todos sus entrenamientos. Las sesiones eran en Orcasitas, a unos 30 kilómetros de nuestra casa. Yo estaba al borde del campo con nuestro perro. Un día tenía tanto frío que me puse a andar y fui a un tatuador y le pedí que me hiciera dos estrellas en la muñeca. “Mis dos hijos están entrenando allí. ¡Se convertirán en grandes campeones!”, vaticinó su madre. Y se cumplió.

Majadahonda Magazin