J. FEDERICO MTNEZ. Le salió cara al Rayo Majadahonda la fiebre del sábado noche tras salir «de copas» ante el Tenerife con 120 minutos de juego, penaltis y apenas 3 días de descanso con 1.000 kilómetros en autobús a sus espaldas. Y lo pagó ante el Sporting de Gijón B, un filial joven, correoso y duro que comandado por el ex majariego y hoy capitán rojiblanco Pablo Villalón «mareó» a los rayistas, a los que dio la puntilla el otro ex majariego que marcó el consabido «gol del ex»: Chiki. Su solitario tanto puso fin a un partido donde el Rayo Majadahonda puso mucha entrega pero las piernas fallaban, los pases también y las ideas no fluían. Ni un solo disparo a puerta en la segunda parte y en la primera solo uno a saque de falta es el triste bagaje del equipo majariego del que lo mejor que se puede decir es que conserva la cuarta plaza de «playoff» a la espera del próximo partido en casa frente al Ibiza, que va 3º. Del encuentro poco que destacar salvo las ganas Mvondo, las paradas de Basilio (que salvó al menos otros 2 goles locales, uno con los pies y otro con un rechace que terminó en el palo) y los arreones de Rubén Mesa, pues al resto del equipo se le vio cansado e impreciso. Al Sporting, con 7 días más de descanso, transmitió todo lo contrario: un equipo ágil adelante, duro atrás y al que esa ventaja comparativa le dio alas, otorgándole incluso la experiencia que le supuso poder parar el partido cuando quedaban todavía 15 minutos de disputa.


Chiki marcó el «gol del ex»

Primera parte soporífera en la que el Rayo Majadahonda volvió a las andadas tras el sueño copero y segunda parte que se convirtió en un «quiero y no puedo» fruto del tremendo desgaste que suscitaron los futbolistas del Tenerife, que jugaron además con el aporte añadido del árbitro Figueroa Vázquez vestido con su misma camisola, un hecho insólito que debió haber obligado a parar el partido. Pero eso es otra historia porque la de este 15 de enero de 2020, en partido aplazado, es la del regreso al mono de trabajo.

Este no es otro que aquel que dice que en esta larga liga no está consolidado el objetivo y hay que esperar a que ahora el Ibiza, al que le ha tocado el «gordo» con el enfrentamiento copero frente al FC Barcelona, venga al Cerro del Espino con cautelas añadidas y pague los platos rotos de su sueño copero a la siguiente semana, como los pagó también el «rayito».

Y es que antes de enfrentarse a los azulgranas en la Copa del Rey, el Ibiza, que eliminó al Pontevedra (0–2) y al Albacete en la tanda de penaltis, viajará al Cerro del Espino para jugar ante el Rayo Majadahonda un partido donde se juegan 4 puntos (3 más el gol average que se presenta complicado con un 2-0 en contra) y que pueden ser decisivos para arañar distancias ante esa codiciada tercera plaza. Y es que esa más que honorífica medalla de bronce es una atalaya perfecta para divisar a los dos de arriba, At. Madrid y At. Baleares, que se muestran intratables… salvo para el Rayo Majadahonda que venció en casa a los dos. ¿Logrará también doblegar al Ibiza? La respuesta, en breve, ya que la noria no para: este domingo a las 12.00 en el Cerro del Espino.

 

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