GUILLERMO CORDOBA SANTOS. Escribimos desde la Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención del Suicidio (www.papageno.es.) porque hemos leído con detalle la noticia titulada «Una anciana de Majadahonda pone fin a su vida al arrojarse del tercer piso donde vivía en la urbanización Virgen de Icíar«, publicada por Manu Ramos en Majadahonda Magazin el 22 de junio de 2021. Les agradecemos su interés por dar visibilidad al suicidio. Es importante que los medios de comunicación den voz a un tema oculto debido al estigma y al tabú que le rodean. El suicidio es un problema de salud pública que mata cada año a 800.000 personas en el mundo, una cada 40 segundos, con un número estimado de intentos 20 veces superior y con graves consecuencias emocionales para entre 6 y 12 personas por cada fallecimiento. En España produce cada año más de 3.000 muertes oficiales, el doble que por accidentes de tráfico. En este sentido cabe destacar que, en consonancia con la evidencia científica, la comunicación responsable salva vidas. En particular, destacamos los siguientes puntos de esta noticia:

1. Detalla el método empleado por la anciana en el titular de la noticia. Ahí cuenta que se ha suicidado al “arrojarse del tercer piso donde vivía”. El Manual del Ministerio de Sanidad, publicado en el mes de julio de 2020, dice lo siguiente sobre los titulares en noticias sobre suicidios (página 9). “En el titular, no use la palabra “suicidio”, ni concrete el método y lugar (los métodos y los lugares se imitan)”. 2. Detalla el método empleado por la mujer en el primer párrafo de la noticia al contar que se ha quitado la vida al “arrojarse del tercer piso de un edificio de la urbanización Virgen de Iciar”. Después, añade que la vecina “falleció en el acto por traumatismo craneoencefálico”. Sin embargo, detallar el método es un error habitual que podría dar ideas a una persona con ideas suicidas o que se encuentra en una situación delicada. Estas personas pueden creer en la efectividad que tiene ese método e imitarlo en su intento de dejar de sufrir. Ocurre lo mismo al detallar el lugar. Además, el detalle de que esta persona “falleció en el acto”, puede hacer creer a personas con ideas suicidas que el método es efectivo para poner fin a su sufrimiento. El Manual del Ministerio de Sanidad hace referencia a lo siguiente (página 10): “Evite informar sobre detalles específicos o la descripción explícita del método usado en el suicidio o intento de suicidio (un intento de suicidio se puede convertir en un suicidio)”. “Evite aportar información detallada sobre el lugar del suicidio o intento de suicidio (los lugares de suicidio también se imitan)”.

3. Por último, aunque alude a su importancia y destaca con buen criterio recursos como las recomendaciones de UNICEF, la Organización Mundial de la Salud o el Ministerio de Sanidad, no aporta ningún recurso de ayuda, como teléfonos o páginas webs, para personas que están pasando por una situación difícil o que tienen ideas suicidas. En España, disponemos de recursos como el Teléfono de la Esperanza (717 003 717) o el Teléfono Contra el Suicidio (911 385 385). Además, Papageno, en colaboración con la asociación andaluza de supervivientes por suicidio de un ser querido (Ubuntu), atiende a varios grupos de ayuda mutua para supervivientes en varias provincias de Andalucía y Albacete. En la actualidad, lo hace en Cádiz, Sevilla, Córdoba, Jaén y la mencionada Albacete. Por otro lado, si necesita aclarar alguna duda sobre el suicidio o profundizar sobre este tema desde alguna de sus múltiples perspectivas, estaremos encantados de asesorarle. www.papageno.es es una asociación no lucrativa que busca prevenir el suicidio desde todos los ángulos y entendemos el gran papel que el periodismo juega en este ámbito. Gracias por su atención y un afectuoso saludo.

Para evitar el efecto contagio o «efecto Werther«, instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2017) trabajan en el correcto abordaje del suicidio en los medios de comunicación. Para ello, la OMS ya difundió un documento con las recomendaciones básicas. Más recientemente, el Ministerio de Sanidad también difundió un manual periodístico sobre el correcto tratamiento de la primera causa de mortalidad externa en España. Por si le son útiles, compartimos a continuación diferentes pautas y le invitamos a seguirlas para evitar el efecto contagio en personas vulnerables o con ideas suicidas.

Lo que se debe hacer: Proporcione información sobre líneas de ayuda y recursos de prevención como servicios de salud mental, teléfonos de ayuda o páginas webs. Educar al público acerca de los datos sobre el suicidio y la prevención del suicidio, sin difundir mitos. Informar sobre maneras de hacer frente a los pensamientos suicidas y sobre formas de obtener ayuda. Informar con especial cuidado del suicidio de una persona famosa. Escriba siempre la pieza informativa con sensibilidad, pensando que uno de los seres queridos que ha sufrido la pérdida, lo va a leer y cómo se puede sentir.

Lo que no se debe hacer: No destacar ni repetir de forma innecesaria las noticias sobre suicidios. No ubicar la noticia en la portada o en la contraportada. No describir el método utilizado ni el lugar donde se ha producido. No difundir, si la hubiera, la nota de suicidio. No usar titulares sensacionalistas. No usar fotografías, material de video ni enlaces a redes sociales. No relacionar el suicidio con un único motivo (por ejemplo, motivos de trabajo o un desahucio), ya que la conducta suicida es multicausal y poliédrica.