MIGUEL SANCHIZ. Nacho Alonso es majariego, padre de 3 hijos y un enamorado del deporte y los viajes. Tras cursar Administración y Dirección de Empresas entre Madrid y Lille (Francia), su trayectoria ha estado ligada, entre el año 2006 y el 2017, al sector financiero, habiendo desempeñado puestos directivos en varias compañías aseguradoras y agencias de valores y el rol de «country manager» en un bróker asegurador internacional. En 2017 asumió el papel de socio y director comercial de una consultora de inversión, Grupo PGS, labor que compaginó con el puesto de director de «Invest in Cities«, la principal iniciativa de atracción de inversión a ciudades españolas. En 2021 fundó su propia empresa, Alyna Capital, especializada en la captación de fondos y ayudas europeas para instituciones públicas, habiendo desarrollado proyectos, de distintas tipologías, con ayuntamientos y diputaciones de toda España.Este mes de mayo (2023) es protagonista de esta «Gente Maja que se Moja» no en calidad de «Vecino de Majadahonda» sino de profesional y experto en Economía.

Usted ha traído inversión europea a Majadahonda, ¿cree posible conseguir nuevos inversores para la ciudad? –Majadahonda, por su estructura social y las características urbanísticas y de edificabilidad, no cumple las condiciones para albergar enormes parques empresariales, como sí tienen Las Rozas, Alcobendas o Tres Cantos en la Comunidad de Madrid, que son ciudades con un desarrollo empresarial muy destacado a nivel nacional y alojan a infinidad de empresas multinacionales. Nuestros regidores apostaron por un modelo de ciudad diferente, lo cual tiene implicaciones importantes: el presupuesto de Las Rozas es, literalmente, el doble que el nuestro, con tan solo 20.000 habitantes más. Aun así, el problema de Majadahonda no es de recursos económicos, insisto, sino de gestión de los mismos. Majadahonda tiene 2 grandes oportunidades actualmente para su desarrollo económico y empresarial. La primera de ellas es el aprovechamiento de los fondos y ayudas europeas. Hemos perdido casi 2 años de lluvia de millones sobre los municipios por la inacción, pasividad y desidia del Equipo de Gobierno, que se han traducido en un coste de oportunidad de hasta 50 millones de euros, que es lo que han recabado de Europa algunos municipios de nuestras mismas características.

¿Que significa eso de tener 50 millones de más o de menos en Majadahonda?. –Es el equivalente, prácticamente, al presupuesto de un año del Ayuntamiento, pero sobre todo es dejar pasar la oportunidad de construir una ciudad moderna, digitalizar la administración, ayudar al comercio local, construir instalaciones, impulsar el deporte, mejorar los servicios y edificios públicos, y un largo etcétera… Quedan menos de 2 años de tormenta de millones y yo confío en que los aprovechemos, para lo cual es imperioso que se produzca un cambio en el Gobierno. La segunda palanca que deberíamos activar es la del emprendimiento, especialmente aquel con base tecnológica. Para ello no hacen falta grandes polígonos o estructuras, sino apostar por la innovación, por el talento joven, por dotar de herramientas a los emprendedores majariegos, que tienen una base formativa elevada, y dotarles de herramientas para que desarrollen sus ideas. Yo desarrollaría un campus tecnológico en la ciudad, en comunión con las muchas universidades de nuestro entorno, y atraería a él a todo el talento emprendedor de los alrededores ofreciéndoles espacio, herramientas, acceso a inversión y financiación e inserción en programas de aceleración corporativa con empresas, por ejemplo, de Las Rozas. Los jóvenes majariegos tienen mucho talento y de mucho valor añadido, pero no les estamos dotando de lo que necesitan para desarrollarlo. Además, este tipo de proyectos, refiriéndome al del campus tecnológico, no son exclusivos para los jóvenes, sino que pueden desarrollarse programas e iniciativas, por ejemplo, para la empleabilidad y desarrollo de ideas de los mayores de 50 años, o cualquier otro colectivo que necesite ayuda o impulso.

¿Por qué cree usted que lo mejor es siempre lo de casa? –Lo de casa es lo que llevas dentro, lo que te mueve, lo que vives y lo que te hace sentir. Es aplicable a las lentejas que te comes en casa de tus padres, a la valoración que haces de los logros y cualidades de tus hijos, al partido de tu equipo de fútbol favorito, a la playa a la que vas en verano y a muchas otras cosas. Lo de casa lo sientes tuyo, compartido con las personas que te importan, y eso siempre es importante. Eso no implica, por supuesto, que no reconozcas las bondades ajenas, pero es muy importante valorar lo que tienes, sobre todo si quieres ser feliz. Llevado a la vida municipal, es imposible que alguien sienta más Majadahonda que un majariego que se ha criado aquí, que ha jugado en sus parques, asistido a sus colegios, construido una familia, comprado su primera casa, padecido sus carencias, competido en sus ligas municipales, con amigos majariegos… En Majadahonda cabemos todos, por supuesto, pero creo que, los que somos majariegos, la llevamos en el corazón y nos importa mucho más lo que aquí pase, y eso hace muchas veces la diferencia.

¿Qué opina usted de que el regidor de un Ayuntamiento pueda no ser vecino de la ciudad? –Triste, esa es la palabra, pero la respuesta requiere algo de contexto. La política municipal debe estar centrada en los problemas y necesidades locales, que suelen ser muy evidentes y tangibles, tales como falta de instalaciones, oferta cultural a los vecinos, estado de las calles, movilidad, aparcamiento, ruido, asistencia a mayores, deportes… Cosas del día a día que los vecinos reclaman porque afectan directamente a sus vidas. Yo siempre digo que la política municipal no entiende tanto de ideología, porque las cuestiones ideológicas no se dirimen en un Ayuntamiento, sino en el parlamento regional o el Congreso de los Diputados. Los problemas de un municipio son mas mundanos, reales, y afectan al día a día de las personas, y en la solución a esos problemas poco importa lo que pienses de Puigdemont o de la Ley Trans. Esa es mi opinión. Una vez dicho eso, respondo a la pregunta: nadie mejor que un vecino de Majadahonda conoce las carencias y ventajas de su ciudad, precisamente porque las padece, las disfruta y, en definitiva, las vive y las siente suyas.

¿Y un visitante de la ciudad puede llegar a sentir exactamente lo mismo que un vecino? –Un majariego siente algo que alguien de fuera nunca entenderá: no es lo mismo que el hijo del vecino esté enfermo a que lo esté tu propio hijo, no es lo mismo tener una gotera en tu casa o que la tenga la prima de tu mujer, o que el colegio de tu hija se caiga a trozos o lo haga uno de Carabanchel Alto. Es un tema de implicación, de compromiso, de orgullo… pero en el fondo es una cuestión de amor: los majariegos quieren a su ciudad y la cuidan, precisamente porque es suya. Eso no se puede sustituir, igual que usted, que está leyendo esto, no puede querer más a mis hijos que mi mujer y yo. Y es triste, en efecto, que el partido actualmente en el Gobierno no tenga entre sus filas a alguien medianamente decente que sea de aquí y en su lugar traigan a gente de fuera que tardará los 2 primeros años de legislatura en enterarse de qué es Majadahonda y carecerá de la mínima implicación y apego necesarios para mejorarla. Ellos dirán que no hace falta, que se puede regir nuestra ciudad teletrabajando desde Leganés y que su fuerte es la gestión (al tiempo), cuando lo único que han demostrado en 20 años es que son pésimos, especialmente, en gestionar.