JULIA SÁEZ-ANGULO. El pintor y profesor de Arte Leandro Antolí expone casi medio centenar de obras, entre acuarelas y ceras, en el Centro Cultura del Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial hasta este lunes 12 de agosto (2019). El artista trabaja por series, que quedan expuestas en las distintos espacios de la sala: Ramas del Abanto, Herbario y Muro. En esta obra resalta el color, mientras la forma de la Naturaleza se diluye de modo poético, al alternarse con las manchas pictóricas libres del autor. Una obra refinada y elegante, que tiene mucho de huella o alusión más que de presencia rotunda. Obra sutil en la que el pintor experimenta, sobre todo en el campo de las ceras y la encáustica, al tiempo que plasma, con lenguaje plástico, sus pensamientos y reflexiones sobre lo que ve, observa y le interesa como material pictórico.


Julia Sáez-Angulo

Leandro Antolí (Madrid, 1962), licenciado en Bellas Artes, que ejerce la docencia en los Talleres de San Lorenzo del Escorial, ha cultivado la abstracción en otras etapas de su trayectoria artística, de las que dejó muestra en su gran exposición titulada «De las paredes» de la serie Arrancadas, con catálogo y texto de Javier Rubio Nomblot. El Escorial y sus alrededores ha sido trasunto pictórico de su trabajo, como lo marcan sus denominados «Siete itinerarios»: Las seis casitas. San Lorenzo, el Escorial, Zarzalejo, Fresnedillas, Robledo, Robledondo; Las siete casas del siete; Las tres viviendas de los Flores Sandal; Salamanca 1; León 1; Sin registrar, sin perro, sin luz, y De los colores. Cinco casas, cinco colores. La obra que ahora se ofrece en San Lorenzo va en grande, mediano y pequeño formato, desde 240 x 160, hasta 25 x 40. Los precios oscilan entre 300 y 60 euros.

LA OBRA, SEGUN EL AUTOR. «Algo del interior, algo incontenible, una fumarola de volcán surge desde el interior y nada lo podía parar, nada lo sujeta… La obra necesitaba existir. Mis pensamientos, intuiciones, mis claros en un bosque, necesitan representarse, mostrarse en forma de colores, formas, texturas, imágenes o palabras. No lo provoco, sólo sucede. Para realizar mi obra arranco parte del contenido de nuestra Tierra, las paredes que han cobijado a los seres humanos que la formamos y las pintadas de los niños que desde hace siglo garabatean esas paredes. Extraigo la pintura y los arañazos de las paredes, las intervengo con mis propios dibujos en forma de grabado o incisiones y las extraigo a la manera de un restaurador que quiere dejar sobre un lienzo una pintura mural. Otras veces estos dibujos/arquetipos los realizo directamente con acuarelas, acrílicos, y pigmentos de todo tipo sobre papeles o telas donde dejo las imágenes que brotan en mí, elaborándolas posteriormente, dando como resultado que los pensamientos se han convertido en una obra, una pintura. La serie denominada arrancadas, representa aquellas obras en las que me he introducido en las viviendas pintadas… y en las almas y vidas de sus pasados habitantes. He entresacado los colores de las paredes de sus habitaciones y con el gesto  del actual observador extraigointervengo y expongo la obra que otros hicieron y a la que yo solo añado mi gesto, mi presencia».

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