ALBERTO DIAZ. Partido extraordinariamente complicado a priori, no solo por la entidad del contrario sino también por su historia. El Rayo Majadahonda necesitaba puntuar al menos para quitarse esa losa de haber perdido los dos últimos partidos y encarar el final de temporada con una brisa de optimismo. Y lo consiguió. Comienzo sin pena ni gloria entre ambos equipos, pero Rennela abrió el marcador muy temprano en el minuto 8. El Rayo no se asentaba debidamente en el terreno y jugaba ya algo forzado por el marcador y sin iniciativa clara. La duda era si asimilaba ir en contra en el marcador y también en el juego y no lo conseguía, los locales se asentaban en el verde algo desdibujados, intentando sacar balones sin criterio. Y no veíamos a Fede Varela aparecer. El Cadiz tomaba pocos riesgos y se sentía seguro en un partido insípido como querían los andaluces que parecían tenerlo todo perfectamente planeado y hasta ese momento les salía que ni pintado. Hasta la mitad de la primera parte seguía sin suceder nada y se notaba al equipo de casa hasta este momento sin argumentos y creo que sin convicción y apagado. o había profundidad y se hacía solo lo que proponían los gaditanos, es decir, nada de nada. Por su parte, la defensa majariega seguía igual con el 0-1 en su táctica y esquema, algo irreconocible en este equipo que tiene como seña de identidad su carácter atacante pero que esta vez actuaba sin nada de mordiente. 


A. Díaz

Todo el mundo pensaba que Iriondo en el descanso actuaría mientras el Cádiz se encontraba cómodo de verdad a la vez que el Rayo no daba sensación no ya de peligro sino de opositor a peligro. Es en el minuto 35 cuando se produce una entrada dura de Verdés a Matos, más aparatosa que real, que pone en riesgo su permanencia en el terreno de juego por el riesgo de roja, pero lo cierto es que se sigue jugando como ha planeado el Cádiz. Minutos finales los de esta primera mitad muy enredados y broncos que en nada beneficiaban a los majariegos. Tan solo mencionar un tiro de Fede Varela en las postrimerías de una primera parte que hasta ese momento se mostraba muy aburrida y sin fluidez.

En la segunda mitad, sin embargo, aparecieron los entrenadores y el juego ganó en vistosidad. La riqueza táctica cambia la disposición defensiva del Rayo Majadahonda, que pasa ahora a línea de 4 defensas en lugar de 5, intentando buscar alguna solución y busca más fluidez. Al menos las sensaciones y la deriva de la contienda estaba variando a un poco mejor y se veía a un Rayo más reconocible. No obstante, contrarresta el Cadiz y volvemos al principio, es decir nada. Sin embargo en el minuto 20 se produce un error defensivo del Cadiz y Aitor Ruibal entrega un balón de oro en un pase horizontal raso y Manu del Moral define con maestría (1-1).

A partir de ahí comienza un partido nuevo, el Rayo empieza a encontrar pases y comienza la nueva fantasía. Pero el Cádiz, con oficio, sabe ralentizar el partido, pasan los minutos y todo se normaliza. Sigue jugándose en el centro del campo pero hay bastantes interrupciones de Fede Varela, que sigue sin entrar en juego de verdad para sentenciar el partido pero al menos crea sensaciones reales de mayor verticalidad. La ocasión más clara para darle la vuelta al marcador la tuvo Verdés de cabeza, llegando al área pequeña a tiro de Verza. Insólito este contratiempo defensivo gaditano que sin embargo registró un paradón de Basilio a tiro de Correa que le sale muy centrado en una jugada que parecía tener marchamo de gol.

El sufrimiento en la defensa visitante es constante en un Rayo que se viene arriba pero los amarillos sobreviven al vendaval provocando incluso contras muy peligrosas con un Machín que cada vez que cogía la pelota hacía temblar al estadio entero. Un intencionado centro de Jairo se neutraliza con una mano de Basilio, que había fallado antes con el balón en los pies, un corte de Galán a Lekic en jugada que cortó la respiración majariega, un disparo de Hector que rozó el palo ponen el «the end» a un trepidante final de partido donde amos conjuntos buscaron la victoria con intensidad, no despreciando ni un solo balón dividido. El Rayo Majadahonda rescató un punto y un Cádiz amarillo como el oro de la primera división se fue algo descontento porque tuvo el encuentro en su mano y al final perdió 2 puntos que le son muy necesarios para disputar la entrada en el «play off».

