LIDIA GARCIA. «¿Sigue en Majadahonda?», le pregunta la periodista Marina Rivas del diario Sur de Málaga a la laureada pentaolímpica y campeona de Europa malagueña de natación, María Peláez. Y ella responde: «Sí, estoy de funcionaria en la Concejalía de Deporte como técnico deportivo». Lo que todo el mundo conocía en el área deportiva del Ayuntamiento ahora ya se ha hecho público este miércoles 12 octubre (2022) gracias a una entrevista. Y la protagonista responde: «Si hubiese tenido la visibilidad de ahora con las redes sociales, igual no habría soportado la fama». En ella María Peláez, que el próximo 13 de noviembre cumple 45 años, rememora los éxitos de su carrera y los altibajos que tuvo que superar y cuenta cómo es su vida actual, porque «no importa el tiempo que pase, ella siempre será un icono de Málaga. Una humilde niña prodigio que debutó en el olimpismo sin tener idea siquiera de lo que aquello suponía; una alumna perfecta que siempre se retó a sí misma hasta conseguir lo que quería. ¿El resultado de más de 30 años de esfuerzo y sacrificio diario? Cinco Juegos Olímpicos«, recuerda la periodista con una imagen del fotografo Pablo Cobos en las instalaciones de Villafranca del Castillo, donde se retiró. 

A María Peláez la entrevistó también la periodista Amaya Iríbar en 2008 en El País porque, lejos de su mejor forma, logró su 50º título nacional con 30 años: «De los Juegos de Seúl 1988 no tiene ningún recuerdo, ni siquiera televisivo, porque «era sólo una niña». Más tarde, en los de Barcelona 1992, fue la deportista española más joven con 14 años. «Todo era nuevo, excitante», recuerda María Peláez. Luego vinieron los de Atlanta 1996, Sidney 2000 y Atenas 2004. La presión, los malos resultados, la recompensa del regreso… ¡Y Pekín! Sus quintos Juegos, un récord de participación que igualó a la nadadora con la tenista Arantxa Sánchez Vicario. Con 30 años cumplidos llevaba más de media vida en la piscina, miles de kilómetros de agua en los brazos y las piernas y varios cambios de entrenador, entre España e Italia. La malagueña cumplió además un sueño que parecía imposible cuando anunció su intención de volver al equipo de la mano de Juan Camus. Junto a él y su grupo de nadadores del SEK Castillo en Madrid, la mayoría de ellos velocistas, María recuperó las sensaciones en la piscina. Y, sobre todo, en la competición.

«Llevaba años bloqueada, no nadando, que nunca lo dejé. Pero, cuando llegaba la competición, no lograba sacar lo que valía«. Hoy ha recuperado la tranquilidad y la estabilidad pero no ha abandonado la discreción en unos momentos en los que su deporte atraviesa precisamente un estado tumultuoso a causa del cierre de la piscina de Huerta Vieja en Majadahonda. Pero ella es funcionaria, es el concejal quien lleva la gestión y nada puede hacer, aunque siempre quedará para Majadahonda un orgullo y gloria: que una atleta pentaolímpica, con su trayectoria y palmarés en los deportes del agua, ponga todo su historial y experiencia al servicio de sus vecinos.