JULIA BACHILLER. Con motivo de la festividad de San Antón (San Antonio Abad) un gran número de vecinos de Majadahonda e incluso de municipios cercanos, aguardaban a las puertas de la parroquia de Santa Catalina minutos antes de que se impartiera la bendición del santo. Merece la pena destacar la presencia de numerosos niños, que aprovechando que este año 2019 se ha realizado en horario de tarde, han disfrutado luciendo sus mascotas y demostrando el cariño que despierta en ellos la compañía de estos animales. Entre los allí presentes se encontraban un precioso conejo blanco, un pequeño hámster, un pajarillo en un caja, gatos de gran belleza que en escasas ocasiones salen de casa y los numerosos perros, algunos de ellos engalanados para la ocasión. Todos ellos, y también sus dueños, afrontaron el frío de ya entrada la noche para poder ser bendecidos. Una bendición que fue impartida por el párroco Juan Francisco Pérez Ruano y que dio comienzo con una oración: “los animales creados por Dios habitan el cielo, la tierra, el mar, y comparten la vida del hombre con todas sus vicisitudes». 

«Dios, que derrama sus beneficios sobre todo ser viviente, más de una vez se sirvió de la ayuda de los animales o también de su figura para insinuar en cierto modo los dones de la salvación. Los animales fueron salvados en el arca de las aguas del diluvio, y después del diluvio quedaron asociados al pacto establecido con Noé. Al invocar la bendición de San Antonio Abad sobre estos animales, alabemos al creador de todo, démosle gracias por habernos elevado por encima de las demás criaturas y pidámosle que, conscientes de nuestra dignidad, vivamos siempre al amparo de la ley”, finalizó el sacerdote. La ceremonia concluyó rociando con agua bendita a todos ellos y dando la bendición a todos los presentes.