ruidoJORGE RUBIO. Majadahonda aplicará medidas para combatir la contaminación acústica en el municipio, entre ellas la elaboración de un mapa del ruido que permita localizar los «puntos calientes» de la localidad. La moción presentada por el Grupo Socialista fue aprobada por unanimidad. Sin embargo, la toma de medidas en materias de contaminación acústica viene de lejos, como hicieron notar algunos grupos municipales, que recordaron que ya se habían aprobado iniciativas similares a esta hace 8 años y a día de hoy seguía sin ponerse en marcha un plan que insonorice el mapa del ruido que realizó UPyD. En el debate también se denunció que los servicios municipales no están preparados para combatir el ruido y pese a que cuentan con el sonómetro, una herramienta de medición idónea, los agentes de la policía muncipal no poseen la formación necesaria para utilizarlo. Y para colmo, los funcionarios no trabajan noches ni fines de semana, horas y fechas en las que se producen las mayores denuncias por ruido. Pero los agentes sí cuentan con un arma que puede disuadir a los que perturban el descanso de los demás para hacer negocio: la persuasión.

sonometro

Un sonómetro

Socorro Montes de Oca (PSOE) fue la encargada de presentar la moción al pleno y en ella se refirió a las ordenanzas municipales que tratan sobre el ruido, entre ellas la de medio ambiente. Destacó la necesidad de «realizar un mapa de ruido para detectar los principales focos de Majadahonda» para poder actuar y cumplir con la ordenanza y la necesidad de «llevar a cabo una campaña de sensibilización desde el Ayuntamiento». Juancho Santana (IU) e Irene Salcedo (Somos Majadahonda) fueron los «historiadores» que realizaron el viaje por el túnel del tiempo en las distintas legislaturas en las que se aprobaron medidas similares pero que nunca se  trminaron de ejecutar por parte del equipo de Gobierno. Silvia Rey (Ciudadanos) incidió en los riesgos para la salud que supone este tipo de contaminación. El alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxa, se defendió alegando que la legislación española es muy garantista y que no se podían cerrar locales de cualquier manera, aprovechando además los «ruidosos» el cambio de propietarios o incluso de nombre de sus empresas. Por último, Ricardo Riquelme (PP) señaló que Majadahonda no está obligada a tener un mapa del ruido, ya que no tiene 100.000 habitantes, pero se comprometió a reunirse «de forma inmediata para poner en marcha» una campaña de información que diera a conocer el resto de medidas aprobadas.

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