La fotografía de José Raúl González ha sido elegida como la mejor del encuentro entre el Rayo Majadahonda y el Avilés por los redactores de MJD Magazin entre todas las enviadas a la redacción (Descarga gratuita)

SILVIA ANULA. (28 de mayo de 2025). «La ida de la final entre el Rayo Majadahonda y el Real Avilés del Play off de ascenso de Segunda RFEF nos dejó un encuentro para el recuerdo, sobre todo de los aficionados visitantes. El Rayo Majadahonda no pudo hacer valer su condición de local y cayó por 0-2 ante un Real Avilés que supo aprovechar su momento en la segunda mitad. Los de Jesús Arribas, que venían de firmar una semifinal sólida ante el Sant Andreu, mostraron un buen nivel en la primera parte, pero se vieron superados tras el descanso por un conjunto asturiano más eficaz y con mayor oficio. En un Cerro del Espino animado por ambas aficiones y con un sol veraniego, los locales salieron con ímpetu, pero sin acierto de cara a portería. Adri Fernández sostuvo al equipo con grandes intervenciones, pero nada pudo hacer ante los tantos de Cueto y Santamaría. Todo queda pendiente para la vuelta en el Suárez Puerta, donde el Avilés buscará rematar la faena ante su gente», escribe Almudena Reoyo Rojas del Diario La Escuadra.

Silvia Anula

En La Nueva España es Noé Menéndez quien resalta: «El desplazamiento de un millar de aficionados blanquiazules a Majadahonda supera todas las expectativas y el resultado dispara la ilusión, pero con precaución: «Ahora hay que rematarlo en el Suárez Puerta, no nos podemos confiar». En los días previos ya había ciertos avisos. El ritmo al que se vendían las entradas en la grada visitante, las colas para tratar de hacerse con un hueco en los autobuses gratuitos que se fletaron para viajar a tierras majariegas… Pero, a pesar de todos esos indicios, pocos podían prever el tsunami blanquiazul que arrasó con el Cerro del Espino.

El millar de aficionados del Avilés que poblaron la grada del campo del Rayo Majadahonda protagonizaron un desplazamiento histórico, siendo incluso más que el conjunto que, sobre el papel, ejercía como local y haciéndose notar desde el primer minuto. «Es un momento que recordaremos durante muchos años. El Avilés ha vuelto, y esto es una prueba clarísima de ello», sostenía Carla Suárez, cuyas palabras servían para resumir el sentir de la grada blanquiazul. «Dentro de unos años quizás se nos olvida el resultado o los goleadores, pero seguro que siempre nos acordaremos de este desplazamiento. Es una locura lo que ha cambiado esto en tan poco tiempo. Hace años esto era impensable», explica la avilesina, que reconoce que se hizo con la entrada nada más salieron a la venta. «Esto es algo que hay que vivir en primera persona», sostiene Carla Suárez, que cree que «este tiene que ser el año, sí o sí»».

«Nacho Alonso fue uno de los muchos seguidores blanquiazules que lloró tras el trágico final ante el Granada B, cuando Samu Omorodion amargó el sueño del Avilés. «Ahora he vuelto a ilusionarme, y de qué manera. Este equipo puede conseguir lo que se proponga», afirma el avilesino, que se lanzó en su propio coche a primera hora para estar en tierras majariegas. «Tuve que llamar a un par de compañeros, para pedirles el favor de que me cambiasen el turno, pero yo esto no me lo iba a perder. Ahora queda rematarlo en el Suárez Puerta, pero yo soy muy positivo», asegura el aficionado. Eso sí, a pesar del resultado, gran parte de la parroquia blanquiazul quería ser precavida. «Ahora hay que rematarlo en el Suárez Puerta, no nos podemos confiar», dice Laura Sánchez, que no se fía de los majariegos. «Ellos van sin presión, sin nada que perder. Como nos metan un gol pronto puede pasar de todo. Hay que salir concentrados, volver a golpear primero y que quede todo sentenciado pronto», señala».

«Los autobuses que salieron a las 5 de la mañana de Avilés tardaron en llegar al Cerro del Espino, pero la presencia de aficionados blanquiazules en Majadahonda se hizo notar desde las diez de la mañana. De hecho, cuando llegó el autocar del club a las 10.30 horas, cerca de 300 seguidores estaban esperándoles para mostrarles su apoyo, con cánticos y hasta bengalas de color azul. «Vinimos directos en coche. Nos calentamos el viernes, pillamos las entradas y bajamos directos. No podíamos faltar un día así», asegura Kevin Sánchez, que esperaba al bus engalanado con su bufanda y su camiseta. «Hay que amarrar un buen resultado, un empate aunque sea, para en el Suárez Puerta poder marcar la diferencia desde la grada», deseaba, aunque pronto su petición se quedó corta. Ya que madrugamos solo pedimos que haya goles», rogaba José Ramón González, uno de los primeros aficionados en aterrizar en tierras majariegas tras bajar por la mañana de Avilés, que no se esperaba un resultado tan bueno como el que finalmente se acabó dando. «Te firmo un empate con los ojos cerrados, pero un 1-1 por lo menos», afirmaba. Se quedó muy corto».


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