La presencia de Monedero (Podemos) en el restaurante Numa Pompilio es comentada por Babot Vizcaíno

JOSE Mª BABOT VIZCAÍNO. Este artículo viene a colación de las noticias que han saltado a la luz en los medios informativos por la bocaza que tienen determinadas personas que escogieron el trabajo de ser políticos. Y eso no se adquiere de la noche a la mañana. Tres personajillos, de los más influyentes políticamente hablando, sueltan denuedos por esas bocas y luego hacen lo contrario de lo que predican para atraer a los más débiles y conseguir su votos. El hecho que ha saltado a la palestra han sido unas frases y unos hechos de tres personajes, de poca monta para mí, pero que de ser nada han pasado a ser mucho, por desgracia para los españoles. Y que por su calaña no merecen que yo escriba sus nombres en esta epístola, puesto que con sus palabras y hechos parecen como si se quisieran reír de todos los españoles. Y no es que lo parezca, es que lo quiere ser.


Babot Vizcaino

Empiezo por el que tiene más mando a la vista, aunque habría mucho que decir sobre tal. Este mandamás parece ser que se quiere mudar de casoplón para «evitar gasto» a los españoles. Y se quiere ir del casoplón con tinaja a uno de más categoría en Guadalix de la Sierra, de una privacidad casi escalofriante y de un super lujo que asusta… menos a ellos dos, claro. Allí vive la casta más castosa del mundo, puesto que lo mismo viven artistas de cine, comunistas también, ex políticos extranjeros, y hasta un «don nadie» que parece ser que se ha interesado por algo de ahí, etc. La mansión a la que desean el traslado es una parcela de unos 4.000 m/2 y el precio oscila entre 700.000 euros y 1.250.000 eurazos, es decir, asequible para los que les dan el voto, y para todos los españoles, ¿no?. Por lo visto se han cansado del jarabe democrático y quieren vivir como casta pura y dura, pero hay que tener en cuenta, que la casta no se hace, la casta se adquiere al nacer. Tienen los catalanes un proverbio que dice, «de porc i de senyor, se n’ha de venir de mena» (Pons Lluch, 1993) [«de cerdo y de señor, se ha de venir de casta»]. Hay casas, parece ser, algo más baratas, si es que eso es barato, claro, pero eso presuntamente no es óbice para la economía particular de la jefa de «Igual dá».


Restaurante Estimar

Los otros dos casos son idénticos en cuanto al hecho pero no al lugar. Uno de ellos, con gafitas y con apellido dinerario, chilló, con el puño en alto, arengando a los vecinos de los barrios del sur de Madrid para ir en contra de las restricciones de la Comunidad de Madrid, para ir erradicando la pandemia. Pero no dejó de ir a comer a un restaurante «de los más baratos » de Madrid: Numa Pompilio, en la calle Velázquez, en donde el ticket medio, por comensal, oscila entre los 60 y los 100 euros, asequibles totalmente para los que él achucha para lo que sea con tal de molestar en España y a los españoles. Es decir, comió en un restaurante en donde este prócer dijo que los que vivían y se movían por esas zonas son «cayetanos» y «burgueses».

Restaurante Numa Pompilio

El tercero en discordia es un catalán, joven, con barba y que se escucha cuando abre la boca. Él también quiso probar a ver como se siente uno siendo casta. Y ni corto ni perezoso se sentó a cenar acompañado por su pareja el 18 de este mes de septiembre (2020), supuestamente, en el restaurante Estimar, catalogado de lujo y especial en mariscos, en la calle Marqués de Cubas, Madrid también, y cuyo precio del menú, por persona, oscila entre 125 y 150 euros. Vamos, para todos los monederos, y este, de la región catalana, se fue de la boca, tiempo atrás, no ha mucho, gritando que «hay que proteger a la gente del hambre», y denunciado, en varias ocasiones, el elevado gasto en comidas de la Cámara. Esta cena se produjo minutos después de la algarabía que armaron los de siempre, contra la Sra. Ayuso, en la Puerta del Sol, a diez minutos, a pie, del restaurante.

La cena de Rufián (ERC) en el restaurante Estimar

Parece ser que en Majadahonda no existe ningún restaurante apetecible para estos comensales de izquierdas. Son de los que gritan que hay que «salvar a la gente de la miseria, del hambre y de la precariedad», y uno de ellos que en 2017 escupió: «Si eres de izquierdas, tienes que vivir en una cueva, coserte la ropa, cobrar en sacos de arroz y beber agua del grifo». Y le faltó agregar: «pero no hagáis lo que hacemos unos cuantos, que entonces nos falláis», igual que él hace, por lo visto y según se ve. Por las mañanas a las barricadas y después a las mariscadas, como les dijo Egea en el Congreso a Iglesias. Nos quieren hacer beber de su amarguísimo cáliz, es decir tragar las mendacerías que nos digan, a la fuerza, se crea en ello o no. Por la boca muere el pez, dice el refrán. Y ahora, los que han votado hasta este momento a estos malos próceres, con sus falsos modales y actuaciones, nada de izquierdas, solo es que se han disfrazado de eso ¿les van a seguir dando la confianza para que les sigan mintiendo y riéndose de ellos como hasta ahora?. Habría que pensárselo varias veces antes de seguir en esa postura ¿o no?

Majadahonda Magazin