Rayo Majadahonda rompe una mala racha histórica y gana al Sanse mientras el B hace la «machada» en Las Rozas

J. FEDERICO MTNEZ. San Sebastián, pero no el club de fútbol sino el santo, se «apareció» este domingo 8 de mayo en el Cerro del Espino para dar vida o al menos esperanza al Rayo Majadahonda, que venció al «Sanse» en el minuto 77 de un partido que parecía encaminado al cerocerismo y con ello a desvanecer las todavía posibles esperanzas de «play off» del equipo majariego. Fue una jugada en la que Casado subió como atacante, se posicionó en el lateral izquierdo y tras una sucesiva oleada de ataques rayistas, le llegó un balón manso al pie izquierdo. Desde ahí, escorado como un extremo más, el eterno capitán que tantas mañanas de gloria ha dado en este campo, puso un balón con forma de caramelo a Héctor, que cabecea picado con toda su mala baba e intención haciendo inútil la estirada del portero «sansero».


J. Federico Mtnez

Un gol como mandan los cánones, de una belleza académica y que da además de tres puntos y la ruptura de una mala racha histórica, algo que la afición había perdido pero no los jugadores y cuerpo técnico: la esperanza. Es difícil, complicado, quizás remoto alcanzar el «play off» de ascenso a Segunda pero al menos la derrota del Badajoz y el hecho de que el Rayo Majadahonda juegue allí su último partido hace que el duelo ante el Calahorra la próxima semana se convierta en un «hamletiano» ser o no ser, pues si vence, viene aquí luego un Zamora desahuciado y tendrá una final en el estadio pacense. Para ello también tiene que pinchar el Logroñés alguna de las 3 jornadas y así darse la carambola, por lo que además del buen juego y la ambición de colarse en ese ansiado «play off» y entrar como una locomotora en el mismo (dicen los entendidos que los 5º son los equipos que mejor disputan estas liguillas a cara o cruz), Abel Gómez necesita destapar el tarro de las «otras» esencias.

Del entrenador rayista dicen que algo misterioso y cuasi religioso o místico le acompañaba a esa pálida, impasible y quijotesca figura cuando llegó a este equipo: el ser el entrenador de los 5 ascensos y al que además de sus destrezas y mañas futbolísticas le acompaña alguna virgen andaluza en forma de «buena suerte«. Así las cosas, solo queda esperar… y rezar. Y como las alegrías, como antes las desgracias, nunca vienen solas, noticia positiva también del equipo filial en Navalcarbón: «¡Tremenda victoria de los hombres de Manu Alcázar!«, resumía el club sobre lo acontecido este mismo día y a la misma hora ante Las Rozas CF en la otra fase de ascenso a Segunda RFEF. En la prórroga, como en las grandes semifinales, primero Losada y luego Salomón pusieron primero el 0-2 que a pesar del la postrera reacción rozeña en el minuto 120 por medio de Raúl Díaz, hizo posible el otro «sorpresón» de la jornada con el 1-3 de Salomon antes del pitido final.

Majadahonda Magazin