Rayo Majadahonda: Carlos Cura sustituye a Nogales/Santaelena: una apuesta por la cantera con 6 partidos como horizonte y 9 puntos como meta teórica: Análisis de MJD Magazin para la Revista de la Liga 23/24 comparándolo con el accidentado inicio de la temporada 22/23

SILVIA ANULA. El Rayo Majadahonda comienza la temporada 23/24 este sábado 26 de agosto (2023) en Riazor a las 20.30 horas contra el Depor y nos solicita el periodista y compañero Dani González de «LeoNoticias» el habitual análisis de pretemporada para la Revista de la Liga 23/24, en torno a 4 conceptos del fútbol moderno: «presión», «defensa», «posesión» y «verticalidad«. Y aquí va nuestro juicio crítico: el Rayo Majadahonda de Carlos Cura es un equipo al que durante la pretemporada 2023/24 se le ha visto ejercer la mayor parte de las veces una presión alta en el área rival, buscando robar el balón rápido en campo contrario. Esto lo que también puede ocasionar es dejar huecos atrás que puedan ser aprovechados por el equipo rival.


Silvia Anula

Al entrenador se le ha visto en pretemporada que le gusta jugar con un sistema de juego 4-3-3. Además, el equipo con Carlos Cura al frente lo que intenta es hacer jugadas con balón desde atrás, mientras que cuando defiende presiona cada jugador a un rival para que no puedan avanzar, protegiendo en todo momento el espacio que quede visible. Hemos podido observar en pretemporada que es un equipo que cuando se siente cómodo en el terreno de juego, tiene la posesión del balón, intentando en todo momento subir al área rival con pequeños pasos. Esto significa que más que tener esa verticalidad que se busca con el juego directo, que también utiliza por sorpresa, se le ve al equipo un juego mayoritariamente con avances en horizontal. Se ha podido observar en pretemporada una tendencia al cambio de juego, realizando pases de un lado a otro del campo, por lo que el papel de los jugadores laterales es fundamental en ese tipo de jugadas. Cada jugador del Rayo Majadahonda aporta su estilo propio y es clave para el desarrollo de los partidos. El nuevo Rayo Majadahonda combina la experiencia en el mundo del fútbol de jugadores como Casado, Pablo Pérez o Arnedo, que poseen un apreciado dominio del balón, ejecutan grandes cambios de dirección, con una amplia visión de campo y aportan ese espacio a sus compañeros. Ellos están pendientes en todo momento de que se cubran todos los posibles huecos que pueda haber y que todos estén en su sitio. Y combinados con la mayor osadía y desborde de los jóvenes, prometen una conjunción que cuando termine de ensamblarse puede dar jugosos frutos.


J. Federico Mtnez

FEDERICO MARTÍNEZ. Con respecto a la presión alta, el Rayo Majadahonda es un equipo que con Carlos Cura está intentando hacerla e intentando recuperar lo antes posible el balón, pero si tenemos en cuenta los 20 minutos primeros que se jugaron en el partido de pretemporada contra el Real Madrid Castilla, lo que vimos es que eso duró 20 minutos. La dificultad, no solo del Rayo Majadahonda sino de todos los equipos, es mantener esa presión alta durante los otros 70 minutos porque obviamente no hay equipo en el mundo que tenga esa capacidad física. Si parece que el nuevo Rayo Majadahonda de Carlos Cura lo va a intentar, pero no creo que vaya a ser un rasgo definitivo o decisorio porque va a haber muchas ocasiones en las que el rival va a ser muy superior y el equipo prefiera esperar en línea de medio campo para no desgastarse demasiado pronto. Sí se puede decir que existe una vocación de recuperación con presión, pero no siempre, ni en todos los casos ni, por supuesto, durante todo el partido.

