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MANU RAMOS. Médicos y sanitarios de Majadahonda son noticia. Numerosos medios de comunicación en España y fuera de nuestras fronteras han puesto como ejemplo a varios sanitarios de Majadahonda por su ejemplo cívico: acudieron a trabajar al Hospital Puerta de Hierro andando sobre la nieve y algunos lo hicieron con caminatas maratonianas. En Majadahonda fueron los vecinos quienes primero dieron aviso de estas heroicas actitudes: el tuitero @Majadahonda2016 lo hacía así: «Una médica del 112 con su epi barriendo una calle (San Andrés) con nieve para poder sacar en camilla a un paciente con COVID, dos ambulancias la han tenido que dejar a 200 metros porque era imposible por la nieve», momento que recoge la imagen. Y Nena Baldasano Supervielle: «Un amigo médico ayer anduvo 17 km para llegar a Puerta de Hierro, tenía guardia y para él lo más importante son los enfermos. Él no ha protestado…». Se trata del doctor Álvaro Sánchez, un médico interno residente (MIR). El enfermero Raúl Alcojor, otro de ellos, tardó 2 horas y 28 minutos desde Carabanchel, entrando por Pozuelo de Alarcón hasta Majadahonda y caminando por la M-40 y M-503, confesó por qué lo hizo: «Por moral». Desde la Cadena Ser, la periodista Adriana Delgado relata el trayecto realizado «desde Carabanchel a Majadahonda»: «Es el camino que ha hecho Raúl Alcojor, auxiliar de enfermería para llegar al Hospital Universitario de Puerta de Hierro, en Madrid. Alrededor de 15 kilómetros que Raúl ha tardado en recorrer casi dos horas y media con un paisaje de hasta 40 centímetros de nieve». La prensa recoge la hazaña de dos enfermeros de Majadahonda, Mónica García de la Felguera y Paco Blázquez, que hicieron 22 kilómetros andando hasta el Hospital 12 de Octubre, cerca de Lezgazpi. O de Francisco Javier Cuevas, técnico de Radiodiagnóstico y Natividad Sánchez y Paula Cengotitabengoa, enfermeras en la UCI, atrapados en el Hospital, donde han llegado a dormir. Pero hubo más: estos son sus nombres y sus gestas:


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Raúl Alcojor

La llegada de la borrasca Filomena ha agravado todavía más la situación en los hospitales, al igual que las dificultades para llegar por parte de los pacientes y del propio personal sanitario. El enfermero que caminó 14 kilómetros entre la nieve para ir a trabajar: «No podía estar en casa«. «Lo he hecho por moral», explica Raúl Alcojor. El temporal ha hecho que, en muchos de los casos, los sanitarios no puedan coger el relevo y los turnos se amplíen a más de 24 horas. Los compañeros de Raúl, por ejemplo, no han podido descansar desde el viernes a mediodía, cuando empezaron. “Algo hay que hacer y por eso me he dicho, lánzate, si llego, he llegado. Si no llego, me doy la vuelta”, explica. Raúl reconoce que, aunque le gusta andar y ha disfrutado del paseo por la cantidad de gente que estaba en la calle, ha habido un par de tramos que “los he llevado en el cuello”. “Entre Pozuelo y Majadahonda estaba impracticable y me he lanzado a la M-40 cual hombre solitario, sin gente”. Al llegar al hospital, explica que una de sus compañeras se ha emocionado al verle y se ha echado a llorar. “Quieras que no ver una cara nueva o unas manos más para trabajar siempre vienen bien”. «Los clientes siempre están, no es una cafetería». Puede leer la historia completa aquí.