Rayo Majadahonda: Basilio (1), Benito (1) (Manu del Moral, 63′ (2), Héctor Verdés (2) (Andújar, 83′ (1), Galán (2), Morillas (2), Iza (2), Verza (1), Luso (2), Fede Varela (2), Héctor Hernández (1) (Enzo Zidane, 91′ (1), y Aitor Ruibal (1).
Cádiz CF: Cifuentes, Rober Correa, Sergio Sánchez, Kecojevic, Matos, Garrido, José Mari (Edu Ramos, 70′), Jairo, Machis, Aketxe (Lekic, 71′) y Rennella (Álex Fernández, 57′),
Goles: 0-1: Rennella (8′); 1-1: Manu del Moral (67′)
Árbitro: Daniel Ocón Arráiz (2), riojano. Amonestó a los locales Luso, Héctor Verdés e Iza y a los cadistas José Mari, Rennella y Aketxe.
Incidencias: 3.440 espectadores en un partido que no registro tampoco lleno debido al precio de las entradas pero en el que no se produjo «pañolada» contra la directiva por este motivo, según habían propuesto algunos aficionados. La intensidad del segundo tiempo no dejó margen a la protesta de los seguidores, que al final se marcharon contentos por el punto. No así los del Cádiz, que tenían la sensación de haber perdido 2.

Zacarias M. Maíllo

ZACARIAS M. MAILLO. «Empate que sabe a gloria»: Rayo Majadahonda y Cádiz empataron en el Cerro del Espino y sumaron un punto que se antoja a la vez útil e insuficiente para sus respectivos objetivos, descenso y ascenso. El Cádiz fue mejor en una primera parte donde se adelantó pronto con gol de Rennella a pase de Machís. Sin embargo acabó por desinflarse ante un conjunto majariego que fue ganando cuerpo y consiguió el empate por medio de Manu del Moral en los segundos 45 minutos e incluso tuvo opciones de ganar. De esta forma el Rayo queda con 41 puntos, en los puestos de descenso, mientras que el Cádiz suma 60 y se ubica quinto y mantiene sus oportunidades de subir a la división de honor.

Fue un partido bronco y áspero, con seis tarjetas amarillas, un 66% de posesión para el Rayo y más remates a puerta para el Cádiz, que dominó durante todo el primer tiempo, sin que el equipo local controlase el balón en ningún momento. De hecho ya en el minuto 7 Rennella dispuso de una oportunidad a pase de Machis, pero disparó con su pierna izquierda ligeramente desviado. Sin embargo, en el 9 el mismo delantero andaluz remató a bocajarro por el centro de la portería de Basilio. A pesar del calor reinante, la parroquia majariega se quedó helada, porque el miedo al regreso al pozo de la segunda B se imponía a la esperanza.

Los primero 45 minutos transcurrieron con el mismo ritmo: un Cádiz agresivo y bien posicionado en el terreno de juego frente a un Rayo desarbolado y son saber lo que hacer con el balón, que al final siempre volvía a las botas de Basilio para el subsiguiente patadón lejos de su área. Iriondo había planteado un encuentro con nada menos que seis jugadores de corte defensivo, con Iza, Verdés, Morillas, Galán y Benito en línea, junto con Luso algo más adelantado y el reaparecido Verza controlando eficazmente el tiempo del encuentro. Ocurre sin embargo que cuando no hay centro de campo creativo, se impone el patadón inglés al delantero centro para que controle y haga lo que pueda. A destacar en el primer tiempo la tarjeta amarilla, que pudo ser roja, al jugador local Verdés por juego peligroso a ras de suelo.

Ya en la reanudación del encuentro y sin hacer ningún cambio, el Rayo pareció desperezarse, de manera que en el minuto 66 el protestado delantero Héctor remató de cabeza desde el centro del área pero el balón se perdió por la izquierda del portero gaditano Cifuentes. Un minuto después, la presión dio sus resultados y el Rayo consiguió empatar gracias a un remate del recién incorporado Manu del Moral con su pierna derecha por bajo tras pase de Ruibal. Todo parecía indicar que, modificado el esquema amarrategui del primer tiempo, el partido daba un giro de 180 grados y el Rayo podía imponerse.

De hecho los majariegos dispusieron de dos oportunidades a centro de Iza desde la derecha, pero no las aprovecharon para cerrar el marcador con victoria local. Mientras tanto, el Cádiz se desperezaba al final del encuentro y estaba a punto marcar en dos chuts consecutivos de la delantera andaluza. En resumen, un tiempo para cada equipo y un equitativo reparto de puntos que tanto vale para ambos para mantener sus intactos objetivos, unos para la permanencia y otros para el ascenso, de tal manera que se antoja decisivo el partido del Rayo el próximo domingo contra el Elche, contrincante directo en la pelea por la permanencia.

