J. BACHILLER/ J. MARUGAN (Vídeo y Fotos). Los festejos taurinos programados con motivo de las Fiestas Patronales de Majadahonda comenzaban este viernes 16 de septiembre (2022) marcados por la incertidumbre de llegar a realizarse o no. Y es que nunca se había llegado al extremo de finalizar la instalación del coso taurino a elevadas horas de la noche del día anterior al primer encierro. Este se produjo en horario de mañana, por fortuna sin accidentes a destacar, pero con incidentes destacables. El primero de ellos se produjo cuando el concejal de Festejos, Eduardo González, prendió la mecha del primer cohete, tras el cual se soltaron los cabestros desde la plaza hasta el final del recorrido donde aguardaba el primer astado. Fue un grave error que incluso podría haber causado un lamentable accidente entre los corredores. El concejal de Festejos ignoraba el significado de los tres cohetes, y no uno, que siempre se lanzan al comienzo de este tipo de actos, algo que su compañero de partido y concejal, Manuel Troitiño, experto conocedor del arte de la tauromaquia, solía hacer en anteriores ediciones matutinas con todo rigor.

Troitiño presidió el encierro de la tarde, en el cual sí se escucharon estos tres avisos antes de comenzar. El estallido del tercer cohete es el que alerta a los corredores de que la suelta del toro es inminente, de ahí su relevante importancia. En esta ocasión, en el encierro matutino tan solo se escuchó una detonación, tras la cual una a una las tres reses del encierro se llevaron a la plaza en compañía de los cabestros. Finalizado el acto y como cierre, se lanzaron los otros dos cohetes que en un primer momento se deberían haber utilizado. Pero no finalizan con esto los incidentes.

El segundo toro del encierro se negó a entrar en los toriles y el tercer y último toro ascendía en su recorrido hacia la plaza 1 hora y 10 minutos después, quedando las talanqueras desiertas de asistentes por la desesperante demora. Algunos optaron entonces por dirigirse a la plaza. Con la suelta de reses llegó el momento en el que los aficionados y los pastores, algunos de ellos conocidos recortadores majariegos, sorprendieron al público con su destreza y valentía ante los pitones. Lamentablemente el segundo de los astados se fracturó uno de sus cuernos a los pocos minutos de salir al ruedo al embestir fuertemente contra un burladero, motivo por el cual inmediatamente se le retiró a los corrales.

El encierro de la tarde destacó por una masiva afluencia de público, tanto en la plaza como en el recorrido. Esta vez fue un encierro limpio y rápido. Una vez finalizado, fue imposible acceder a la plaza: aforo completo. Allí se realizó un pequeño homenaje al recientemente fallecido corredor de Majadahonda, Daniel Arribas, cuyo recuerdo ha estado en la memoria de todos y cada uno de los corredores que participaron. Una pérdida tan dolorosa que difícilmente ocultaban en sus rostros.