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Pablo Picasso y el fotógrafo André Villers

Majadahonda acoge desde este jueves 24 de septiembre hasta el próximo 13 de octubre una muestra en la que se expone la carpeta de grabados «suite Diurnes» elaborada en 1962 fruto de la colaboración entre el pintor Pablo Picasso y el fotógrafo André Villers. En concreto, la exposición está compuesta por 30 litografías que ilustran los textos del poeta Jacques Prévert. La colaboración entre Picasso y Villers ha dado lugar a instantáneas en las que se combinan las técnicas fotográficas con la superposición y aplicación de «découpage» -recortes de papel- para la creación de unos grabados que recrean todo el imaginario de la mitología picassiana. La exposición permanecerá abierta en la Casa de la Cultura Carmen Conde de Majadahonda, de lunes a viernes de 10 a 14 horas y de 17 a 21 horas, y los sábados de 10 a 13.30 de la tarde y desde las 17.00 a las 20.00 horas.


Pablo Picasso por el fotógrafo André Villers

Pablo Picasso por el fotógrafo André Villers

En 1947 Pablo Picasso (Málaga, 1881- Mougins, 1973) se instala en la ciudad francesa de Vallauris. Durante su larga estancia en esta localidad, próxima a la Costa Azul, conoce de manera fortuita al fotógrafo André Villers. El pintor, que contaba entonces con 72 años, y el joven fotógrafo, de 23, entablan una amistad de la que surgió un trabajo en común. El resultado es un conjunto de imágenes irreales, captadas por la mirada entusiasta del joven fotógrafo y transformadas por la mano inquieta de un experimentado Pablo Picasso. En ellas se recrea todo el imaginario de la mitología picassiana.

TYP-398369-3680894-picasso_g_04Cuando Picasso se instala en Vallauris con el objetivo de experimentar en sus talleres de cerámica entabla con Villers una estrecha relación que trasciende el ámbito profesional. Fruto de ésta surge una etapa de colaboración artística que se prolongaría durante dos décadas y que abarcaría tanto el trabajo documental como el experimental. Picasso y Villers, fascinados por la riqueza del lugar donde residían, la Provenza, deciden embarcarse en un intenso proceso creativo del que surge la suite “Diurnes”, del latín “diurnus” –cotidiano–, elaborada en 1962 y editada con textos del poeta Jacques Prévert. Recluidos en el cuarto oscuro que el fotógrafo tiene en Lou Bladuc, los dos artistas producen algo más de medio centenar de originales de los cuales seleccionaron una treintena para la edición de litografías.

EXPOSICION CARPETA PICASSOEl porfolio, que aúna las técnicas fotográficas con las de la litografía, es uno de los pocos trabajos donde Picasso utilizó la fotografía como medio de expresión. El artista malagueño recrea todo un imaginario de mitología picassiana sobre los evocadores paisajes en blanco y negro capturados por la cámara de Villers. A través de una gran libertad asociativa Picasso recorta siluetas donde repetidamente encontramos a su pareja –Jacqueline– o sus populares cabezas de toros, reposando sobre las imágenes de paisajes y elementos sacados de la naturaleza tomadas por el fotógrafo.

Al interesarse Picasso por el trabajo de Villers con su cámara de cajón y los ensamblajes fotográficos, hechos con trozos de fotos que convertía en cabezas, se establece esa relación de amistad, los dos son vecinos y se encuentran en el café o en la playa. Picasso está interesado en la expresión del gesto, en una colaboración artística y conceptual, y realizan sesiones como las imágenes que aparecen en la exposición. También hacen conjuntamente ensamblajes y colocan estas figuras en diversas partes de su estudio para ser fotografiadas.

Majadahonda Magazin