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El médico Álvaro Sánchez

Otros medios como la Agencia Efe también se han hecho eco de la situación de Álvaro Sánchez, un médico interno residente (MIR) que recorrió 17 kilómetros para llegar a su guardia en un hospital de Madrid. El propio Dr. Álvaro Sánchez fue el encargado de dar a conocer su situación a través de las redes sociales, que utilizó para animar a la población y mandar un mensaje de optimismo en un momento delicado para algunas personas tras el paso de la tormenta de nieve Filomena. El médico completó con la ayuda de unos bastones los 17 kilómetros que separan su residencia del hospital Puerta de Hierro, ubicado en el municipio de Majadahonda, para relevar a sus compañeros.

«Después de 17 kilómetros de pura nieve, una hora y tres cuartos, os puedo decir que he llegado al hospital y que voy a poder hacer la guardia. Así que nada, así estamos. Un saludo», explicó el médico en un vídeo que se ha hecho viral». Así contó también este suceso el diario «Noticias RTV» con la firma de Nacho Vega: «El doctor Álvaro Sánchez caminó 17 km por la nieve el sábado (9) hasta su trabajo en un hospital de Majadahonda, a 16 km de Madrid, lo que llevó a los propietarios de vehículos 4×4 a dar un ascensor a los profesionales sanitarios. En la ciudad, 90 personas han sido bloqueadas desde el viernes en un centro comercial, al que no se puede acceder por la nieve, según los servicios regionales de emergencia».


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Mónica y Paco, pareja de enfermeros, que caminaron 22 kilómetros para llegar desde Majadahonda al 12 de Octubre

En La Razón, la periodista Macarena Gutiérrez cuenta lo que han tenido que hacer una pareja de sanitarios para llegar al hospital. «Mónica García de la Felguera, enfermera de UCI del 12 de Octubre, se ha hecho célebre estos días por haber recorrido caminando junto a su pareja, Paco Blázquez, los 22 kilómetros que los separaban de su turno en el hospital. Entre risas, dice que hasta el diario británico «The Guardian» se ha hecho eco de su historia. Y es que no hay duda de que se trata de una hazaña que merece ser contada. Esta pareja de Majadahonda entendió pronto que «si queríamos llegar al hospital el sábado solo podría ser andando». Así que se despertaron de madrugada y a las 4,30 se pusieron en camino «después de haber desayunado un café y unos suspiros del Nalón, unas pastas típicas de Asturias», la patria chica de Mónica. Con una temperatura helada enfilaron la carretera que normalmente seguían con el coche y en apenas cuatro horas y media eran recibidos como unos héroes por los compañeros a los que dieron el relevo».

También lo contó El Diario Vasco: «Nada menos que 22 cubrieron Mónica y Paco, un matrimonio de enfermeros que presta servicio en la UVI polivalente del 12 de Octubre, donde atienden a 16 pacientes de covid. La pareja vive en Majadahonda, a 22 kilómetros del centro médico y el sábado de madrugada, a la vista de que la nevada iba a impedir a sus compañeros llegar al hospital por el cierre de carreteras, decidieron acudir a su puesto de trabajo… ¡andando! Aficionados a los ultramaratones, a las cuatro y media de la madrugada, bien abrigados con ropa de alta montaña, botas de nieve y con una mochila con un termo de café caliente y frutos secos, partieron de su casa caminando por la M-503. Nevaba con fuerza y con la ventisca se enfrentaron a temperaturas de 6 grados bajo cero. Tardaron 4 horas y llegaron a su puesto a las 8,30 de la mañana. «Es lo que nos toca hacer. Esta es nuestra profesión. Se necesitaban todos los efectivos y sabíamos que muchos no iban a poder llegar. Es verdad que esto nos pilla ya muy cansados, con todo lo que llevamos a cuestas por la covid, pero por nuestros compañeros y por nuestros pacientes, se hace lo que haga falta», señala orgullosa Mónica, que a sus 52 años nunca había visto una nevada semejante en Madrid».

