«Me impactó muchísimo este caso y lo primero que pensé fue en la madre. Me puse en contacto con ella y estaba destrozada. Sabía muy poco de su hijo y lo único que pensaba era en ayudarle. De hecho, a pesar de que la mujer no tiene recursos, le buscó un abogado y va con frecuencia a visitarlo a la cárcel. Es un caso increíble», recuerda el periodista Paco Lobatón cuando le preguntan sobre el caso del denominado como «descuartizador de Majadahonda». Un suceso que le toca de cerca, ya que en 1995 la madre de Bruno, el presunto asesino de Adriana Gioiosa, acudió al clásico programa de “¿Quién sabe dónde?” para encontrar a su hijo de tres años que había sido raptado por su padre. Una historia que el periodista aún recuerda tal y como refleja en sus respuestas a la entrevista realizada por el diario gallego El Progreso. Pero Lobatón no habla únicamente del descuartizador de Majadahonda, ya que también responde a las preguntas sobre la desaparecida Diana Quer aprovechando su experiencia en el mundo de las desapariciones de personas. Un conocimiento que le ha llevado a crear la fundación QSD Global con la que se quiere aportar una mayor visibilidad y dotar de recursos a estos casos. A continuación reproducimos la entrevista:
¿Qué opinión le merece la actitud que están mostrando los familiares de Diana?
La actitud de los padres me tiene perplejo. Hay una difusión mediática excesiva, una sobredosis evidente de datos que no es positiva para el futuro de Diana ni para la investigación. Que los padres pongan sobre el tapete conflictos familiares previos no es bueno.
Esa actitud, ¿puede distraer los esfuerzos por encontrar a la chica?
Hay que pensar que una desaparición es como un accidente. Lo prioritario es socorrer a los heridos e intentar salvar vidas. Después ya se determinarán las causas y quién tuvo la responsabilidad. Y aquí lo prioritario tiene que ser localizar a Diana.
