El Padre Angel en Majadahonda

JULIA BACHILLER. El Padre Ángel (“Mensajeros de la Paz”), Premio Príncipe de Asturias, pasó esta semana por Majadahonda para presentar el libro de Olvido Macías “Vidas Unidas” y subrayó: “Deciros de corazón que los que adoptan sois unos campeones, que haber hecho este libro es sensibilizar a la gente… La burocracia tendría que aprender tanto de esto… Yo he sufrido mucho cuando veo a muchos padres que quieren adoptar y les hacen pasar un calvario… A veces los padres que adoptan parecen unos delincuentes, les preguntan tantas cosas, tienen que pasar tantos exámenes, que cuando uno está en ese lado se dice: “no es posible que sea verdad…”. Y tuvo la valentía de decirlo ante el director general de la Familia de la Comunidad de Madrid, Alberto San Juan (PP), un alto cargo del Gobierno de Cristina Cifuentes que estaba presente en la mesa.


El propio Alberto San Juan destacó en su intervención que “este libro es una contribución inestimable para la sociedad en general y para las personas particularmente. Enseña que es la adopción, que no es fácil. En la dirección general tenemos un lema: “cada niño una familia”. Y cuando las familias se acercan diciendo “queremos adoptar” hay varias fases… Es un proceso complejo y en este libro hay 22 historias. Cada una es una realidad diferente de cada una de esas familias”.

Es muy difícil entregar un niño en adopción cuando no reúnen todas las condiciones”, admitió el Padre Angel, pero explicó que “en mis 53 años que llevo en “Mensajeros de la Paz”, el proyecto que me siento más orgulloso y que además aparece en la tarjeta de visita que entrego, lleva como lema: “Y le querrás más que a un hijo”. Hace unos años hicimos una campaña para adoptar a niños con deficiencias, con parálisis cerebral…»

«Eran niños que se sabía que iban a morir en unos días o unos meses…La campaña duró casi un año y para 200 niños aparecieron más de 800 familias que querían adoptarlos… Yo no he podido adoptar ni acoger… quizás fue la renuncia más grande que he hecho en mi vida, lo digo hoy por primera vez aquí, cuando yo creo que podía haber adoptado a ese niño… Al ver que yo tenía muchos años, que ese niño podía quedar huérfano cuando yo los años que Dios me diera… Tuve que renunciar a eso para que una de las educadoras lo adoptara. Y uno se conforma con ser padrino”, añadió.

Y concluyó: “Hace un mes tuve la ocasión de poder ir a concelebrar la misa con el Papa Francisco. Y no usó papeles. Comenzó hablando del Amor… Nos dijo: “esos de la iglesia de San Antón, los sin techo, esos son la carne de Cristo… Y el amor no es eso de amar a Dios sobre todas las cosas… El amor tiene que ser en algo concreto, algo que palpas, que tienes, el amor está en esos hijos que uno tiene… El otro día recordé como después de muchos años yo aprendí a amar algo concreto: a los hijos que uno haya podido adoptar…»

«Alguien dice que los padres que adoptan y los adoptados tienen tanto cariño o más que los que no son adoptados… Yo, Olvido, vengo a felicitarte: es un libro precioso de regalo de cumpleaños, de regalo a los padres, a los abuelos , a la gente, a los periodistas… es muy difícil leerlo sin que se te caigan las lágrimas, porque sois unos padres fabulosos y como dices tú, no solamente los padres, los grandes protagonistas son ellos: los grandes mensajeros que nos hacen ser felices en la vida…”. De ahí que señalase que “la frase más bonita de la mesa redonda y de los que estaban allí «ha sido decir que es un libro de emociones, de lágrimas… Es muy difícil no emocionarse, este es un libro para disfrutar, todas las historias te conmueven… A los padres que han adoptado un niño y les preguntas por él se les ilumina la cara…”.

Majadahonda Magazin