En el Huffington Post relatan que «pasan las horas y Madrid sigue colapsada por la nevada y el hielo causado por la borrasca ‘Filomena’. Una situación ya de por sí crítica que se une a una pandemia, cuya curva continúa sin freno. La saturación laboral de los sanitarios ha alcanzado este fin de semana extremos límites, como ha apuntado con preocupación el tuitero Perdidue, un enfermero muy popular en la red social. El sanitario detalla lo que se vive en el Hospital Puerta de Hierro en la localidad madrileña de Majadahonda, que describe como “situación gravísima” y de cuyo peligro ha querido alertar. “Hay compañeras que van a encadenar hasta 6 turnos consecutivos porque la dificultad para llegar al centro es extrema, no pueden ser relevadas. No pueden más, por favor, que se difunda, necesitan acceso YA”, escribe desesperado el conocido usuario, alertando de la gravedad de lo que se está viviendo a las puertas de muchos hospitales desde la noche del viernes».

Hospital Puerta de Hierro, nevado. Médicos y enfermeros dan ejemplo y van a trabajar andando

Desde El Diario, la periodista Irene Castro narra cómo «son las 13:30 horas del domingo y Francisco Javier Cuevas, técnico de Radiodiagnóstico, aguarda la llegada del metro en la estación Colonia Jardín. Llegó a trabajar al Hospital Puerta de Hierro el viernes por la noche y ha tenido que quedarse hasta entonces: no había posibilidad de que llegara el relevo ni de que él se fuera en el coche en el que tardó más de una hora en llegar desde el centro de Madrid porque la nevada ya empezaba a colapsar las carreteras. Finalmente ha sido un particular en un 4×4 el que le ha llevado hasta una estación. Lo mismo le ha pasado a Natividad Sánchez, enfermera en la UCI médica de ese centro, que se encuentra en la localidad de Majadahonda, a unos 15 kilómetros de la capital. Su turno empezó en la tarde del viernes pero ha tenido que encadenar varios hasta «que una persona de forma altruista» la ha llevado a casa. Su salida ha sido posible gracias a propietarios de todoterrenos que se han organizado para hacer desplazamientos de pacientes y sanitarios.

Por último, la Unidad Militar de Emergencias (UME), Guardia Civil y Policía Local han ayudado en esos relevos. La nevada que ha azotado a buena parte de la península y ha colapsado la Comunidad de Madrid ha obligado a médicos, enfermeras, celadores y demás personal sanitario a doblar, triplicar e incluso cuadruplicar turnos. «Yo entré el viernes por la noche. Conseguí llegar porque vivo en Majadahonda, pero tardé 50 minutos en un recorrido que normalmente dura diez. Solo entramos de nuevas otra compañera y yo, el resto no pudieron llegar», explica Paula Cengotitabengoa, que también es enfermera médico en la UCI de Puerta de Hierro. «El sábado por la mañana llegaron dos compañeras que se quedaron por la noche para relevarnos otra vez por la mañana, pero aunque llegaran dos, tres o cuatro no termina de completar un rotatorio. Tiene que haber como quince», explica.

Hospital puerta de Hierro, tras la nevada: médicos y sanitarios ejemplares

«No podíamos irnos aunque tuviéramos cómo porque no había personal suficiente», agrega Natividad, que como Paula, una vez en casa no se puede dormir tras casi dos días en el hospital. «Lo máximo que hemos podido dormir han sido dos horas», comenta aún sorprendida por lo que describe «como una película». «Los vecinos nos trajeron comida», dice. En el caso de Francisco Javier se habilitó la cafetería para todos los que tuvieron que quedarse más de la cuenta. «Intentábamos hacer descansos a ratos para estirar las piernas. No hemos dormido nada, te tumbabas y no sé qué pasaba que no podías dormir», comenta. También ha habido sanitarios que han llegado a sus turnos haciendo grandes gestas, como Álvaro, un médico residente de Cirugía Torácica que llegó a Puerta de Hierro el sábado por la mañana desde Príncipe Pío, o Rosa, una enfermera que hizo andando en plena nevada el trayecto Boadilla-Majadahonda«.

Majadahonda Magazin