Esta noche de San Juan, conocida como la más corta del año, se encuentra repleta de tradiciones que giran en torno al fuego, el agua y la tierra, cada uno con un significado profundo y rituales específicos que buscan atraer el amor, la prosperidad y la protección. El hipérico (en la imagen), por ejemplo, es conocido por sus propiedades protectoras y curativas. Se utiliza en rituales de amor y para limpiar la casa de negatividades

MIGUEL SANCHIZ. La Noche de San Juan es una festividad mágica y cargada de simbolismo celebrada este domingo 23 de junio (2024), coincidiendo con el solsticio de verano. Esta noche, conocida como la más corta del año, se encuentra repleta de tradiciones que giran en torno al fuego, el agua y la tierra, cada uno con un significado profundo y rituales específicos. La celebración de la Noche de San Juan está profundamente entrelazada con el solsticio de verano, un momento en el que la luz solar alcanza su máximo esplendor. Es en este tiempo cuando muchas plantas medicinales son recolectadas, ya que se cree que absorben la energía solar, incrementando así sus propiedades curativas. Estas plantas se utilizan en diversos rituales que buscan atraer el amor, la prosperidad y la protección para el año venidero. El fuego, elemento central de la Noche de San Juan, simboliza el triunfo de la luz sobre la oscuridad. Las hogueras, encendidas al atardecer, se mantienen toda la noche, brindando salud y fortuna a quienes las desafían al saltar sobre ellas. Esta práctica, realizada tres veces según la tradición, busca purificar y proteger a las personas y al ganado, alejando enfermedades y malas energías. También es común arrojar a las llamas objetos y ropa vieja, en un acto simbólico de eliminar lo negativo del año pasado y empezar de nuevo.


Miguel Sanchíz

El agua, otro elemento esencial de esta noche, adquiere propiedades curativas a partir de la medianoche. El rito del «baño de rocío», en el que las personas se empapan del rocío de los prados, se dice que confiere salud, amor y fertilidad. Esta práctica se puede realizar también en el mar, recibiendo nueve olas consecutivas, una tradición que muchas personas aún siguen en playas de todo el mundo. La tierra está representada por las plantas mágicas recolectadas durante esta noche, las cuales se emplean para invocar espíritus benéficos. Entre estas plantas se encuentran el hipérico, la verbena, la salvia, la artemisa y muchas otras. El hipérico, por ejemplo, es conocido por sus propiedades protectoras y curativas. Se utiliza en rituales de amor y para limpiar la casa de negatividades. En la Edad Media, se quemaba en las casas para ahuyentar a los espíritus malignos, y se decía que un ramito de hipérico en la ventana podía proteger contra hadas malas y duendes.

El hipérico tiene una leyenda interesante asociada a él. Se dice que brotó de las gotas de sangre de San Juan Bautista al ser decapitado, y al estrujar sus pétalos, surge un líquido rojo, conocido como hipericina, que simboliza esta sangre. Este pigmento ha sido utilizado desde la antigüedad para preparar el aceite de hipérico, macerado en aceite de oliva bajo la influencia solar y lunar durante cuarenta días. Este aceite es famoso por sus propiedades curativas, especialmente para tratar heridas y problemas de piel. En resumen, la Noche de San Juan es una celebración que combina lo místico con lo festivo, donde el fuego, el agua y la tierra se entrelazan en rituales que buscan purificación, protección y renovación. Es una noche donde la tradición y la magia se unen, ofreciendo una oportunidad única para conectar con las fuerzas de la naturaleza y el universo. Les deseo muy buenas noches.

 

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