ALFONSO CARBONELL (La Voz Digital). A los de Cervera se le fue una victoria en Majadahonda que encarriló desde el comienzo pero que dejó marchar tras la reanudación. Dicho eso, y estando como están las cosas, sumar lejos de casa es bueno siempre y cuando Carranza vuelva a ser ese estadio que convertía los empates a domicilio en victoria una semana después. Y es que si sumar está bien, no hay que olvidar que los errores restan, y casi que el doble, llegados a este momento de la temporada. Salió el Cádiz CF con la prudencia que merece todo partido de esta categoría y más si se juega fuera de casa por mucho que el campo del Cerro del Espino sea una alfombra.

¿Quién lo diría hace años que un club recién ascendido y con el objetivo de la permanencia, con un campito de barriada casi, tenga un terreno de juego idóneo para jugar al fútbol y no para buscar las encerronas que tanto se veían, y con razón, en el grupo IV de la Segunda B? Puesto así las cosas, a este Cádiz CF que tampoco es que le encante darle al toque, se dedicó a imponer su sello con la calma y con la confianza de contar con un jugador de otra galaxia. Muy bien se le ponían las cosas al Cádiz CF, que a medida que pasaban los minutos se encontraba más cómodo con Garrido y José Mari tapando en todo momento al cerebro rayista Fede Varela y con Jairo y Machís a la espera de una contra, como la que fueron construyendo Matos con el extremo canario, que acabó sacándole la amarilla a Luso cuando ya ponía la quinta hacia el área de Basilio.

Poco a poco, los locales fueron pisando campo contrario sin que esto incomodase lo más mínimo al Cádiz CF, que con estar bien colocado y junto tenía controlada una situación que pudo ver mejorada si Akexte llega a estar más fino con un pase a Jairo, que se encontró un pasillo por el centro completamente solo, que se le fue muy pasado en lo que podía haber sido el segundo tanto antes del descanso. Y lo cierto es que los madrileños comenzaron más intensos que en el arranque del encuentro y debido a ello se acercaron al área de Cifuentes nada más comenzar la reanudación. Crecido el Rayo Majadahonda, el pequeño estadio Cerro del Espino se le convertía en una olla a presión de buenas a primeras para un Cádiz CF al que el gol local le había dejado grogui.

Jugaba con fuego el Cádiz CF, que vio como Verdés perdonaba el segundo tras un balón parado botado por Fede Varela y mal defendido por la defensa amarilla, que seguía contra las cuerdas a falta de un cuarto de hora para el final. El marcador estaba en el aire pero eran los madrileños los que más intención llevaban en sus ataques. Tantas, que por poco Iza consigue el segundo para ellos después de un centro al que no llegó en el segundo palo Manu del Moral cuando todo el campo ya cantaba la victoria ante un Cádiz CF desdibujado durante prácticamente toda la segunda parte en la que Iriondo le ganó la partida a Cervera, muy enfadado con el equipo y con su lateral Matos, lateral que corre con el hándicap de tener como socio en la defensa a Machís. No se movería el electrónico ya pese a la insistencia de un Rayo Majdahonda al que el fútbol le premió tras un segundo tiempo en el que fue superior a un Cádiz CF que en cuanto le cambian una ficha del tablero se descompone.

EL DESMARQUE. «El Cádiz se deja dos puntos de oro en el Cerro, incapaz de superar a un Rayo Majadahonda que se fortaleció en la segunda parte. No pudo pasar el Cádiz CF del empate a uno ante el Rayo Majadahonda. Los de Álvaro Cervera, que comenzaron siendo muy superiores y se adelantaron en el marcador en el minuto 9 de partido mediante un tanto de Rennella, se vinieron abajo tras el descanso y los cambios tácticos planteados por Iriondo. Los majariegos no cejaron en su empeño y Manu del Moral acabó poniendo el empate en el luminoso del Cerro del Espino». PORTAL CADISTA (Javi Quiñones M.): «Punto que sabe a poco para el Cádiz. Entró bastante bien al partido, pero no fue suficiente. El Rayo Majadahonda, que con la posesión no incomodaba, aprovechó el único despiste defensivo de los cadistas para hacer el gol del empate». VIVE LA LIGA 1,2,3: «Un tanto de Manu del Moral priva al Cádiz de mantenerse en la 4ª plaza y coloca al Rayo Majadahonda 4 puntos por encima de la zona de descenso».

Majadahonda Magazin