AGENCIA EFE. El Ayuntamiento de Majadahonda ha aprobado el expediente de modificación de crédito por el que se generan seis millones de euros que irán destinadas a la construcción de 159 viviendas de protección pública. Desde el Consistorio se explica que esta inversión está condicionada a la decisión de la Junta de Accionistas y el Consejo de Administración de Pammasa, empresa de gestión pública. La Empresa Municipal de Patrimonio Público de Majadahonda tiene la posibilidad de adquirir la parcela RO-3, situada en el Valle de la Oliva y en propiedad de la Agencia de Vivienda Social (antiguo IVIMA), con el fin de promover estas viviendas para los vecinos. A tal fin, la Comunidad de Madrid se ha comprometido a la venta de la parcela en condiciones ventajosas si ésta se realiza en el ejercicio 2018, como detallan en una nota de prensa. En caso de permitir la promoción se podrían acoger al Plan de Vivienda Estatal y obtener casi cuatro millones de euros de subvención.


J. FEDERICO MTNEZ. La «vacuna» del Tanatorio. Si descontamos las notas de prensa de los partidos políticos con su legítimo interés por trasladar la propaganda más que la información, la decisión adoptada este martes por unanimidad del pleno del Ayuntamiento de Majadahonda en torno a la construcción de , 159, 163 o 174 viviendas de alquiler social (se manejaron ambas cifras) ha seguido un rumbo muy distinto tanto en el Gobierno como en la Oposición. Se trataba de decidir si el Ayuntamiento compraba a través de su empresa pública de suelo PAMMASA una parcela a la Comunidad de Madrid por 6,5 millones de euros. La parcela era del Ayuntamiento, la cedió a la Comunidad a cambio de que construyera las viviendas sociales, esta se arruinó con la crisis y no pudo hacerlas, aunque había invertido 12 millones de euros en urbanizar la zona, según se dijo en el debate. Ahora la Comunidad se la ofreció al Ayuntamiento con la condición de que se comprara antes del 20 de diciembre o la sacaba a concurso. Y el Equipo de Gobierno lo llevó a pleno para ver si lo aceptaba o no. Todo lo demás fueron enredos y cortinas de humo de unos y otros.

¿Por qué en esta ocasión la Oposición no tiró abajo la iniciativa? ¿Por qué el Gobierno rehusó hacer campaña política con el caso? Digamos que la «vacuna» del tanatorio de Roza Martín hizo su efecto en ambos contendientes. Y el debate transcurrió con un nivel de altisonancias verbales tolerable al oído humano. Habrá viviendas de alquiler social, el turno de espera supera las 1.000 personas y la fecha de entrega será… no se sabe cuando. ¿Caro? ¿Barato? ¿Un chollo? ¿Un abuso más? Nadie discutió el fondo de la cuestión, pero sí quedó claro que esta vez los partidos se pusieron de acuerdo en un pacto de no agresión en favor de los vecinos a los que les toque en un futuro lejano las viviendas. Y eso, por la información que se proporcionó, sí valió la pena. Al final del pleno siguieron el debate en los habituales «corrillos» el alcalde Narciso de Foxá, la portavoz de Cs, Ana Elliot y la de Centristas, Mercedes Pedreira. Faltaba Zacarías, que anda de primarias socialistas, para que el trío de los pesos pesados del Consistorio se convirtiera en cuarteto que no cuatrero, porque esta vez, y sin que sirva de precedente, sonó la música de cámara y no la de western.

Majadahonda Magazin