MARÍA RUIZ DE OÑA (AIPAF). Con este magnífico artículo, María Ruiz de Oña concluye su serie sobre psicología y deporte que tanto eco ha obtenido en MJD Magazin a propósito del último congreso que los psicólogos deportivos celebraron en el País Vasco: «fuimos cerrando el día, el sábado nos esperaban temas como el equipo, donde Sabino Ayestarán (psicólogo social de la EHU) decía que hay tres modelos de trabajar equipos: modelo terapéuticos, modelo de equipos de mejora y el modelo de equipos de innovación. Los equipos de fútbol se parecen a estos últimos, simplemente porque la base está en la creatividad y en la memoria transactiva, que es la memoria colectiva del equipos pero que sabe que hace bien cada uno de los miembros del equipos”. A media mañana, escucharíamos a Jim Macguiness, psicólogo del Celtic de Glasgow, hablar de su experiencia como entrenador de fútbol gaélico en Donegal, donde tuvo que construir una cultura ganadora cambiando la mentalidad que sus jugadores tenían ante la competición».
El Congreso se cerraba con Ernesto Valverde (At. Bilbao), Sito Alonso (Bilbao Basket Dominion), Jorge Dueñas (seleccionador nacional de balonmano femenino) y Javier García de Andoín (experto en filosofía oriental) con temas como el cambio: ¿cómo trabajamos el cambio con los jugadores? ¿Cómo nos afecta lo nuevo, lo diferente? ¿Qué valor damos a la incertidumbre? Y por último: ¿como integramos el futuro emergente en nuestro día a día?. Sito decía que a nivel profesional es sencillo tener información del jugador que te viene nuevo al equipo, qué características tiene a todos los niveles. Comentaba que se había dado cuenta que esto le condicionaba las reflexiones o la actitud que iba a tomar con el jugador. Este año había cambiado respecto a esto: “¿Cómo voy a ayudar a mejorar al jugador a través de cambiar yo? Observo sus actitudes, comportamientos, que preguntas me hace y desde ahí adapto mi manera de entrenar a sus necesidades”.
Jorge Dueñas hablaba sobre los cambios en el entorno de las selecciones: “estos tienen que ser más rápidos, por ello es importante que los entrenadores tengan una visión y una idea clara de lo que quieres. Que estos construyeran identidad y a la vez la identidad reforzara los cambios ha sido clave”, decía. Ernesto Valverde, en su reflexión, lo compartía: “En el fondo pretendemos ser eficientes con los jugadores, tocar esa tecla en la que el jugador sea consciente que lo que dices va a ser un beneficio, pero cambiar actitudes es difícil y eso implica hablar y dialogar mucho con el jugador”. Nosotros, lo último que miramos en cuanto a la culpabilidad, es al jugador, que también se mira. Pero cuando acabo un partido, por ejemplo, me pregunto cómo he estado yo, que decisiones he tomado o no, cómo he gestionando los tiempos… “Entonces yo siempre estoy hablando desde el cambio que tengo que hacer para prepararme ante cualquier tipo de situación”, finaliza Sito Alonso. Las conclusiones del Congreso nos dejan preguntas abiertas y quizá algunas repuestas, pero sobre todo la posibilidad para todos de un camino a recorrer que mantenga vivo nuestro aprendizaje como entrenadores, personal y profesional. Desde aquí quiero agradecer a todos los ponentes pero sobre todo a los asistentes su colaboración. Sin ellos, el Congreso no hubiese sido posible.
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