«El maestro iriondo se pasa de rosca y pierde un partido que tenía prácticamente empatado», titula su crónica Tony del Valle. «Perder a lo tonto», destaca Gregorio Mª Callejo. Y J. Federico Martínez subraya: «Rayo Majadahonda vuelve a ganar en la estadísticas pero pierde la suerte del ultimo minuto y no le cuela un gol ni al arco iris». Tres visiones distintas y un solo resultado verdadero: 2-1 perdió el Rayo Majadahonda en Reus con los 3 goles marcados por los rossoneros (uno en propia puerta). Y es que si solo se contaran el número de goles (8), el equipo estaría en descenso. Ahora baja al puesto 15º, con un colchón de solo 3 puntos por encima del infierno a la espera de la llegada del Osasuna y sus «Indar Gorri» en el Wanda Metropolitano. «Venían ustedes a Reus con dos victorias seguidas, anteriormente una derrota, anteriormente también tuvo irregularidad con victoria-derrota. ¿No cree que le falta al equipo un punto de regularidad en la clasificación?. El periodista Joan Alfons López de «Tarragona Digital«, cuyas bellas imágenes ilustran estas crónicas de la mano de la fotógrafa Laia Solanellas, preguntaba directamente al entrenador del Rayo Majadahonda, Antonio Iriondo, apodado «El Ruso». Y el domingo hacía gala del apelativo precisamente por esa «montaña rusa» de resultados, esa constante ducha fría-caliente a la que está sometido el equipo y que le ha hecho bajar de nuevo a las catacumbas de la liga de Segunda A. Y el míster se defendía de la pregunta así:


La defensa hizo aguas. Foto: Laia Solanellas

«Las derrotas pasadas nos han servido de aprendizaje y las victorias también. El equipo no ha jugado mal, es un campo que no es grande y un rival que nos apretaba. A veces el fútbol es así, no siempre se gana aunque pongas todo de tu parte para hacerlo. Los últimos instantes hemos tenido dos ocasiones clarísimas en el área pequeña por parte de un jugador que siempre las pega muy bien y hoy la ha pegado a las nubes. El futbol algunas veces es caprichoso y algo habremos hecho mal seguro y está claro que ha sido la finalización. Lo que vaya a pasar en el futuro no tengo ni idea y del pasado ya ni me acuerdo». Y es que se puede decir más alto pero no más claro: al Rayo Majadahonda, siendo mejor técnicamente que sus adversarios, le falta pegada. Y los cambios esta vez no funcionaron. Rayo Majadahonda: Basilio (1), Morillas (1), Luso (1), Galán (1) Rafa López (1), Fede Varela (1), Enzo Zidane (1), Verza (2), Óscar Valentín (2), Ruibal (1), Aitor García (1) Banquillo: Tony Martínez (0), Benito (0), Jeisson, Verdés, Varela, Bustos y Cantero (p.s). Entrenador: Iriondo (1).

Tony del Valle

TONY DEL VALLE. EL MAESTRO IRIONDO SE PASA DE ROSCA Y PIERDE UN PARTIDO QUE TENIA PRÁCTICAMENTE EMPATADO. Decepción en Tarragona. El partido en Reus estuvo controlado por el Rayo Majadahonda durante todo el tiempo hasta que el maestro Iriondo se pasó de rosca y realizó dos cambios que desarbolaron el centro del campo majariego: minuto 64’ sale del terreno de juego el mediocampista Enzo y entra el delantero Toni Martínez. Diez minutos más tarde realiza su segundo y último cambio: sale del terreno de juego el medio centro defensivo Verza y entra en su lugar Benito Ramírez. Con estos cambios el equipo ganó en ataque y perdió poder de control y contención en el centro del terreno de juego. De nada sirvió el dominio del Rayo majariego durante los último 20’ minutos. Una vez más, Aitor García llevó todas las acciones de peligro a la portería del guardameta Édgar. Solo la falta de un delantero centro “matador” hizo imposible que el Rayo Majadahonda fuera capaz de rematar a portería un solo balón de los que les ponía en el área Aitor García una y otra vez. La dupla en ataque, formada a partir del minuto 64’ por Aitor Ruibal y Toni Martínez sirvió para que ninguno de los dos pudiera tener su espacio dentro del área pequeña, pues la falta de colocación en el área de ambos delanteros hizo que deambularan por el «box» sin orden ni control para rematar un solo balón de los que les llegaban.


