JULIA BACHILLER. El gobierno municipal de PP-Vox en el Ayuntamiento de Majadahonda dejó claro durante el último pleno celebrado este jueves 27 de enero (2022) el motivo por el cual elude la presentación de propuestas o mociones a nivel local. Ya en su día aseguraron que el poder de la mayoría absoluta de su coalición les permite llevar a cabo cualquier decisión que tomen en el municipio, sin tener que someterla a valoración por parte de la Oposición o de los vecinos, aunque estos últimos siempre sean utilizados para justificar sus decisiones tomadas con la habitual coletilla utilizada: “por el bien de los vecinos”. Ejemplo de ello fue la moción presentada por el Partido Socialista en relación con el cierre de la piscina de Huerta Vieja, hecho que venía anunciando desde que el pasado 18 de enero (2022) cuando se reunieron en la Casa de la Cultura con algunos de los usuarios afectados, entre los que se encontraban asociaciones deportivas y empleados. La decisión de este colectivo para movilizarse ante esta situación, que el PP llama despectivamente “hacer ruido”, fue lo que motivó al Gobierno municipal a anunciar, días previos a la celebración del pleno, el derribo de las instalaciones y la construcción de unas nuevas, tras cuatro meses de silencio.

El debate político suscitado por la moción presentada por el PSOE fue más previsible, pues el grupo proponente comenzó rechazando la enmienda presentada por el PP. En la iniciativa defendida y presentada por el portavoz socialista, Manuel Fort aseguró que “esta moción no la he hecho yo, la han hecho los vecinos”, una situación que el PSOE lleva siguiendo de cerca desde septiembre (2021) cuando se cerraron las instalaciones. También se refirió a los dos informes técnicos realizados tanto por la Concejalía de Urbanismo como por una empresa privada, de los cuales destacó el “carácter esencial de reparación” y no derribo, como similar conclusión a la que llegan ambos informes.