JORGE RUBIO. Tal y como recordaba Crescencio Bustillo en sus memorias, la uva de Majadahonda fue siempre uno de los productos más valorados de la huerta majariega y a día de hoy sigue siendo un referente. Por eso las conocidas «Bodegas Faustino» de La Rioja han elaborado un vino especial con uvas «procedentes del pago riojano de Majadahonda», nombre de la ciudad madrileña con el que el actual presidente de esta cosechera Julio Faustino Martínez, ha querido rendir homenaje a su padre. El periodista Jaime Ruiz de Infante así lo recoge en el diario Siglo XXI: «Para tal ocasión se realizó una meticulosa selección de racimos, todos ellos procedentes del pago riojano de Majadahonda; le siguió una mimada fermentación, en pequeños depósitos junto con sus hollejos, y una elección de las mejores barricas de origen francés, donde ha descansado a lo largo de 18 meses y otros 20 meses más perfeccionándose en el botellero. Para redondear el éxito, la añada fue considerada, por la D. de O. Calificada de la Rioja como “Excelente”. 


La familia de las Bodegas Faustino es una de las más ricas de España con un patrimonio de 510 millones de euros. Una fortuna lograda en poco más de 150 años de historia gracias a sus viñedos. «El grupo suma hoy siete bodegas en cuatro denominaciones de origen -Portia (Ribera), Faustino, Campillo y Marqués de Vitoria (Rioja), Leganza (La Mancha), Valcarlos (Navarra) y Bodegas Victorianas-, 2.000 hectáreas de viñedos en propiedad y un mercado de 102 países donde vende más de la mitad de su producción», detalla el diario ABC. «La bodega es propiedad de Julio Faustino Martínez (Oyón, 1933), ya retirado, y sus cinco hijos. Uno de ellos, José Miguel, falleció el pasado mes de diciembre. Ocupaba un asiento en el Consejo de Administración del grupo», concluye.

Jaime Ruiz detalla la cata de este vino procedente del «pago  Majadahonda»: «color cereza intenso con ribete anaranjado. Su aroma es potente, con matices de ebanistería fina, sutiles notas especiadas de cacao, pimienta y canela en rama, además de un ligero fondo mineral. Su paso por boca es cremoso, redondo, elegante, graso, con un retronasal especiado, algo espirituoso, y unos taninos suaves y cálidos. Se muestra festivo al compartir menestras caseras, asados tradicionales tratados en armonía con buenos amigos y quesos curados de la Mancha«.

 

 

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