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Estilo defensivo: por lo que se ha visto en los partidos de pretemporada, se recupera el «estilo Iriondo» (que también es el de Guardiola y básicamente de casi todo el fútbol moderno) con defensa desde el balón y dominio del esférico desde abajo. Así se ha estado ensayando. Se ha visto reservar al capitán Jorge Casado, el auténtico baluarte de la zaga, porque con 34 años va a tener que sacar las «castañas del fuego» sobre todo en los partidos decisivos dada su polivalencia, olfato goleador, cambios de juego, etc. Se ha visto jugar a veces a Arnedo como «defensa escoba», una posición que creíamos olvidada, pero no se sabe si era un ensayo de «emergencias» cuando hay que pasar a línea de 3 en defensa o algo premeditado. En Valdebebas también sorprendió a los comentaristas de Real Madrid TV la defensa en zona, lo que costó el tercer gol, algo que en los corners parece especialmente arriesgado.

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La posesión de balón para defender y atacar. Si un equipo basa su juego en la posesión de balón y salida del portero con balón jugado y no «rifado» se convierte en previsible. Es cierto que la vistosidad que da esa táctica, que practican casi todos los equipos profesionales, hace las delicias del público, y desde luego esa vocación en el nuevo Rayo Majadahonda existe. Tuvo su cénit durante los primeros 20 minutos de pretemporada contra el Real Madrid-Castilla y asombró a propios y extraños. Sin embargo, ese estilo «defensivo posesivo» desaparece si hay gol del rival pues con el marcador en contra prima más la verticalidad y el afán de llegar rápido al área, sin contar que no todos los equipos contrarios se dejan «desactivar» en la presión alta, pues el robo en posiciones cercanas al área es muy letal y lo saben. Todo lo que tiene de vistoso lo tiene también de arriesgado y la resolución de este dilema va a ser la clave de los primeros 5 ó 6 partidos.

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Con respecto al dominio del balón, efectivamente el nuevo Rayo Majadahonda también es un equipo que va a tener buen trato de balón, que va a buscar la combinación y la triangulación, que va a realizar cambios de juego para «oxigenar» el campo y mantener esa posesión cuando la presión del rival así lo exija y que va a ser una norma del equipo. Sin embargo, con respecto a la verticalidad, aquí surgen más dudas: si es verdad que hay jugadores como Casado o Arnedo que juegan a los grandes cambios de juego con balones verticales o en diagonal, amplios y largos, que cambian el eje del partido de una zona del campo a otra, se puede afirmar que sí. Sin embargo, y a la espera de lo que dé de sí Claverías, no se ve que haya jugadores con una especial verticalidad en el mediocampo. Lo teníamos con Mestanza pero es un jugador que pasó al At. Madrid. Claverías es otro jugador canterano que también posee esa verticalidad en el estilo de juego y es el único que yo veo con capacidad para romper líneas, porque al resto del equipo se le ve muy horizontal, prefiriendo ir avanzando metro a metro pero no con excesiva verticalidad, a salvo de estos jugadores a los que les gustan los pases largos y precisos.

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Precisión de los pases. ¿Por qué algunos pases se quedaban cortos en Valdebebas?. Lo puede explicar un último apunte: el equipo no entrena en hierba sino en césped artificial porque aunque parezca increíble, aún no hay campos propios de alfombra natural en Majadahonda. El del Cerro del Espino es para uso del At. Madrid y el Valle del Arcipreste para el rugby. Se han perdido 4 años en la anterior legislatura y no parece que el nuevo equipo de Gobierno esté por la labor de crear más campos de fútbol de hierba. Veremos si se cumple tener al menos techo, porque sin hierba ni cubierta no se podrán pedir nunca las peras del ascenso al olmo de la Primera RFEF. De ahí que los 6 primeros partidos, visto el precedente de la anterior temporada, van a ser decisivos. Los 6 primeros partidos. Aquella vez 1 solo punto, 5 goles a favor, 11 en contra y 5 derrotas le costaron el puesto a Nogales el 1 de octubre de 2022. Ahora, descontado el «Depor» en Riazor, donde sobre el papel la prensa gallega asegura que apenas hay opciones, hasta el 1 de octubre hay 3 partidos en casa (Nastic, Celta de Vigo y Teruel) y 2 salidas (Irún y Logroño). 18 puntos en juego pero solo 9 con posibilidades reales de disputa en igualdad de condiciones. Todo un reto para Carlos Cura. Y una esperanza para la afición del Rayo Majadahonda que esta temporada de transición lo único que pide es sufrir «lo menos posible».

Majadahonda Magazin