PEDRO LÓPEZ. Comisión 0’7% Majadahonda. La cooperación al desarrollo implica la realización de acciones conjuntas de los gobiernos, a través de sus organismos internacionales, de las sociedades civil y académica, así como del sector privado, con el objetivo de la construcción de una sociedad más justa y solidaria, ya que “otra realidad es posible” y en ella todos tenemos algo que aportar. La cooperación al desarrollo se encuentra unida a la solidaridad, valor personal que supone la capacidad que tienen los miembros de una comunidad de actuar como un todo. Todos los miembros comparten necesidades e intereses entre sí. El valor de la solidaridad lo podemos experimentar mediante nuestros comportamientos o acciones sencillas, pero para implementar la cooperación al desarrollo se utilizan distintos instrumentos; programas, proyectos, asistencia técnica, financiación a las Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (ONGD) y concesión de microcréditos, entre otros.
Según un informe de octubre de 2020 publicado por la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, España se situaba por 8º año consecutivo en el vagón de cola de la UE en cooperación, por detrás de Hungría. Mientras la media europea se encuentra en un 0,46%, España se queda apenas en un 0,19%. Muy lejos del histórico 0,7%, de cuyo compromiso se cumplen ahora 50 años. Sin embargo, la ciudadanía lo tiene claro. Según datos del Eurobarómetro 2020, la población española continúa siendo la que mayor apoyo ofrece a la cooperación en toda Europa: el 75% cree que la cooperación para el desarrollo deber ser una de las prioridades del Gobierno.
La cooperación al desarrollo puede contribuir tanto a las necesidades de desarrollo de los países socios (reducción de la pobreza y el hambre, equidad de género, mejora de las condiciones educativas y sanitarias, etc.) como a los intereses del donante, como un municipio defensor de determinados valores (derechos humanos, desarrollo y reducción de la pobreza, lucha contra el cambio climático). Actuemos ya. La apuesta por políticas que contribuyen a la defensa de los derechos humanos, reducción de la pobreza y la protección del planeta es crucial en un momento como el actual. Confiemos en que los Gobiernos escuchen a su ciudadanía y pasen de las palabras a los hechos.