FEDERICO MTNEZ. El Rayo Majadahonda volvió a perder fuera de casa este domingo 2 de marzo (2023), esta vez en Fuenlabrada, en un «derby» insulso, con poco juego, donde el equipo majariego se mostró inoperante en ataque, fallón en el centro del campo y frágil en defensa. Demasiadas imprecisiones, escasa calidad en las jugadas y aún así varias ocasiones de gol (Casado, Néstor Albiach (2), Mestanza y David Rodríguez) que o bien desbarató la defensa local y el portero o no encontraron los 3 palos con la suficiente puntería. El Fuenlabrada tampoco hizo mucho más. El gol de Diego con un espléndido cabezazo que por su precisión y belleza vale 3 puntos y algo más de juego hilvanado y ganas, pero no más. Y ya se sabe que en el país de los ciegos, el tuerto es rey.

Quedan 8 partidos y 24 puntos para que concluya una liga que empezó mal para el Rayo Majadahonda con el doble «fiasco», primero de la «espantá» por sorpresa del director deportivo apenas unas semanas antes del inicio de la competición y sin avisar, al que hubo que sustituir con urgencia para tapar el imprevisto agujero. Y a ello se añadió inmediatamente después el decepcionante arranque de liga del nuevo entrenador, al que hubo que cortar precipitadamente la hemorragia de 1 punto en 6 jornadas por el desaguisado: una plantilla sin norte ni patrón de juego, y lo más curioso es que se estrenó tras una pretemporada aceptable. Los alucinantes e inesperados cambios en el estreno (llegó incluso a sentar al portero Lucho) casi llevan al equipo al precipicio.

Con estos mimbres, la recuperación del equipo ha sido milagrosa. Con el ritmo de puntuación del equipo desde la jornada 7, fecha en la que llegó Alfredo Santaelena empatando con el Depor (38 puntos en 24 partidos), la plantilla experimentó una recuperación prodigiosa. Se salió del pozo con mucho esfuerzo, sobre todo en casa, y el «campanazo» en Valdebebas venciendo al Real Madrid-Castilla hizo acariciar las esperanzas de luchar por el play off, aunque todo ello se ha ido desvaneciendo, no tanto por los resultados sino por el juego. Cuesta sacar los partidos de casa, aunque finalmente la experiencia de los veteranos y su eficacia en el área arregla lo que no puede solventarse física, técnica y tácticamente en 90 minutos. Los cambios atinados que refuerzan los 30 ó 15 minutos últimos casi siempre dan resultado.

No ocurrió esto en Fuenlabrada, por lo que el «play off» es una quimera (y es una pena porque el Alcorcón y el Depor pinchan un día sí y otro también). Y ni siquiera la permanencia está aún consolidada porque en el fútbol los burros vuelan y lo que se gana con mucho esfuerzo se pierde en 1 día de agotamiento y desánimo. Pero existe un reto que sí está al alcance de la mano: el 7º puesto (se excluyen los dos filiales Castilla y Celta) para jugar la Copa del Rey. Lo ocupa el Linares a 6 puntos, con un Córdoba, Mérida y Cultural Leonesa desinflándose.

El Rayo Majadahonda, a pesar de los pesares, lo tiene cerca. De ahí que el partido del próximo domingo 9 de abril frente al Algeciras sea un encuentro con más dividendos en juego de los que aparenta. Y un día para que la afición pueda disfrutar y animar al equipo con el orgullo de que la temporada aún puede salvarse más que dignamente. RAYO MAJADAHONDA: Lucho (2); Iván Rodríguez (1), Ofoli (2), Casado (2), Héctor (1) (Pinillos (1); Albiach (2), Mario (2) (De Iriondo (2), Javi Ros (2) (Rubi (1), Nando (2) (Zozulya (1), Mestanza (2) (Llamas (1); David Rodríguez (1).

FUENLABRADA NOTICIAS (Sergio Martinez). La cabeza de Diego da tres puntos vitales al Fuenlabrada. Arranca la recta final de la temporada, y el Fuenlabrada se lo juega todo en 9 jornadas. Además, se lo juega casi íntegramente en casa, donde recibe a 4 rivales directos. El primer enemigo no era rival directo, pero sí una victoria importante. El Rayo Majadahonda, 7 puntos por encima, quería seguir poniendo tierra de por medio. El Fuenla, imitarle. 3 puntos son cada día más necesarios… El Fuenlabrada salió consciente de su oportunidad. La jornada había salido propicia, y ganar daba, como mínimo, una jornada tranquila. Perder daba ser decimoctavo, quizá con el Pontevedra a 1 punto. Y con eso en mente, la primera parte fue mejor de lo imaginado. Con Cristóbal sacando el esmoquin e Iban Salvador el mono de trabajo, el equipo estuvo bien con el balón y notable sin él. La presión alta funcionaba muy bien, y en su campo apenas sufría. Llegaron las ocasiones, pero no entraban. Llegó un penalti sobre Iban Salvador, pero no lo pitaron. Y a los 28 minutos, llegó Diego para seguir tirando del carro y marcar su duodécimo gol. Mas allá de eso, la primera parte fue plácida y solo faltaron más goles. La segunda, ya con más cansancio y centrándose más en mantener el resultado según pasaban los minutos, tomó más protagonismo el Rayo Majadahonda. Apareció más Albiach, entró De Iriondo para dar mejor salida de pelota y Santaelena metió más hombres altos para intentar ganar unos duelos por alto que perdió de principio a fin.

Pudieron llegar más goles para el Fuenla, de estar más atinados. Pudo empatar el Rayo Majadahonda, más por llegadas que por ocasiones. Pero los azulones, sólidos en defensa y perdiendo muy pocos duelos, supieron contener el empujón final y se quedaron con la portería vacía y los 3 puntos en el bolsillo. Y ya son 35. Los que le sirven para ser decimocuarto, no decimoctavo, como si hubiera perdido. Salieron del descenso de nuevo, y ahora la permanencia pasará por 4 partidos en casa contra rivales directos, y 4 fuera con rivales de play off. Los 12 puntos de casa se antojan imprescindibles. Este equipo ya ha mostrado que puede. Pero, en algún momento, tendrá que demostrar que puede sobrevivir sin Diego García. O mimarle tanto como para que nunca falte. Pero de momento, este equipo sigue estando vivo.