La cabeza de los 3 alcaldes de Pozuelo, Las Rozas y Majadahonda ya ha sido «cortada» y entregada en «bandeja de plata» a nivel orgánico aunque ellos se resisten a aceptarlo en los Ayuntamientos que dirigen

J. FEDERICO MTNEZ. El periodista Ignacio S. Calleja de «El Confidencial» parece no haberse tragado del todo el alucinado y alucinante acto de disimulo con el que tres alcaldes del Oeste de Madrid se resisten a dejar su cargo por «pérdida de confianza» de la nueva presidenta del PP madrileño. «Isabel Ayuso barre a los alcaldes de los feudos del Oeste de la ejecutiva del PP de Madrid» es el titular que este martes 24 de mayo (2022) ha conmocionado la estructura política del partido en esta próspera comarca madrileña, no tanto por su novedad sino por la reacción de los aludidos, que se resisten a aceptar la nueva situación: «La «baronesa» popular no ha incluido en la nueva estructura a los regidores de Majadahonda, Pozuelo o Las Rozas, cercanos a la antigua dirección nacional. El único que ha entrado es el de Boadilla del Monte, aunque como vocal», señala Ignacio S. Calleja en su crónica. Y añade: «Los alcaldes de los grandes municipios del Oeste de la Comunidad de Madrid, feudos históricos del PP, han desaparecido del organigrama del partido en Madrid. Isabel Díaz Ayuso no ha incluido en su nueva ejecutiva a Susana Pérez Quislant (Pozuelo de Alarcón), José Luis Álvarez Ustarroz (Majadahonda) o José de la Uz (Las Rozas), que hasta el congreso del pasado fin de semana sí ostentaban diferentes responsabilidades orgánicas bajo el mando de Pío García Escudero y Ana Camins. Se da la circunstancia de que estos regidores, cercanos a la antigua cúpula de Génova, mantuvieron durante el pulso de la baronesa madrileña con Pablo Casado una posición ambigua o directamente contraria a la celebración del cónclave, origen de la violenta crisis que dinamitó la formación hace 3 meses».


Ignacio S. Calleja.

«Ustarroz, que en 2019 fue designado como presidente del Comité de Derechos y Garantías del PP de Madrid, defendió públicamente que no había que adelantar el congreso regional, siguiendo el guion marcado por Pablo Casado y Teodoro García Egea. “Tendrá que regirse por los plazos que estableció la Junta Directiva Nacional, que es el máximo órgano del partido entre congresos”, dijo el alcalde de Majadahonda en febrero, en una entrevista con Telemadrid. Mucho antes, en la tensa Junta Directiva Regional de finales de octubre, fue una de las voces que se opuso a que el cónclave se adelantase. Mientras que una mayoría de los asistentes instó a Pío García Escudero a trasladar a Génova el deseo de cambiar las fechas «lo antes posible», tanto él como la presidenta de Nuevas Generaciones, Ana Isabel Pérez Baos, se mostraron en contra. Entonces, en pleno enfrentamiento, se apuntaron varias matrículas. También en el momento más delicado de la crisis interna, días después del cruce de acusaciones entre Casado y Ayuso tras la publicación de El Confidencial sobre la trama de espionaje», concluye el periodista.

Fuentes cercanas a la nueva dirección regional aseguran que la configuración del nuevo equipo no obedece a ninguna «venganza», sino que está basado únicamente en criterios de «renovación y confianza«. «Ella ha hecho un equipo con las personas que ha considerado más oportunas para cada responsabilidad. Ha primado la renovación y pensar en un equipo ganador, sin tener en cuenta amiguismos. Y, por supuesto, personas que le generan esa confianza«, detallan a El Confidencial sobre los criterios del cambio. «La explicación se ajusta a lo vivido durante el congreso que coronó a Ayuso, con el ánimo generalizado de olvidar el pasado y abrir un periodo de paz a 1 año de las elecciones autonómicas y municipales. Sin embargo, a nadie se le escapa que lo vivido meses atrás condiciona las relaciones de confianza en la actualidad. Y la nueva ejecutiva es un reflejo muy evidente«, finaliza Ignacio S. Calleja.

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