CRESCENCIO BUSTILLO. El equipo del soldado de húsares también era muy diverso y complicado. En verano era de caqui, y en invierno de paño azul claro, guarnecido con ribetes de cinta o galón de caqui, achatado en sus dos picos. El traje de faena era de caqui usado, compuesto de pantalón y guerrera. Para paseo, no siendo día de gala, llevábamos pantalón de caqui ajustado a la pantorrilla, y este si no era nuevo, por lo menos estaba en buen uso y se complementaba con la guerrera, de caqui en el verano y de paño en el invierno. Para las formaciones de Gran Gala y las guardias de Palacio, donde había que realizar la «Parada», se usaba el pantalón de paño azul, ajustado a la pantorrilla, o sea el pantalón llamado de «montar». El complemento de estos pantalones eran las botas o zapatos, que con el legui, cubrían la parte inferior de la pierna. El legui (calentador parecido a una polaina) abrochaba la pantorrilla y servía de abrigo en el invierno si se ajustaba bien. Para completar las piernas del jinete estaban las espuelas adaptadas al talón de la bota. Este conjunto, bien limpio y brillante, realzaba mucho la figura del soldado de caballería, que si estaba encima del caballo y este a su vez, estaba limpio y bien equipado, componían un cuadro bonito por su belleza y colorido.


Crescencio Bustillo

Siguiendo con la ropa del jinete o soldado, estaba la guerrera de paño para las galas. Estas si eran para una gran formación, encima de la guerrera se le ponía el sobrepelliz o *»Dormán» al lado izquierdo del soldado, que estaba adornado con gran profusión de galones amarillos, haciendo adornos múltiples. De este «Dormán» salía un cordón trenzado grueso y amarillo, de más de un metro de longitud, que se enganchaba en el «karpat» de la cabeza, en la parte posterior y que le designaban con el nombre de «forrajeras». Este atuendo se completaba con guantes blancos, una bandolera de charol negra, con las insignias del Regimiento y como he dicho antes, en la cabeza se usaba el «karpat» de estilo cosaco, redondo sin visera y aterciopelado de negro. En la parte superior delantera, llevaba un bombín en forma de arco, que servía para, en los días de Gran Gala, colocar un plumero blanco de un palmo de largo. Detrás del «karpat» colgaba una anillita para enganchar las antedichas «forrajeras» y para sujetar el «karpat» a la cabeza llevaba unas hebillitas a ambos lados del mismo, donde se enganchaba un barbuquejo o cadenita dorada, que pasando por la barbilla se regulaban según conviniera a la cara de cada uno. Como veremos, el vestir el traje completo de un Húsar se componía de muchos detallitos, que en conjunto hacían un «cromo» de su persona. Si a esto añadimos el caballo y sus aderezos enjaezados, todavía le daba mayor vistosidad al «cuadro».

En el invierno, para las formaciones ligeras, usábamos el capote de paño azul con esclavina. También lo usábamos en los primeros tiempos para salir de paseo, con el complemento del sable o charrasco. Luego salió la moda del **»tabardo», que lo llevábamos siempre de paseo y en muchas formaciones de a caballo. Con el «tabardo» de color caqui fue suprimido el sable para salir de paseo y sustituido por un machete corto, de los llamados de explorador, para abrirse paso en los bosques selváticos. También en el paseo y muchas formaciones empezamos a llevar la gorra de plato color caqui, que era más adaptable. En el verano se cambiaba por un gorro caqui rematado en picos y en la parte delantera colgaba una borlita amarilla, desde el pico hasta la altura de la frente. *Dormán: Esta palabra hace referencia a una especie de chaqueta o indumentaria de uniforme de uso militar, que viene adornado de alamar y vuelta en la piel, y empleada principalmente en los cuerpos de la tropa, los húsares y común en la época del siglo  XVIII y  XIX como estilo de manto e inicialmente lo vestía por los turcos. **Tabardo: Chaquetón que forma parte del uniforme de invierno del soldado.

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