El reportaje gráfico de Jorge Barreno en el Hospital de Majadahonda es escalofriante

LIDIA GARCIA. La Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Puerta del Hierro, en Majadahonda (Madrid) ha sido objeto de un reportaje donde han intervenido los pacientes Jose, Antoni, Jesus, Rosalía, Fernando y Vicente, el Dr. Juan José Rubio, jefe de cuidados intensivos, las enfermeras Elena y Laura, en representación de los 70 sanitarios que conforman la UCI del hospital. Y la enfermera Elena es concluyente: «La segunda ola está siendo jodida. Aunque sales a la calle y parece que lo que pasa dentro del hospital no sea verdad. La realidad es que esto sigue lleno y hay mucha gente que está muy enferma. Es un mundo completamente distinto de puertas para afuera y para adentro. La gente se cree que es inmune porque es más joven, pero no es así. Tenemos mucha gente joven aquí. Yo creo que si se diesen una vuelta por el hospital, los conceptos cambiarían muchísimo», denuncia esta enfermera. Su compañera Laura insiste en lo mismo: «Estamos llenos de ira. Al principio, teníamos miedo porque no sabíamos nada. Pero ahora, mientras tú estás aquí con los EPIs todo el día, ves como en la calle la gente se está pasando las medidas por las narices», critica.


©Jorge Barreno

Los periodistas Enrique Recio y Jorge Barreno de «El Español» entrevistan a Daniel, un médico adjunto del servicio. Y de pronto, la conversación se interrumpe. Es Vicente, su estado ha empeorado. Él ronda los 55 años, como José. Y también estaba trabajando hace 2 días, cuando empezó a encontrarse mal. En menos de 48 horas, sin patologías previas, llegó a la UCI con graves problemas respiratorios. Ahora, sus pulmones han dejado de funcionar y los intensivistas han decidido intervenirle. La pregunta es obligada: ¿Ha bajado la franja de edad en el paciente crítico?: «Sí ha bajado. La media de edad es un poco más baja que antes, son enfermos más jóvenes. Entre 45 y 65 años. En la primera ola teníamos de 70, 75, alguno de 80. Ahora tenemos muy pocos de esa edad. Todavía quedan 2 pacientes de la primera ola y que aún no han salido, pero como ya no tienen PCR positiva no están aquí. Están en otra zona, uno de ellos lleva 191 días».


©Jorge Barreno

«El descenso en la media de edad del paciente crítico no es lo único que ha cambiado en esta segunda ola de coronavirus, la mortalidad también se ha acentuado. «La mortalidad de esta pandemia ha oscilado entre los servicios que menos la tenían. En UCI, la mortalidad es alrededor del 40%, eso es que casi uno de cada dos se muere. La mortalidad de una UCI nunca había sido tan grande, nunca había estado más allá de un 10%. Esta enfermedad es terrible», señala el Dr. Juan José Rubio. Y es que hace dos días, José empezó a tener algo de tos, pero no le dio demasiada importancia y se marchó a trabajar. Poco después, ese carraspeo fue a más y ya algo preocupado decidió acudir a Urgencias. La PCR salió positiva y los médicos lo dejaron ingresado en Planta. Este viernes, tan solo 24 horas después de que llegase al hospital, su estado reviste gravedad. Empeora por momentos y apenas puede respirar.

©Jorge Barreno

«¡Tenemos un ingreso¡», grita una enfermera, alertando al resto del equipo. Todos se preparan. Los sanitarios empiezan a movilizarse y preparan una cama cerca del único box que queda libre. Al instante, el paciente llega en la camilla, consciente y asustado, o eso es al menos lo que denota su mirada. Casi sin parpadear, observa todo y a todos. Es José. No alcanza los 55 años. Aunque si hay algo peor es ver cómo los pacientes mueren solos en la UCI. «Haber visto morir a tanta gente aquí es muy difícil de llevar. No te acostumbras, no haces callo nunca. Pero claro, no es lo mismo que se te muera un paciente con la familia rodeándole, a que se te muera solo, con sus familiares en casa. Es horrible. En ese momento nos toca a nosotros tener un papel de consuelo, de ayuda. Ellos no tienen a nadie», apunta el Dr. Rubio.

©Jorge Barreno

Para Elena también es lo más complicado. «En la planta pueden tener a un familiar, pero aquí están solos. Estamos supliendo a alguien que no puedes suplir y es muy duro», confiesa. Esta enfermera lleva más de 16 años trabajando en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Puerta del Hierro. Está viviendo, según reconoce a este periódico, la etapa más dura a nivel psicológico de toda su carrera. Y lo peor es que, cuando sale a la calle, parece que la gente no es consciente de lo que cada día ella vive en el hospital«, concluyen los dos periodistas que han visitado Majadahonda. Reportaje completo.

 

 

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