J. FEDERICO MTNEZ. La llamada de Pedro Sánchez a Borrell le sorprendió en la Toscana (Italia) pero pronto regresará a España para proceder a la toma de posesión. El ex presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, ha aceptado la primera oferta para ser ministro de Pedro Sánchez: lo será de Asuntos Exteriores, según ha confirmado su predecesor Alfonso Dastis (PP). En los últimos meses, Borrell se ha destacado por su beligerancia contra el proceso independentista catalán y ha protagonizado coincidencias políticas con los líderes de Ciudadanos, Albert Rivera e Inés Arrimadas y del PSC, Miquel Iceta, ejerciendo como portavoz en las movilizaciones de Societat Civil Catalana, rodeado de banderas españolas y sujetando la pancarta junto a líderes del PP y Ciudadanos. Numerosos periódicos de todo el mundo, que siguen atentos el cambio de Gobierno en España, recordaban este lunes su biografía y su paso por esta ciudad: «Militante del PSOE desde 1975, fue concejal en el municipio madrileño de Majadahonda tras las elecciones municipales de 1979 y responsable de la política fiscal de la provincia de Madrid en el periodo preautonómico». Borrell vivió en Majadahonda hasta 2001, fecha en la que se mudó a Valdemorillo, localidad en la que convive con su actual pareja, la presidenta del PSOE y ex diputada por Almería, Cristina Narbona. Hace ahora 20 años, concretamente el 25 de abril de 1998, el periodista de El País Juan Francés se desplazaba hasta Majadahonda para contar como había obtenido el 82,5% de los votos de los socialistas majariegos en las primarias contra Joaquín Almunia, votación que ganó a nivel nacional pero a la que renunció tras descubrirse la deslealtad de 2 colaboradores que habían defraudado a Hacienda. Fue una singular dimisión ética por responsabilidad política que sorprendió a un país donde los representantes públicos se aferran a los cargos aún después de haber sido expulsados de los mismos.

En 1998 la Majadahonda de Borrell era así: «Las elecciones primarias del PSOE le devolvieron la vida a la añeja sede socialista de la localidad madrileña de Majadahonda (39.100 habitantes). Algunos de los pesos pesados del Partido Socialista depositaron su voto en unas urnas selladas con pegatinas de UGT. No quedaban de las del PSOE. Éstas han sido las primeras y últimas elecciones primarias que vivirá la sede socialista majariega (levantada en 1978) puesto que el 1 de junio se estrenará una nueva Casa del Pueblo. Majadahonda, el segundo municipio más rico de Madrid después de Pozuelo de Alarcón, tiene una fuerte tradición socialista, aunque ahora está gobernada por el PP. En 1976 recibió, con la primera expansión urbanística madrileña, un éxodo de intelectuales, abogados y economistas afines al Partido Socialista que luego ocuparon importantes puestos en la política nacional. Entre ellos figuraba uno de los dos máximos protagonistas de la jornada: José Borrell». Era el llamado «clan de Majadahonda».

El candidato arrasó en casa: recibió 94 sufragios frente a 20 de su oponente. Votó el 72,15% del censo (compuesto por 158 militantes). «Borrell vivía en una urbanización de bloques de pisos con sus dos hijos y su mujer, Carolina Mayeur. Ella, ex edil de Majadahonda, no pudo votar porque se encontraba en Jerusalén. El ex ministro de Obras Públicas «que ahora es militante de la agrupación barcelonesa de Sarriá y miembro de la Ejecutiva del PSC) tiene un recuerdo especialmente entrañable de Majadahonda ya que allí realizó sus primeros pinitos en la política como edil de Hacienda en el Ayuntamiento. Fue además uno de los fundadores de la extinta Agrupación Socialista de la Zona Norte, «que reunió a los socialistas militantes del cinturón noroeste de la región».