Basilio volvió a la portería. Foto: Laia Solanellas

La primera parte del partido estuvo marcada por una presión muy alta de los jugadores del Reus que hacía imposible que el balón pudiera salir jugado por parte de los jugadores majariegos, convirtiendo el partido en un juego muy trabado en el centro del campo. En el minuto 19’, solo ante la portería de Édgar, a punto estuvo Aitor García de marcar el primer gol para los majariegos, pero el balón se le pasó entre las dos piernas, no pudiendo rematar lo que parecía el primer gol para el Rayo. Esta vez no hubo sorpresas que destacar en los jugadores que saltaron al campo de juego: en la portería volvía Basilio, después de su suplencia en el partido de Copa jugado este jueves pasado contra el Sporting. Atrás en defensa Ernesto Galán, Rafa, Luso y Morillas. De pivote Óscar Valentín con el centro del campo formado por Verza, Enzo y Fede Varela “Dybalita”. Y en ataque Aitor García, cambiando de banda continuamente junto a Ruibal. Se quedaron fuera de la convocatoria Iza Carcelén por acumulación de tarjetas amarillas y Nicolás Schiappacasse.

Verza y Zidane. Foto: Laia Solanellas

A partir del minuto uno de la segunda parte algo debió pasar en el vestuario porque el Rayo Majadahonda salió enchufadísimo al terreno de juego, volviendo al estilo marca de la casa, toque, toque y espacio. En menos de tres minutos vino el primer gol del partido a favor del Rayo Majadahonda: como siempre, una contra rapidísima de Aitor García por banda izquierda le pone el balón en bandeja en el área pequeña a Ruibal. Su disparo va directo al poste de la portería defendida por Édgar, el balón salió despedido directamente a la espalda del guardameta, entrando mansamente al fondo de la portería. Carambola perfecta a dos bandas con final feliz.

Alegría en Reus: no ganaban. Foto: Laia Solanellas

Como dice el refrán: poco dura la alegría en la casa del pobre. A los tres minutos del gol del Rayo, en un saque de esquina del Reus botado por Gus Ledes al primer palo, se mete el gigante Catena, que se impone a la defensa majariega poniendo el balón fuera del alcance de Basilio, poniendo el marcador en empate a uno. En el minuto 53’ fue Galán quien bajo los palos sacó un balón que se metía sin remedio en la portería de Basilio, salvando los muebles al equipo majariego. Después, en el minuto 60’ fue Fede Varela “Dybalita” quien a punto estuvo de marcar, saliendo el balón lamiendo el poste izquierdo de la portería de Édgar. Después de esta jugada vinieron los cambios del maestro Iriondo acompañados de daños colaterales para el equipo: minuto 86’, el enésimo desajuste defensivo del equipo majariego, sirvió para que ante la indecisión de la defensa y tras una serie de rebotes dentro del área de Basilio, Juan Domínguez, aprovechara el balón que le llegó mansamente a sus botas y con un disparo al palo largo de la portería puso el 2-1 definitivo del partido.

