Javier Fernández

Javier Fernández

JUANMA CUETO. Bicampeón del mundo de patinaje artístico sobre hielo en 2015 y 2016, 7 veces consecutivas campeón de Europa, bronce en los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang 2018 y múltiples reconocimientos individuales como la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo. Javier Fernández es sinónimo de éxito. Hoy es una leyenda. Está considerado como uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos. Se retiró en 2018 tras 10 años en la máxima categoría y desde entonces su espectáculo “Revolution on Ice ha puesto en pie a miles y miles de aficionados de gira por toda España. Ahora pone en marcha una nueva iniciativa. Se trata de la “JF Academy”, donde formará a jóvenes promesas del patinaje artístico sobre hielo con un programa de tecnificación por el acuerdo alcanzado con la Federación Española. El proyecto ha arrancado en Madrid, en el Palacio de Hielo situado en el barrio de Canillas, y continuará en otras ciudades como Barcelona, San Sebastián, Pamplona o Valencia durante la temporada de otoño e invierno. Javier Fernández dio sus primeros pasos en el patinaje artístico en Majadahonda, en la pista de hielo “La Nevera”. Su mensaje, sincero y emotivo, refleja claramente la importancia que ha tenido en su camino hacia lo más alto de este deporte. “Empecé a patinar con 6 años. Mis primeros recuerdos son muy bonitos. Siempre es un placer volver por allí porque me tratan como en casa. Mando, desde aquí, un saludo y un abrazo muy fuerte a toda la gente de Majadahonda y especialmente a los trabajadores de “La Nevera”. Espero ver pronto a los chicos y chicas que entrenan allí. Tenemos un grupo de amigos a los que siempre se les echa de menos”.


Juanma Cueto

Javier Fernández está muy ilusionado con este nuevo reto en su carrera profesional. Ejercer de “profe” en esta época tan complicada por culpa del coronavirus le motiva especialmente. “Impulsar a los niños y niñas, a través del deporte que yo practiqué desde pequeño, es muy bonito. Es un proyecto con una clara visión de futuro. De momento, queremos llevar la “JF Academy” a personas que llevan tiempo practicando el patinaje artístico y que este año no han podido competir por la pandemia. Darles una herramienta de motivación. Ellos son el futuro. El objetivo es transmitir mi experiencia a todas las pistas de hielo de España. Ayudarles a mejorar en el deporte y fomentar los valores. Algunas pistas han cerrado y es un buen momento para incentivar a todos aquellos que disfrutan patinando. Es un arte que aporta muchas cosas. Ojalá que lo que aprendan les sirva para cumplir sus sueños”.

Ha dejado el listón muy alto por su impresionante carrera, pero se muestra optimista sobre el futuro del patinaje español. “Nuestra labor es dar clases, estar con ellos y animarles. Vamos a ir paso a paso buscando una base sólida para trabajar. La idea es hacer una gira, pero en un futuro queremos centrar la “JF Academy” en una pista de hielo para tener una escuela, un grupo de competición y albergar competiciones propias e internacionales. Esperemos que en los próximos años podamos conseguirlo para que los futuros campeones tengan un centro especializado en patinaje artístico. En España hay mucho talento, pero hay que ayudar a los niños y niñas para intentar que cumplan sus sueños de llegar muy lejos en este deporte. Nadie pensaba que íbamos a tener un Rafa Nadal. El niño se hizo leyenda. Ojalá pase lo mismo en el patinaje sobre hielo. Ponerse metas en la vida siempre es bueno”.

Se le ve contento con este ambicioso proyecto volcado con los más pequeños de la familia. “No soy duro como profesor, pero sí me gusta que trabajen mucho y se marchen cansados a casa. Es importante tener una relación cercana con ellos. Conocerles, poquito a poco, para tener una progresión diaria. Es un orgullo haber sido uno de los pioneros del patinaje artístico sobre hielo en España”. Respecto a su retirada, asegura que se siente muy satisfecho por todo lo que ha conseguido en su carrera. “Estoy orgulloso y muy tranquilo cuando analizo mi trayectoria. Echo de menos la rutina diaria de trabajar y querer mejorar todos los días, pero no la competición en sí porque te liberas de la presión que has soportado durante muchos años para ser el mejor”.

 

Majadahonda Magazin