Luis Sánchez-Merlo cuenta que Borrell es «hijo de un panadero de la Pobla de Segur (Lérida), que costeó sus estudios en universidades de prestigio, las primeras referencias que tengo de este catalán en Madrid, me llegaron de José María Rodríguez Colorado, «Colo», amigo mío desde los tiempos pretéritos en que confluimos en el Colegio Mayor de Deusto. Ambos, socialistas de la misma agrupación, hicieron piña durante los comienzos de la democracia, en el Ayuntamiento de Majadahonda, Colorado como alcalde y Borrell como concejal, para después pasar éste a ser responsable de la política fiscal del gobierno de la Comunidad de Madrid. El alcalde tenía excelente opinión del concejal, por su formación, su cabeza bien equipada, por ser hombre laborioso y exigente. En aquella confluencia política, ya destacaba entre sus conmilitones, lo que más tarde le supondría algún que otro problema. Lo de siempre».

«Vecino de Borrell y también socio activo de ese primer núcleo socialista de la zona es Javier Solana, el secretario general de la OTAN. Aunque Solana figuraba dentro de la lista de afiliados socialistas de esta localidad madrileña, no acudió a depositar su voto en las primarias de 1998 porque estaba en Londres, según fuentes del partido. Los miembros de la élite socialista que sí votaron en la Casa del Pueblo majariega fueron el ex ministro de Industria y ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Luis Carlos Croissier. Éste no quiso desvelar la identidad de su voto aunque sí destacó su proximidad afectiva con Borrell: «Es mi cuñado y el tío de mis dos hijos», señaló. Croissier estaba casado con una hermana de la mujer de Borrell y también se divorció.

A Croissier le acompañaba José María Rodríguez Colorado, ex director general de la Policía y ex delegado del Gobierno en Madrid que falleció en 2013 de un cáncer tras pasar mes y medio en la cárcel por robar 534.900 euros de los fondos reservados del Ministerio del Interior. Había sido condenado a 6 años de prisión y 15 de inhabilitación por un delito de malversación de caudales públicos. «Colo», como le llamaban sus amigos socialistas, también fue alcalde de Majadahonda bajo cuyo mandato Borrell fue concejal de Hacienda. Entonces recordaba la labor del candidato:

«Era un gran contable y me llevaba las cuentas del Ayuntamiento fenomenal». José Francisco Peña, quien fue secretario de Estado de las entonces llamadas administraciones territoriales, cuando Joaquín Almunia era ministro de Administraciones Públicas, admitió que votó a Borrell. Tras depositar su papeleta recordó las sesiones de trabajo «codo con codo» con éste cuando era secretario de Estado de Hacienda. «Nuestro punto en común era la financiación económica de las administraciones territoriales. Yo le pedía dinero y él [Borrell] me lo negaba, como era su obligación, hasta que negociábamos y llegábamos a un acuerdo final. Pilar Alonso, vicesecretaria general del PSOE en Majadahonda, tampoco tuvo reparo en admitir que votó a Borrell. «Nos conocemos desde que en 1977 nos reuníamos en su casa un puñado de socialistas y pasábamos largas horas planeando la estrategia electoral a seguir durante la campaña electoral de esa época».

En 1982, tras la victoria del PSOE en las elecciones generales de ese año, fue nombrado secretario de Estado de Presupuesto y Gasto Público. Entre 1984 y 1991 fue secretario de Estado de Hacienda, teniendo gran resonancia mediática el proceso judicial por fraude fiscal contra la folclórica Lola Flores. Entre 1991 y 1996 fue ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente y en 1998, dos años después de la salida de Felipe González de la Moncloa, ganó a Joaquín Almunia las elecciones primarias en el PSOE. A pesar del respaldo de la militancia, nunca contó con el apoyo del ‘aparato’ socialista, que apoyaba a Almunia, y el 14 de mayo de 1999 dimitió tras difundirse informaciones que apuntaban a un fraude fiscal de dos antiguos colaboradores suyos cuando era secretario de Estado de Hacienda. En 2002 fue uno de los representantes españoles en la Convención Europea encargada de elaborar el borrador de la Constitución Europea y entre 2004 y 2007 fue presidente del Parlamento Europeo. Fuera del ámbito político, Borrell ha trabajado en Cepsa, miembro del consejo de administración de Abengoa y presidente del Instituto Universitario Europeo, con sede en Florencia (Italia).