El segundo gol no dejó tiempo a la reacción. Foto: Laia Solanellas

Aquí acabó todo, máxima alegría para la afición del Reus y sus jugadores y tristeza absoluta para los seguidores y jugadores del Rayo Majadahonda, más que nada por lo que pudo haber sido y no fue. Visto lo visto, ante un partido que tenía controlado el Rayo Majadahonda, que durante tres minutos exactos estuvo en puestos de Play Off, solo nos queda decir: «otra vez será». La liga no acaba aquí, lo importante ha sido ver la actitud de los jugadores, a los que nada hay que reprochar. Como siempre lucharon hasta el final, sudando la camiseta y defendiendo con honor los colores del Rayo Majadahonda. MVP: una vez más se lo damos a Aitor García, fue el mejor jugador del partido, está dos escalones por encima del resto de jugadores. Ya sabemos que esto es fútbol porque nadie entiende que hace este jugador cedido en el Rayo Majadahonda viendo a su equipo de Cádiz en puestos de descenso. Para eso están y cobran los técnicos de los clubes pero algunos parece que no se ganan el sueldo.

Gregorio Mª Callejo

GREGORIO Mª CALLEJO. PERDER A LO TONTO. Hay días en los que pequeñas sensaciones, pequeñas reacciones ante acontecimientos banales o irrelevantes nos dejan una amargura incomprensible o un sentimiento de desagrado. A mí me venía ocurriendo en la tarde del domingo. Una nube especialmente inflada en blancura volviendo desde Majadahonda hasta Pozuelo, un charco sucio cerca de mi casa, una calle vacía… Y me siguió persiguiendo ese tipo de sensaciones cuando encendí el televisor y vi entrenar al Rayo Majadahonda. Y vi que la cámara desde donde se seguía el partido era un tanto lejana, y cómo atardecía, cómo había una luna gigantesca gris encima del estadio… en fin, una especie de desagrado crepuscular que me iba dejando un pesimismo un tanto injustificado ante lo que iba viendo.

Enzo Zidane no desentonó. Foto: Laia Solanellas

En resumidas cuentas, un «hoy palmamos» que era puramente intuitivo, que no se basaba en lo que veía en la tele. El partido empezó con una fuerte presión de un Reus que no tiene demasiado, pero que estira sus recursos como un chicle. El Rayo consiguió finalmente desplegar su juego dando en ocasiones una sensación de infinita superioridad, pero sin crear ocasiones claras, salvo la pifia de Aitor cuando intentó rematar en posición buenísima un centro de Ruibal. Nos cuesta un triunfo crear ocasiones de gol y más aún marcar goles. Y como significativo ejemplo de lo anterior, el tanto no lo consiguió marcar Ruibal, que tiró al poste, sino que de hecho lo embocó el portero del conjunto catalán.

Reus ataca en oleadas sin mucha técnica pero con fuerza. Foto: Laia Solanellas

Y ahí sí parecía que tocábamos el cielo. El cielo de la luna gigante sobre Reus, el cielo de las posiciones de play off. Pero duró bien poco la alegría. El Reus alarga sus recursos e intenta sacar partido de las jugadas a balón parado. Y en un córner llegó el empate. La verdad es que cada falta sacada por Ledes dejaba una sensación peligrosa. Más aún en un día en el que Basilio y sus defensas estuvieron en ocasiones extrañamente inseguros. A partir de ahí, y como siempre, el Rayo sacó su parte admirable, su particular divisa, el «vamos a por el partido». Comandados por Enzo, Fede y un inagotable Aitor, el equipo se lanzó a por la victoria. Y desde luego se lanzó a por ella Iriondo, que sacó del campo a un buen Enzo (vapuleado por los defensas reusenses con faltas de intensidad baja) y sacó a Tony Martínez.

El rápido primer gol le dio esperanzas al Reus. Foto: Laia Solanellas

Pero le seguimos esperando. Desde el gol de Zaragoza, Tony no nos da argumentos para considerarle nuestro «nueve». Parece tener un perfil de «rematador», de jugador que apenas toca el balón pero que cuando la toca la emboca… pero no remata. Y así, entre nuestros esfuerzos y el oficio de los jugadores del Reus, entre el crepúsculo que tomaba Tarragona, llegó un error de Rafa, un poco de oficio del incombustible Linares y el gol de Reus. De la manera más tonta… Echamos de menos a Iza y su anárquica pero seductora forma de recorrer la banda. Y seguimos echando de menos el gol. Admirable actitud del equipo, como siempre y más aún después de la paliza de jueves. El Rayo perdió a los puntos, de hecho perdió a lo tonto un partido que casi nos hace tocar el cielo, aunque fuera un cielo de desasosegante crepúsculo.

