Luis del Val

LUIS DEL VAL. Varios medios de comunicación le dedicaron este lunes 17 de octubre (2022) bastante espacio a lo ocurrido en el Colegio Virgen de Europa de Boadilla del Monte, donde un profesor grababa a algunas alumnas cuando se cambiaban en el vestuario para clase de gimnasia. Yo estaba al tanto de lo ocurrido, no porque hubiera llevado a cabo un trabajo de investigación, sino porque en el mes de junio, el director del Colegio comunicó a los padres de todos los alumnos el descubrimiento del desagradable incidente. Ignoro cuál es la causa de que un suceso, de hace ya cuatro meses, apareciera como una noticia de rabiosa actualidad, pero me alegro, porque estas cosas deben saberse. Yo lo sabía, porque mis hijos llevan a mis nietas a ese colegio, y lo hacen, porque ellos fueron también alumnos. Cuando llegué a Madrid, pedí ayuda a sindicalistas de la enseñanza para que me indicaran colegios fiables en Majadahonda o cerca de allí y me indicaron el Colegio Virgen de Europa. Mi nuera, iba a llevar a sus hijas a otro colegio, pero al conocer el Virgen de Europa decidió llevarlas también allí y allí estudian. Creo que mi nuera sabe algo del asunto, porque es psicopedagoga.


Con frecuencia, en los colegios se presentan problemas con voyeurs, pederastas, acosadores, etcétera, y la política habitual es guardar discreción. La reacción del director del Virgen de Europa es modelo de diligencia y transparencia, y ya me gustaría que fuera habitual en cualquier escuela privada, concertada o pública. El acoso escolar, por ejemplo, es uno de los factores que conducen al suicidio, y si hubiera reacciones más rápidas se salvarían muchas vidas. Espero que los medios, y nosotros, estemos atentos a denunciar el secretismo que se impone desde otras direcciones escolares o el frívolo comentario de “eso son cosas de chicos”, porque las cosas de chicos se graban, se difunden por los móviles y muchas niñas y niños no pueden soportar esa humillación. No estamos hablando de ninguna simpleza. Afortunadamente, en este caso, las víctimas de la indignante y reprobable grabación no lo saben, pero sí lo saben sus padres, gracias a la actitud del director del Colegio Virgen de Europa. Mis nietas siguen felices en ese centro. Y ojalá que esa claridad y esa transparencia fuera la norma en todos los centros de España. Artículo publicado en la Cadena Cope.

 

Majadahonda Magazin