LIDIA GARCIA. «El origen del Belén de Navidad: El Pesebre tiene su origen en la Edad Media y es una de las tradiciones más típicas de la Navidad». La periodista Daniela Ruiz cuenta en la revista Bekia como el Belén de Navidad, también conocido como Pesebre, es una de las tradiciones navideñas con más arraigo en España. La representación del nacimiento de Cristo forma parte de una historia cristiana que se remonta a más de ocho siglos. Lo que mucha gente desconoce es el motivo que impulsa a la población a decorar la casa en Navidad con el Belén. Y las primeras fotos del espectacular nacimiento que se está preparando en la Iglesia de Santa Catalina de Majadahonda para inaugurarlo a las 12 de la noche del 24 de diciembre de esta Navidad de 2019 pueden servir de motivo para contar este entrañable momento: «El Pesebre tiene su origen en la Edad Media. La primera celebración navideña en la que se montó un belén para la conmemoración del nacimiento de Jesucristo tuvo lugar en la Nochebuena de 1223, cuando San Francisco de Asís decidió reproducir la tradición cristiana en una cueva próxima a la ermita de Greccio (Italia). Éste, en colaboración de Juan de Grecio, comenzó los preparativos y nueve días antes del 25 de diciembre convocó a todo el pueblo para celebrar una misa en presencia de la representación del nacimiento. En poco tiempo, esta tradición se comenzó a popularizar». «A partir del siglo XV se empezó a generalizar la costumbre del belén y en 1465, se fundó en París la primera empresa fabricante de figuras del belén. Más tarde llegó a Madrid, y en 1471 se creó el primer taller belenista en Alcorcón. El Pesebre tiene su origen en 1223: La República de Siena, Lisboa y Barcelona fueron los siguientes en retomar esta iniciativa que poco a poco fue ganando cada vez más público. En la actualidad existen numerosos talleres artesanales en Cataluña, Murcia, Andalucía y algunos otros en el resto de España que continúan haciendo figuras muy conocidas y apreciadas en todo el mundo. El belén representa a Jesús, María y José en un pesebre, o según otras tradiciones, en un establo, granero o cueva, donde, según el evangelio de Lucas 2,7, nació el niño. La tradición acompaña el pesebre de una mula y un buey, según el relato de los Evangelios apócrifos y del texto del libro del profeta Isaías y del Habacuc», concluye Daniela Ruiz.