J. Federico Martinez

J. FEDERICO MTNEZ. EL RAYO MAJADAHONDA VUELVE A GANAR EN LA ESTADISTICAS PERO PIERDE LA SUERTE DEL ULTIMO MINUTO Y NO LE CUELA UN GOL NI AL ARCO IRIS. Pareció una bufonada ver como en el momento en el que el equipo majariego se adelantó en el marcador, fruto de su mejor juego en la primera parte y una mejor salida en la segunda, se le vino el partido encima. Una segunda mitad plagada de errores en ataque y defensa premió en exceso a un voluntarioso Reus que defiende como las rocas del Montagut y en cada balón se juega la vida. Cuando este equipo le meta arriba al ex barcelonista Isaac Cuenca puede que recupere algo más que un salvavidas. De momento el de este domingo se lo brindó el Rayo Majadahonda, que no le puso la intensidad y puntería suficiente en el tramo decisivo del partido. Iriondo señaló directamente a los delanteros y medios ofensivos: aunque Aitor García fue el mejor del partido a decir de los comentaristas de Movistar Plus y Fede Varela y Enzo Zidane no desentonaron, los que naufragaron estrepitosamente fueron Tony Martínez -el juego de este alto, fuerte y lento chico no se adapta al del equipo– y Ruibal, que tras fallar un claro mano a mano que dio en el palo, logró un gol de opereta que más bien se adjudicará al portero en propia puerta. Iriondo no juega con 9 puros y los que le llegan se estrellan contra su estrategia. Y si solo se contara el número de goles (8), el equipo estaría en descenso.

Luso se consolida como central. Foto: Laia Solanellas

El resto fue un disparate. Basilio estuvo regulín con un primer tanto saliendo a por uvas y un segundo cruzado que era más difícil de marcar que de parar. Luso, Rafa López y Galán ofrecieron su contundencia habitual, pero con más fallos que de costumbre, quedándose cortos en los balones de cesión al portero. Y Morillas estuvo oteando el partido más que viéndolo, contagiándose de los continuos despistes de la parte central de la defensa, aunque más entonado que de costumbre con el pie. De hecho los dos goles proceden de errores defensivos. Más brillantes estuvieron Verza y Oscar, siempre bregando, siempre ofreciéndose, pero viendo que sus espaldas hacían aguas y sus delanteras fuegos de artificio. Y los cambios de Iriondo para llorar: el canario Benito no dijo ni pío, el murciano-inglés Tony Martínez hablaba en chino con el resto del equipo. Como estaría de apático Iriondo –o de conformista con el empate– que ni siquiera forzó el tercer cambio, con Jeisson en el banquillo y Nico Schiappacasse en casa viendo la televisión. Y es que si algo ha demostrado este partido, además de los vaivenes del equipo, es que el fútbol profesional se juega a 90 minutos -y a veces a 120 y hasta con penaltys– y lo que no se juega hasta el final, se prevé o se ensaya… se pierde.

Oscar volvio a destacar, Rafa estuvo más flojo. Foto: Laia Solanellas

Eso sí, en todas las estadísticas ganó el Rayo Majadahonda: posesión (60%/40%), tiros (14/12) y pases (561/383). Pero entre los 3 palos perdió estrepitosamente en intentos (1-5) y en goles (1-2). El cambio de Rubén Enri por Gonzalo Pereira le dio el partido al Reus (min. 83) y el de Borja Herrera (min. 89) lo cerró. Decía Luis Aragonés que en el fútbol profesional no festejaba un resultado definitivo hasta que el árbitro llegaba al vestuario… por si acaso. Y el banquillo majariego se quedó petrificado con el 1-1 y, como viene siendo costumbre fuera de casa, jugó como nunca y perdió como siempre.

Majadahonda Magazin