MANU RAMOS. (5 de noviembre de 2024). «¡Por fin llega hoy a la zona afectada un contingente de la Guardia Civil de Madrid. Otros guardias civiles han acudido por su cuenta a título particular desde Majadahonda!». Con este breve mensaje, varios agentes de la benemérita adscritos a la Compañía de Majadahonda, que comprende esta ciudad del Oeste de Madrid junto a Las Rozas, Boadilla del Monte, Villaviciosa de Odón, Villanueva de la Cañada y Brunete, han explicado a MJD Magazin lo que está ocurriendo estos días en este amplio destacamento: «Los guardias civiles de la Comandancia de Madrid hacían acopio de ciertos elementos necesarios, pagándolos de su bolsillo. Del cuartel de Majadahonda se han presentado voluntarios un gran número, sin embargo y de manera lógica, no podemos dejar de cubrir los servicios imprescindibles aquí, no se puede desvestir un santo para vestir otro. Aunque se han ofrecido voluntarios para acudir en sus días libres, las asociaciones profesionales han solicitado a la dirección acudir de manera masiva pero no han sido autorizados». Y estas mismas fuentes añaden: «se han ofrecido no menos de 40 agentes para ir a Valencia y nos consta que dentro de la Policía Local de Majadahonda ha ocurrido algo similar».

POR ÚLTIMO, ESTOS AGENTES DE LA BENEMÉRITA HAN RECORDADO SUS PROPIAS ORDENANZAS: «No olvidéis jamás la cartilla de la Guardia Civil, en vigor desde su creación, que en su Artículo 6 dice lo siguiente: «el guardia civil no debe ser temido sino de los malhechores, ni temible sino a los enemigos del orden. Procurará ser siempre un pronóstico feliz para el afligido, y que, a su presentación, el que se creía cercado de asesinos, se vea libre de ellos, el que tenía su casa presa de las llamas, considere el incendio apagado, el que vea a su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo crea salvado, y por último, siempre debe velar por la propiedad y seguridad de todos». El Artículo 5 que le precede dice lo siguiente: «el guardia civil debe ser prudente sin debilidad, firme sin violencia y político sin bajeza», mientras que el Artículo 7 añade: «cuando tengas la suerte de prestar algún servicio importante, si el agradecimiento le ofrece alguna retribución, nunca debe admitirla. El guardia civil no hace más que cumplir con su deber y no debe esperar de aquel a quien ha favorecido, debe ser solo, un recuerdo de gratitud. Este desinterés le llenará de orgullo; le granjeará el aprecio de todos, y muy particularmente la estimación de sus Jefes, allanándole el camino para sus ascensos».