«Carolina es PT y tutora de un aula para niños con autismo en un colegio ordinario concertado de Majadahonda. Tiene a su cargo cinco niños, uno de primero de Primaria, dos de tercero y dos de quinto. Su preparación de la vuelta al cole está supeditada a cómo organicen el resto de tutores sus aulas, «tengo que esperar para ver dónde va colocado ese alumno dentro de esos veinticinco, sus horas y asignaturas. También tengo que hacer material manipulativo, adaptar las fichas que usan y el material que piden, por ejemplo quitándoles el compás que puede ser peligroso. Y les mezclo libros de los cursos, tengo niños de quinto trayendo libros de cuarto de lengua, aunque a lo mejor usan el mismo de matemáticas». Carolina explica que además toca crear y revisar los paneles de información y pictogramas y tener reuniones previas al inicio de curso con todos los padres, entregar a las familias fotos de los profesores, una orla con los nombres de todos los compañeros… «Es mucho tiempo dedicado. Mucho esfuerzo. Sé que soy una privilegiada, que tenemos muchas vacaciones y un buen horario, pero son muchas horas dentro del cole y también muchas horas fuera. Los profesores en general dedicamos mas horas las que se ven, pero la dedicación de tiempo es mayor en Especial que en Ordinaria». Y cuando arranque el curso le corresponderá cambiar a los niños, llevarles al baño aunque haya una auxiliar en el colegio o dar apoyo en comedor aunque no le correspondería:»nuestra mayor dificultad es que dedicamos casi toda la jornada laboral a estar con los alumnos». Su testimonio ha sido recogido en la prensa nacional y ha puesto sobre el tapete una situación no del todo conocida.
La periodista Melisa Tuya del diario 20 Minutos ha entrevistado a Carolina e informa que un total de 35.181 alumnos de Educación Especial se incorporaron el pasado curso a a los 476 centros específicos de educación especial existentes en España, 196 públicos y 280 concertados o privados, un 2,1% del total de niños escolarizados según datos del Ministerio de Educación. Es decir, que hay otra vuelta al cole, una que afecta a miles de familias cuya preocupación en pocos casos son los uniformes escolares, el peso de las mochilas o los libros de texto y de la que apenas se habla, a muchos profesores cuya preparación y objetivos para el nuevo curso también difiere respecto a sus colegas. ¿Cómo es el regreso a la rutina para estos chicos? Teniendo en cuenta los distintos tipos de discapacidad, grados de afectación, modalidades educativas y circunstancias de cada niño y cada familia, se podría decir que hay tantas como alumnos. Aunque algo hay en común en todos los casos: es más compleja y los objetivos son, en todo o en parte, diferentes.