narciso-de-foxaFEDERICO UTRERA. «Yo no soy partidario de que algo normal suponga un debate político. De la misma manera que cuando voy a Carrefour no lo hago con un equipo de comunicación detrás, tampoco cuando nos bajamos el sueldo tenemos que publicitarlo. Es algo normal, lo que sí sería noticia o tendríamos que explicar es que nos los hubiésemos subido. Es muy fácil decir a la opinión pública: “me he bajado el sueldo”. Pero esto son éticas superficiales«. Con estas palabras, el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, aborda en esta parte de la entrevista concedida a MJD Magazin la bajada de salarios de la Corporación municipal.


¿A qué se refiere? Son actos simbólicos de calado…
– Lo importante es gestionar bien el Ayuntamiento y que no se escapen los miles de millones que se pueden escapar. Hacer una gestión responsable, que no haya unos déficits tremendos, que no endeuden el ayuntamiento para toda la vida. Eso es lo difícil y lo que nos van a exigir los ciudadanos de verdad a medio y largo plazo. Todo lo demás son gestos que están muy bien, pero no creo que sean lo importante.

A veces son relevantes, fíjese el hito que ha supuesto colgar la bandera gay en un Ayuntamiento como Majadahonda…
– Colgar una bandera en el Ayuntamiento es un gesto que no está mal, pero eso es muy fácil. El hecho de colgarla es muy fácil para un gestor, solo hay que coger una cuerda y atarla. Lo difícil es todo lo que viene detrás: por ejemplo, ser tolerante. Es mucho más difícil en el día a día que el Ayuntamiento sea tolerante con una causa determinada que poner una bandera, que no está mal, pero eso es lo fácil.

¿No habría sido ejemplar un discurso público que justificara y apoyara por qué en esta época de crisis el político debe bajarse el sueldo?
– En el caso de los sueldos hay algo que debe usted saber, y es que la ley, en cierta forma, limita los sueldos dependiendo del tamaño del Ayuntamiento, aunque también es verdad que dentro de unos parámetros. En muchos casos los hemos bajado dentro de esos parámetros, pero podíamos haber puesto sueldos, sobre todo a los concejales. O aumentar el dinero que perciben los partidos políticos, poner subvenciones más altas. Pero no es una decisión libre de la corporación, ya que también viene marcado por los parámetros marcados por la Ley de Sostenibilidad.

Majadahonda Magazin